A orillas del Porcia

Durante esta ruta descubrirás el entorno de la desembocadura del río Porcía. Un río del occidente asturiano en cuya desembocadura, a lo largo de los años, han ido desarrollando múltiples y variadas actividades los vecinos de Porcía y El Franco.
La ruta comienza y termina en el pueblo de El Franco, donde su población estuvo durante muchos años ligada al mar y al campo y donde a día de hoy aún pervive la ganadería a pesar del incremento de la actividad turística. Comenzaremos a caminar al lado de sus antiguas escuelas, las cuales ya hace años que no albergan clases.
Recorreremos el pueblo hasta cruzar la carretera N-634, la cual lo separa de La Atalaya, cuyo nombre ya nos recuerda hacia donde nos dirigimos. Nos adentramos en un barrio donde a pesar de perdurar alguna antigua edificación, podremos observar como en su mayoría es todo nueva edificación. Caminando por entre sus casas nos acercaremos a la Punta de la Atalaya o Mirador de la Atalaya uno de los principales reclamos turísticos de la zona hoy en día junto con la Playa de Porcía, la cual visitaremos a continuación y en donde se mezclan el hoy y el ayer.
En la playa de Porcía observaremos los restos del antiguo cargadero de mineral de hierro. Antes de ser una playa conocida por sus seguras y cristalinas aguas, el estuario de Porcía era el lugar de fondeo de los barcos en los que se cargaba el mineral de hierro extraído en sus cercanas minas. Aquí se hundió en 1928 el carguero de bandera holandesa Valkenburg cargado de mineral de hierro.
Si seguimos el curso del río, llegaremos a Porcía, donde encontraremos el primero de los molinos que valiéndose de sus aguas, fue vital para los lugareños. Hasta aquí bajaban desde El Franco a moler maíz.
Al lado del molino encontramos la Capilla de Porcía, cercana a la Alameda, y donde cada 8 de septiembre se viene celebrando la Romería de los Remedios, una romería asturiana a la que acuden todas las familias de El Franco, Porcía y otros pueblos colindantes.
Ahora si pasaremos por los restos de las minas de hierro que, aunque ya los íberos y sobretodo los romanos habían explotado, se trabajaron con métodos modernos desde 1876. Su mineral era extraído y cargado en barcos a través del cargadero de la Playa de Porcía. La mina fue desmantelada entre los años 1965 y 1970.
Más adelante nos encontraremos en el Rabote, donde se encuentra el segundo de los molinos que alberga este tramo del río Porcía, el cual a día de hoy aún se encuentra en funcionamiento.
De regreso ya a El Franco, nos encontraremos con la "Senría" unos campos a las afueras del pueblo, donde los vecinos plantaban y cultivaban maíz, hierba, patatas... poco queda ya de aquello, ya que hoy en día en su mayoría se utilizan para abastecer de hierba a las cada vez más escasas ganaderías que quedan en el pueblo.