A por flores silvestres por las sendas de Josetxo Mayor en Ulia (1).
near Ategorrieta, País Vasco (España)
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Antes de hablar de las flores silvestres de Ulia, es justo tener un recuerdo para el buenazo y popular Josetxo Mayor que gracias a su ingente labor de acondicionamiento y recuperación de sendas y senderos del monte Ulia, hoy podemos buscar flores silvestres por sus caminos en condiciones seguras.
Así que este reportaje sirva de pequeño homenaje a Josetxo que nacido en Zemoria, en las faldas del monte, recordaba que antes la gente sólo paseaba por la parte alta de Ulía, la carretera y la pista que va a la antena, porque los caminos habían desaparecido.
Josetxo empezó en 1986 a limpiar y acondicionar caminos, y fruto de su enorme trabajo ha sido capaz de abrir una red de senderos que comunican todas las zonas de Ulía.
Los asiduos al parque de Ulía llegamos a conocer al que conocía sus caminos mejor que nadie.
Josetxo se dedicó durante más de 30 años a limpiar y recuperar los caminos del monte Ulía, al principio los “findes” y ya jubilado, todos los días hasta cumplidos los 80.
Todavía me acuerdo cuando en mis innumerables caminatas mañaneras me topaba con él en plena faena y dejaba sus herramientas para contarte amena y amigablemente lo que estaba haciendo mientras encendía un cigarrillo y echaba un trago de la botellita de vino que sacaba de entre la maleza y así de paso se tomaba su pequeño respiro.
Se recogen imágenes de varios de los tramos de pasos de escalera que acondicionó con un generoso esfuerzo para su edad y siempre con sus inseparables herramientas manuales: azada, rastrillo, escoba, cincel, martillo...
Desbrozaba, desmontaba piedras, las cortaba, las daba forma, las colocaba de nuevo... y así construyó infinidad de escaleras, por las que ahora en varias excursiones voy a descubrir y fotografiar cantidad de flores silvestres.
Una de las veces Josetxo me habló sobre uno de los tramos que más le había intrigado, más emocionante y con más historia para él.
Llevaba tiempo pensando que le faltaba un tramo de camino cuando descubrió la larga calzada empedrada que estaba totalmente cubierta de maleza, en la que sobre la base de un pitón de roca erosionada de la calzada alguien colocó una placa: Avenida Josetxo.
Por esta calzada se transportaba la arenisca procedente de las canteras de la zona, piedras con las que se construyeron muchos de los edificios del barrio de Gros, incluida la iglesia de San Ignacio.
Y las sacaban en carros de bueyes que no tenían ruedas, eran una especie de trineos. En la parte superior de este tramo empedrado, donde empieza la calzada, en algunas rocas del borde del camino se pueden apreciar una especie de raíles tallados en la piedra: por ahí se deslizaban los carros.
Gracias a Josetxo, el camino Talaia que viene del Faro de la Plata puede seguir por media ladera hasta la punta de Monpas, sin tener que desviarse a la carretera de la zona alta de Ulía.
Así se completó un precioso itinerario costero entre Pasaia y Donostia, señalizado con las marcas rojas y blancas del GR-121 (Gran Recorrido). Y también se pueden dar paseos breves por los caminitos que serpentean entre los bosques del monte.
Josetxo conocía tan bien Ulía que se sabía hasta la biografía de los pedruscos.
Conocía también la vida y milagros de cada árbol: olmos, abedules, robles, madroños, pinos, hayas...que algunos limpió de sus zarzas y otros plantó.
Por su incalculable labor de dedicación al monte, Josetxo recibió la medalla al mérito ciudadano de la ciudad, y un homenaje del Club Vasco Camping.
La Fundación Cristina Enea en 2014 organizó una exposición dedicada a Josetxo Mayor en el Centro de Interpretación de Ulía, en la que recogió fotografías sobre su trabajo, y un breve documental sobre Josetxo.
Falleció en Donostia el 26 de abril de 2017, a la edad de 83 años.
