Les Rapaines, Peña del Viento, Lago Uvales y Pico Cascayón. Por la Ruta de Wamba

Iniciamos esta salida en la carretera del Puerto de San Isidro, un poco después del Km 39, donde hay un buen sitio para dejar el coche. Empezamos nuestra andadura por el Camino de Wamba, por pista buena de andar en ligero ascenso hasta Los Fornos, donde nos desviamos hacía la derecha por pradera sin senda hacia Les Rapaines. La ascensión se torna fácil con la única dificultad de lo pindio del terreno, y que en los últimos tramos, predomina el monte bajo que dificulta un poco la progresión, pero se alcanza la cima sin dificultad. Esta cima es una atalaya que nos regala unas vistas impresionantes de las cumbres más emblemáticas de la zona. Al Noreste, El Tiatordos y siguiendo en sentido horario podemos enumerar entre otros, Peña Maciedome, Peña Pileñes y Peña Ten. Más alejadas las Torre Santas en el Cornión, El Friero, Torre de Liordes y Torre Salinas en Urrieles. Peña Prieta, Curavacas, Pico Murcia y El Spigüete en Fuentes Carrionas. Los Mampodres, El Susarón. Pico Ausente, Requejines, Cuerna, Agujas, Toneo y Torres en San Isidro. Incluso a la izquierda del Torres se asoma imponente La Ubiñona. A la derecha del Torres, El Retiñón, La Carba y La Tabierna, El Campigüeños y El Canto el Oso, entre otros muchos.
Continuamos nuestra andadura perdiendo altura primero por la cresta, para continuar por pindia ladera hasta El Collado de las Agujas. Desde allí, acometemos la ascensión por terreno cómodo de andar aunque pindio a la Peña del Viento. Esta atalaya también es imponente, con vistas idénticas a la anterior.
El descenso lo hacemos siguiendo toda la cresta, para continuar por la falda izquierda de la Peña de los Tornos hasta el Collado Acebal. Cabe resaltar que el tránsito por la cresta se torna muy entretenido, aunque se deben extremar las precauciones, pues presenta abismo con desplome totalmente vertical hacia la izquierda y hacia la derecha pindio terreno mixto de piedra y hierba.
Una vez en el Collado Acebal, nos incorporamos a una senda buena de andar, aunque en algunas ocasiones, se encuentra rota por algún que otro argayu que se sortea sin dificultad. En nuestro caso, también nos toco sortear tres o cuatro neveros antes de llegar al Lago Uvales. Este lago transmite una paz impresionante. Parece que allí está detenido el tiempo, excepto por un perro que venía persiguiendo a un rebeco que pasó casi a mi lado y me regaló una buena fotografía. No hay mal que por bien no venga. Todavía existen inconscientes que llevan los perros sueltos por el monte, hay de todo en la viña del señor.
En este remanso de paz hicimos un alto para comer. Mientras comíamos, veíamos cómo se cebaban las truchas y hasta una pareja de sapos entregados al arte de la procreación.
Continuamos nuestra andadura bordeando el lago por la derecha, por senda bien marcada que pronto se vio interrumpida por un nevero difícil de sortear, con lo cual nos vimos obligados a dirigirnos a la cima del Pico Cascayón.
Primero por pindia ladera cubierta por monte bajo, sin senda mala de andar, que se hace bastante dura, hasta alcanzar senda que transcurre por cresta buena de andar y menos pindia que nos llevaría a la cima del Pico Cascayón. Esta atalaya también presenta impresionantes vistas como las anteriores.
Continuamos por la cresta perdiendo altura tímidamente hasta que nos desviamos hacía la izquierda por pindia ladera buena de andar. Tras pasar por el Collado Trave, seguimos descendiendo por terreno mixto de escobas y pradera bueno de andar, hasta que llegamos a Los Fornos donde nos incorporamos al camino de Wamba, desde donde ya por pista cómoda de andar llegamos a la carretera del Puerto de San Isidro lugar donde finalizamos esta salida.
Calificó esta ruta como moderada, pues a mi modo de ver, no presenta ninguna dificultad técnica, aunque si necesita de buena forma física y estar habituado a este tipo de escenarios.