A ESTRADA Callobre Fervenza Rio Curantes

Para llegar a la Fervenza de Callobre, fuimos por la carretera de A Estrada hacia Lalín (N-640). Cerca de la parroquia de Callobre, hay que desviarse hasta dejar el coche cerca de un almacén de madera.
Desde allí, sale un camino en sentido descendente. Primero fuimos a ver la fervenza desde el mirador de la parte superior. Para ello, continuamos recto por el camino, dejando una desviación que nos sale a mano izquierda. Un poco más allá vemos un cartel indicativo de que se está rehabilitando la zona, para realizar la ruta. Tomamos ese camino, que sale a mano izquierda en sentido ascendente, divisando ya las mejoras que se han realizado, en forma de pasarelas, puentes y barandillas de madera.
Nuestra primera parada será en un Viejo Molino, donde veremos una bajante de agua que en tiempos movería la rueda del molino. Ya estamos al lado del río Curantes y seguimos su orilla por la parte izquierda, teniendo que superar algún pequeño repecho, muy bien acondicionado.
Llegado un cierto momento, atravesamos el río por un puente de madera, construido sobre un viejo tronco. A pocos metros de aquí tendremos el mirador sobre la fervenza. La pena es que no está acondicionado todavía la ruta para bajar a la parte inferior de la cascada todavía. Se podria hacer pero el verdin hace que la bajada sea un tanto peligrosa.
A mano izquierda vemos que hay unos listones de madera atornillados a la roca. Tomamos la senda de vuelta por la otra orilla del río, hasta un momento determinado, que hay que cruzar el río por dos listones de madera. Estupendo para los más atrevidos, pero no nuestro caso, por lo que decidimos subir monte a través hasta enlazar con el camino de vuelta.
Para acceder a la parte inferior de la fervenza, hay que tomar una pista a mano izquierda, según volvemos, que está sin señalizar. Siguiendo esa pista, llega un momento que el camino cruza el río. Hay que desviarse a mano izquierda, unos metros antes e ir por encima de la canalización que hay. Llegaremos a otro molino, teniendo que atravesar el canal de agua por encima de un pequeño tronco. La suerte es que hay donde agarrarse para no caerse. Desde allí parte una senda que nos lleva ya hasta la Fervenza. Cuidado en las inmediaciones porque las rocas, con el musgo que tienen, resbalan bastante.
La vuelta es por el mismo sendero hasta el camino principal. Intentamos ir por la otra orilla del rio pero llegado un punto tuvimos que dar la vuelta al estar tapado de silvas y tojos.
Otra vez en el camino principal, cruzamos el puente y seguimos por el camino entre castaños, carballos y demás árboles. Se sale a una carretera que se sigue durante un corto trayecto y después la abandonamos por un camino a mano derecha. Este camino nos vuelve a devolver al lado del río, donde abundan los prados para pastar los animales. Cuando se acaba el camino, hay que cruzar el prado hasta acercarnos al río donde parte un sendero que nos llevará de vuelta al puente. Desde allí el camino de vuelta al inicio es por la misma ruta.