Ahora si que puedo empezar a hablar de las abundantes y variadas flores silvestres que nos encontraremos al caminar por esas sendas y senderos recuperados por Josetxo.
Tras finalizar la búsqueda de armerias euscadiensis por Ulia, inicio el de otras flores silvestres en el mismo monte y limitado también a 2 horas.
Así como no era fácil encontrar las Armerias Euscadiensis, por estar muchas veces ubicadas en acantilados y barrancos de difícil acceso, no ocurre lo mismo con las flores silvestres, que se encuentran a ambos lados de las numerosas sendas y senderos del monte Ulia.
Para poder verlas lo único que tenemos que hacer es disminuir el ritmo de la marcha, fijándonos en los bordes del camino. Nos sorprenderá encontrar semejante variedad de flores y colores: todo un jardín floral y cerca de casa.
Y sin necesidad de alejarnos de los caminos y senderos que se inician en el Reloj de Ategorrieta (trazado antiguo tranvía) o barrio de Gros, en la casa de Cultura de Okendo, hasta la cima de Ulia, incluyendo las decenas de sendas por las que te puedes encontrar una vez que se ha llegado al aparcamiento de coches.
Muy recomendable también para familias con niños que han llegado en coche, y personas mayores que solo quieren respirar aire puro a la sombra de la abundante arboleda en plena naturaleza durante unos cientos de metros.
Decir además que hay infinidad de flores en cualquiera de las tres travesías para llegar al Faro de la Plata: litoral balizada por el CVCE (no recomendado para los no habituados a caminar por el monte), la tradicional Talaia a media ladera (asequible para el público en general), y la que desde el alto de Ulia pasa por la ikastola Herri Ametza y fuerte Almirante (también fácil).
Aconsejable llevar cámara o el mismo teléfono móvil para obtener imágenes y luego identificarlas con alguna Guía de flores de Euskal Herria.
A mi me ha sido bastante útil la de Joana Garcia que me ha ayudado a clasificar e identificar muchas de las flores silvestres encontradas en nuestro querido monte Ulia.
Fruto de estas agradables excursiones por la naturaleza, he seleccionado de los cientos de fotos tomadas, varias decenas que iré publicando en diferentes entregas.
Aquí va la primera. Y que me perdonen los botánicos y expertos en flores, por si hubiera alguna errata en su identificación, que va con los nombres científicos y comunes en castellano.
Empiezo por la más emblemática del monte, la Armeria Euscadiensis, y con doble imagen.
Soy tan solo un amante de la naturaleza y algo aficionadillo a las plantas, pero no especialmente, que gracias a la llegada del voraz COVID-19, he podido llevar a cabo esta afición que tenía pendiente, tan cerca de casa y además alejado del bichito, pues en mi franja horaria apenas me encontré con 6 personas en cada salida.
TODO UN LUJO!!! viendo la cantidad de gente que se movía por la ciudad con la limitación de espacio en aceras y bidegorris, que les impedía mantener la distancia mínima de seguridad.
El departamento de Movilidad del consistorio donostiarra, una vez más en fuera de juego, sin haber puesto en marcha prácticamente ninguna de las acciones drásticas y urgentes contenidas en el escrito que el pasado 14 de abril la Asociación ciclista Kalapie envió al ayuntamiento.
SEGUIREMOS INSISTIENDO AL SER UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA DE PRIMER INDOLE!!!
El reportaje fotográfico recoge fundamentalmente detalles de los caminos recuperados por Josetxo e imágenes de algunas de sus características flores silvestres que se ampliarán con otras 4 excursiones que a pie o e-bike/pie, he realizado por este monte tan familiar para muchos de nosotros.
En total se han identificado alrededor de 50 flores silvestres en el monte Ulia, con la ayuda de la Guía de Flores de Euskal Herria de Joana García, de la editorial Sua; unas 10 por cada una de las 5 excursiones.
Pero hay bastantes más, y algunas nuevas, que irán saliendo a lo largo del verano.
