493 ✅ Hayedo de los Ahidíos en la cabecera del río Nela. Desde Ahedo de las Pueblas y Busnela. Merindad de Valdeporres

Por los pliegues de estas montañas corren arroyos entre hayedos ancestrales. Uno de estos hayedos lo atraviesa la Senda de los Ahidíos, senda trazada alrededor de las orillas del incipiente río Nela que, tras recibir la aguas de numerosos arroyos como el Sollondón, Cobatos y Cortemoro, pasa por tierras de Busnela con importante caudal.
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ITINERARIO
Ahedo de las Pueblas [43.028022, -3.800088] | Barranco de Sollondón | Hayedo de Ahidíos | Camino Matanela | Casas de Busnela | GR-1 | El Pico | Ahedo de las Pueblas

DE UN VISTAZO
En la Merindad de Valdeporres, alejados de los caminos principales y al abrigo de los Montes del Somo encontramos los pueblos de Ahedo de las Pueblas y Busnela, cuyas tierras surca esta ruta

RESUMIENDO
Saliendo de Ahedo y tras vencer la loma del Alto Cotío descendemos por la vertiente opuesta al Barranco de Sollondón. / Después de cruzar el arroyo y dejar atrás un cabaña, nos internamos en el hayedo saliendo, tras largo tramo, a los prados de Matanela. / Vadeando las aguas del Nela enlazamos, en la orilla opuesta, con el llamado Camino de Matanela. / Seguimos bajo el bosque, pero ahora transitando ancho itinerario. / Perdemos altura hasta una confluencia de caminos que resolvemos tomando camino a Busnela. / Desde Busnela descendemos al cauce del río Nela y, por puente, ascendemos para cerrar la circular en Ahedo.

LA RUTA PASO A PASO
Con la fresca. De Ahedo al curso alto del Nela por Ahidíos
Brasero ha pronosticado que hoy vamos a pasar más calor que un churrero en Abu Dhabi.

Previsores como somos hemos madrugado buscando iniciar la ruta con las primeras y frescas horas de la mañana. Nadie se imaginaba en el momento de comenzar la ruta [0.0 km] cuan épico sería nuestro regreso.

Con la cantimplora a tope y la mochila llena de ilusión y optimismo, dejamos atrás la iglesia de Ahedo saliendo con rumbo norte. Aparecen pronto dos caminos. El de la izquierda [0.1 km] es el que nos interesa, el otro lo dejamos para la vuelta.

Tras el arbolado vemos como sube el camino trazando elegantes curvas sesgando una loma inundada de luz.

Pasa el camino entre dos sectores de búlder, rocas donde la chavalería, mitad lagartija mitad pies de gato, recorren la áspera superficie por arriba y por abajo. Con las fuerzas de los dedos desafían al vacío y, si llegan a caer cuentan con una crashpad, colchoneta que minimiza el golpe. Siempre los he envidiado. Más por la colchoneta que por todo lo demás. Si te vence el sueño, echas una cabezadita.

En lo más alto del cordal [1.4 km] los molinos mueven sus brazos como gigantes.

Bajamos la ladera opuesta y enseguida salimos por camino secundario [1.7 km]. Dibujando un par de lazadas descendemos al fondo de la vaguada en la que fluye el Arroyo del Barranco de Sollondón. Cruzando el pequeño puente [2.4 km] seguimos el itinerario, ahora convertido en senda a tramos empedrada, el cual asciende y alcanza una típica cabaña pasiega [3.1 km] con sus prados, sus muros de piedra seca y su fresno. Caminamos cerca del muro, y cuando el sendero toma rumbos distintos, vamos a la derecha [3.2 km].

Al tresbolillo y casi despintadas encontramos las marcas blanco-amarillas de un PR caído en desgracia. Se ideó, se balizó y, con las mismas, se olvidó. Progresando por el valle donde se ubica el hayedo no tenemos problemas de orientación; sabemos que marchamos a media ladera, entre el río en la parte más baja y la zona alta que limita la cumbrera. El sotobosque es el común a los hayedos: pocos helechos, algún acebo y rocas musgosas.

Avanzamos abrazando árboles, no con el ánimo de cargarnos de energía, si no solo por que la hojarasca se ha aliado con la inclinada ladera para hacernos resbalar –llevad bastones– y, además, tendremos que superar las cárcavas abiertas por, imaginamos en otra época del año, tumultuosos arroyos.

Tras largo tramo salimos del bosque levantando una precaria alambrada [6.1 km]. Nos reciben helechos y aulagas. Seguimos una trocha en dirección al río. El PR hace tiempo que se esfumó.

Suele pasar que llegas a un punto en el que tienes que decidir, o hacer caso al gps que nos manda por un trazado ilógico, o ignorarlo y guiarte con tu intuición de rastreador piel roja. –La piel roja, la que se nos va a poner más adelante–. El ancho Camino Matanela, el de regreso, se ve cercano. Para enlazar con él basta vadear el río.

Temperatura en alza. Camino Matanela hacia Bustela
El Nela [6.2 km]. En este tramo y en pleno estío se muestra como un apacible arroyo que vadeamos [6.3 km] de un salto. Ya podemos remontar el talud y salir al camino.

¿Así de fácil? De tan sencillo que nos parece buscamos la manera de complicarnos la vida, por lo que que volvemos a vadear [6.3 km] el cauce, nos abrimos paso por juncos y helechos y, siguiendo un senderuelo que avanza a la izquierda [6.5 km] ganamos la orilla y volvemos a vadear [6.6 km] las menguadas aguas.

