A Frouxeira (Valdoviño)

En esta caminata recorreremos una de las zonas más bonitas y espectaculares de Galicia.
Las Rías Altas están llenas de grandiosos paisajes del océano (aquí llamado Mar Cantábrico) con largas y limpias playas de aguas bravas y muchas veces peligrosas. Para muchos ésta es la parte más bonita de Galicia y de España.
La verdad es que está llena de encanto y es muy diferente a las masificadas playas de otros lugares.
Tanto da que la recorramos en un día soleado (raros por estas latitudes, por cierto) como en un día de mar bravo con olas gigantes y la típica llovizna cantábrica. Nunca defrauda.

Comenzamos el paseo en el Banco Panorámico de Meirás para visitar a continuación el Faro da Frouxeira con restos de los antiguos búnkeres de observación militar.
Desde allí iremos a la Punta da Frouxeira para descender después hasta la playa da Frouxeira por un sendero entre los tojos. En esta parte es necesario llevar pantalón largo porque en caso contrario acabaremos llenos de arañazos.

El recorrido por la playa se hace largo por lo difícil que resulta caminar por la arena pero las vistas hacen que merezca la pena. Si vamos en un día de poca afluencia podremos ver los chorlitejos correteando y cazando insectos en la rompiente de las olas.

El siguiente punto de interés es la Lagoa da Frouxeira, formada por el complejo dunar donde además de la laguna vamos a bordear un humedal de gran importancia ornitológica. Aquí hay que poner atención al sendero a seguir no os vaya a pasar como a nosotros que lo perdimos y nos fuimos adentrando entre los juncos hasta que tuvimos que dar media vuelta. Para empezar no se puede cruzar porque está llena de regatos y de barro y aparte de eso seguramente no está permitido al ser una zona protegida.

Y para el final del camino nos queda otra perla. La ermita de Nosa Señora do Porto enclavada sobre un peñasco que queda aislado en la marea alta. Desde allí las vistas son, nuevamente, impresionantes sobre todo en día de mala mar con todas las olas rompiendo con fuerza.

Ya sólo queda volver al punto de partida por un sendero arenoso bordeando pequeñas calas de rocas.

La excursión es muy sencilla y no se necesita ningún calzado especial. Únicamente lo dicho del pantalón largo si no queremos acabar todos arañazos