Las 5 excursiones de flores silvestres por Ulia las plasmó mi tocayo Bengoa en un magnífico reportaje de su blog Donosti City, con una buena selección y montaje de bellas imágenes jugando a buscar flores por Ulia.
Así que este reportaje sirva de pequeño homenaje a Josetxo que nacido en Zemoria, en las faldas del monte, recordaba que antes la gente sólo paseaba por la parte alta de Ulía, la carretera y la pista que va a la antena, porque los caminos habían desaparecido.
Josetxo empezó en 1986 a limpiar y acondicionar caminos, y fruto de su enorme trabajo ha sido capaz de abrir una red de senderos que comunican todas las zonas de Ulía.
Los asiduos al parque de Ulía llegamos a conocer al que conocía sus caminos mejor que nadie.
Josetxo se dedicó durante más de 30 años a limpiar y recuperar los caminos del monte Ulía, al principio los “findes” y ya jubilado, todos los días hasta cumplidos los 80.
Todavía me acuerdo cuando en mis innumerables caminatas mañaneras me topaba con él en plena faena y dejaba sus herramientas para contarte amena y amigablemente lo que estaba haciendo mientras encendía un cigarrillo y echaba un trago de la botellita de vino que sacaba de entre la maleza y así de paso se tomaba su pequeño respiro.
Se recogen imágenes de varios de los tramos de pasos de escalera que acondicionó con un generoso esfuerzo para su edad y siempre con sus inseparables herramientas manuales: azada, rastrillo, escoba, cincel, martillo...
Desbrozaba, desmontaba piedras, las cortaba, las daba forma, las colocaba de nuevo... y así construyó infinidad de escaleras, por las que ahora en varias excursiones voy a descubrir y fotografiar cantidad de flores silvestres.
Una de las veces Josetxo me habló sobre uno de los tramos que más le había intrigado, más emocionante y con más historia para él.
Llevaba tiempo pensando que le faltaba un tramo de camino cuando descubrió la larga calzada empedrada que estaba totalmente cubierta de maleza, en la que sobre la base de un pitón de roca erosionada de la calzada alguien colocó una placa: Avenida Josetxo.
Por esta calzada se transportaba la arenisca procedente de las canteras de la zona, piedras con las que se construyeron muchos de los edificios del barrio de Gros, incluida la iglesia de San Ignacio.
Y las sacaban en carros de bueyes que no tenían ruedas, eran una especie de trineos. En la parte superior de este tramo empedrado, donde empieza la calzada, en algunas rocas del borde del camino se pueden apreciar una especie de raíles tallados en la piedra: por ahí se deslizaban los carros.
Gracias a Josetxo, el camino Talaia que viene del Faro de la Plata puede seguir por media ladera hasta la punta de Monpas, sin tener que desviarse a la carretera de la zona alta de Ulía.
Así se completó un precioso itinerario costero entre Pasaia y Donostia, señalizado con las marcas rojas y blancas del GR-121 (Gran Recorrido). Y también se pueden dar paseos breves por los caminitos que serpentean entre los bosques del monte.
Josetxo conocía tan bien Ulía que se sabía hasta la biografía de los pedruscos.
Conocía también la vida y milagros de cada árbol: olmos, abedules, robles, madroños, pinos, hayas...que algunos limpió de sus zarzas y otros plantó.
Por su incalculable labor de dedicación al monte, Josetxo recibió la medalla al mérito ciudadano de la ciudad, y un homenaje del Club Vasco Camping.
La Fundación Cristina Enea en 2014 organizó una exposición dedicada a Josetxo Mayor en el Centro de Interpretación de Ulía, en la que recogió fotografías sobre su trabajo, y un breve documental sobre Josetxo.
Falleció en Donostia el 26 de abril de 2017, a la edad de 83 años.
Ahora si que puedo empezar a hablar de las abundantes y variadas flores silvestres que nos encontraremos al caminar por esas sendas y senderos recuperados por Josetxo.