Ahora ya, sobre el ancho camino [6.7 km] nos movemos entre prados bañados por un sol que va escalando centígrados. Andamos con rumbo sur. Es el Camino de Matanela, abierto bajo los contrafuertes del Monte Valverde. Pasado otro cierre [6.9 km] ganadero nos sumergimos en la providencial sombra del bosque.

Esta tuvo que ser una vía importante. A tramos aún mantiene el encanchado. También nos cruzamos con humilladero [8.1 km] de buena sillería. Estos lugares de oración, como las cruces que acompañaban el paso de caminantes, eran antaño frecuentes en vías y cañadas.

Baja el itinerario a una confluencia de caminos. Si cruzamos el puente [9.9 km] que hay en el lugar iremos directo a Ahedo de las Pueblas. Sin cruzarlo, seguimos en ascenso, destino a Busnela.

El Arroyo de los Cobatos [10.2 km], en días de mucha lluvia atraviesa el camino a Bustela. Lo que hoy vadeamos es un hilillo de agua. La pendiente no es muy marcada, pero subirla a estas alturas de la ruta, tiene su aquél. En lo más alto, junto a una cabaña [11.0 km] ruinosa, una cuesta polvorienta y achicharrada por el sol desciende hasta la vaguada por la que corre, con discreto caudal, el arroyo del Barranco de Cotemoro.

Ya está aquí el calentamiento global. Arroyo Cortemoro. Busnela. Épico tramo final
Llegamos al Arroyo Cortemoro [11.6]. Disputando el agua a libélulas y avispas logramos refrescamos al punto de recobrar parte de nuestro ser. Toca ahora ascender el otro lado de la vaguada. Sube el camino. Va de un lado a otro para ir ganando altura y, al alcanzar un rellano, notamos que el calor aumenta minuto a minuto.

No se equivocaba Roberto anunciando temperaturas superiores a los 40 grados. El culín de agua que reservamos en el bidón está como el pis. Llegamos a un poste indicador que nos mete por en el GR-1 [12.6 km] en descenso a Busnela.

Entramos en la desierta aldea de Busnela [13.2 km]. Enseguida nos fijamos en la fuente en la cabecera de un pilón seco. Abrir el grifo es jugar a la ruleta rusa. Habrá agua en la recámara? Para nuestra fortuna hay agua, y en cantidad. Refrescándonos estamos cuando caemos en la cuenta de que nada se mueve a nuestro alrededor. Ni una persona ni un chucho vagabundo. Con el sol alto ha desaparecido todo signo de vida animada. Solo nosotros y nuestra menguada sombra. El pequeño templo de Busnela forma un todo junto con el camposanto. Aledaño al mismo un nuevo indicador señala la etapa del GR-1 [13.4 km] entre este enclave y Ahedo de las Pueblas.

Baja el camino formando amplias curvas que pareciesen estar hechas para alargar nuestra agonía. En este particular viacrucis tampoco hay sombras. Los árboles solo son plantones que necesitarán décadas antes de poder acoger a ocasionales caminantes. Y lo peor está por venir. Encontrándonos en el fondo del barranco y tras cruzar el río Nela sobre puente [14.4 km], ahora, en el mediodía solar, toca remontar la cuesta. Subir, paso a paso, en silencio.

Vienen a mi mente la imagen de Juana de Arco, las brujas de Zugarramurdi, Miguel Servet, Georgie Dann, San Lorenzo y todos los santos. Algún grito de ánimo surge entre las filas que, agotadas, congestionadas y arrastrando los pies, entran en Ahedo de las Pueblas cuando el personal sestea. De pura potra conseguimos unas cervezas heladas. Ahora, con esto y una colchoneta, yo sería feliz.

PASO A PASO | WAYPOINTS
[0.0 km] Inicio | AHEDO DE LAS PUEBLAS
[0.1 km] Bifurcación | IZQ
[1.4 km] Vistas del contorno | CORDAL
[1.7 km] Salir izquierda | CAMINO
[2.4 km] Arroyo Sollondón | PUENTE
[3.1 km] Típica cabaña | CABAÑA
[3.2 km] Senderos | DCH
[6.1 km] Saliendo del hayedo | ALAMBRADA
[6.2 km] Río Nela | VADO
[6.3 km] Segundo vado | VADO
[6.5 km] Por la orilla | IZQ
[6.6 km] Tercer vado | VADO
[6.7 km] Salvados | CAMINO
[6.9 km] Rústico cierre | CIERRE
[8.1 km] Humilladero | HUMILLADERO
[9.5 km] Junto al río | SENDA
[9.9 km] Obviar | PUENTE
[10.2 km] Arroyo Cobatos | VADO
[11.0 km] Collado | CABAÑA
[11.6 km] Arroyo Cortemoro | ARROYO
[12.6 km] Indicador | GR-1
[13.2 km] Aldea | BUSNELA
[13.4 km] Indicador | GR-1
[14.4 km] Río Nela | PUENTE
Total de esta ruta circular 15.6 km

TIEMPOS
Avance 5h 16
Pausa 1h 17

INDICE IBP
El resultado del análisis IBP es de 68 esto quiere decir que se trata de una ruta de dificultad media para una preparación física media. Climatología, ritmo de marcha y estado físico son otros factores a tener en cuenta.

LOCA TOPONIMIA
Ahidíos, Hayedo de >de los Haidíos
Somo, Montes del >Samo >Somo y de Pas

COMPOSICION DE LA RUTA
48% Caminos
29% Pistas
17% Campo a través*
17% Senda
Del total de los cuales, casi la mitad se hacen bajo bosque
(*) Leves indicios de senda y pocas y borrosas marcas hacen que el trayecto por el hayedo lo califiquemos como “campo a través”

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