Tras finalizar la búsqueda de armerias euscadiensis por Ulia, inicio el de otras flores silvestres en el mismo monte y limitado también a 2 horas.
Así como no era fácil encontrar las Armerias Euscadiensis, por estar muchas veces ubicadas en acantilados y barrancos de difícil acceso, no ocurre lo mismo con las flores silvestres, que se encuentran a ambos lados de las numerosas sendas y senderos del monte Ulia.
Para poder verlas lo único que tenemos que hacer es disminuir el ritmo de la marcha, fijándonos en los bordes del camino. Nos sorprenderá encontrar semejante variedad de flores y colores: todo un jardín floral y cerca de casa.
Y sin necesidad de alejarnos de los caminos y senderos que se inician en el Reloj de Ategorrieta (trazado antiguo tranvía) o barrio de Gros, en la casa de Cultura de Okendo, hasta la cima de Ulia, incluyendo las decenas de sendas por las que te puedes encontrar una vez que se ha llegado al aparcamiento de coches.
Muy recomendable también para familias con niños que han llegado en coche, y personas mayores que solo quieren respirar aire puro a la sombra de la abundante arboleda en plena naturaleza durante unos cientos de metros.
Decir además que hay infinidad de flores en cualquiera de las tres travesías para llegar al Faro de la Plata: litoral balizada por el CVCE (no recomendado para los no habituados a caminar por el monte), la tradicional Talaia a media ladera (asequible para el público en general), y la que desde el alto de Ulia pasa por la ikastola Herri Ametza y fuerte Almirante (también fácil).
Aconsejable llevar cámara o el mismo teléfono móvil para obtener imágenes y luego identificarlas con alguna Guía de flores de Euskal Herria.
A mi me ha sido bastante útil la de Joana Garcia que me ha ayudado a clasificar e identificar muchas de las flores silvestres encontradas en nuestro querido monte Ulia.
Fruto de estas agradables excursiones por la naturaleza, he seleccionado de los cientos de fotos tomadas, varias decenas que iré publicando en diferentes entregas.
Aquí va la primera. Y que me perdonen los botánicos y expertos en flores, por si hubiera alguna errata en su identificación, que va con los nombres científicos y comunes en castellano.
Empiezo por la más emblemática del monte, la Armeria Euscadiensis, y con doble imagen.
Soy tan solo un amante de la naturaleza y algo aficionadillo a las plantas, pero no especialmente, que gracias a la llegada del voraz COVID-19, he podido llevar a cabo esta afición que tenía pendiente, tan cerca de casa y además alejado del bichito, pues en mi franja horaria apenas me encontré con 6 personas en cada salida.
TODO UN LUJO!!! viendo la cantidad de gente que se movía por la ciudad con la limitación de espacio en aceras y bidegorris, que les impedía mantener la distancia mínima de seguridad.
El departamento de Movilidad del consistorio donostiarra, una vez más en fuera de juego, sin haber puesto en marcha prácticamente ninguna de las acciones drásticas y urgentes contenidas en el escrito que el pasado 14 de abril la Asociación ciclista Kalapie envió al ayuntamiento.
SEGUIREMOS INSISTIENDO AL SER UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA DE PRIMER INDOLE!!!
El reportaje fotográfico recoge fundamentalmente detalles de los caminos recuperados por Josetxo e imágenes de algunas de sus características flores silvestres que se ampliarán con otras 4 excursiones que a pie o e-bike/pie, he realizado por este monte tan familiar para muchos de nosotros.
En total se han identificado alrededor de 50 flores silvestres en el monte Ulia, con la ayuda de la Guía de Flores de Euskal Herria de Joana García, de la editorial Sua; unas 10 por cada una de las 5 excursiones.
Pero hay bastantes más, y algunas nuevas, que irán saliendo a lo largo del verano.
Las 5 excursiones de flores silvestres por Ulia las plasmó mi tocayo Bengoa en un magnífico reportaje de su blog Donosti City, con una buena selección y montaje de bellas imágenes jugando a buscar flores por Ulia.
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