A.R.Aliseda-Senderos del río Campana, Estrecho de Miranda y Molino del Batán-Acequia del Salto Padilla. P.N.Despeñaperros.

Para poder realizar esta ruta se puede acceder a ella a través de la carretera comarcal JA-7100 que se toma desde la Autovía de Andalucía A4 en las salidas 258 o 266. A cinco kilómetros de la localidad de Santa Elena encontramos el área recreativa La Aliseda, donde aparcaremos para hacer esta recomendable ruta.

ÁREA RECREATIVA LA ALISEDA:

La Aliseda es un paraje de gran valor paisajístico, situado en un valle en las estribaciones meridionales de Sierra Morena, justo al lado del Parque Natural de Despeñaperros.

El área recreativa, una de las más concurridas de la provincia, es visitada por numerosas personas cada fin de semana que se desplazan a disfrutar de la naturaleza y pasar un día de campo.

La Aliseda por su situación, defendida de los vientos el Norte por la cordillera de Sierra Morena, por sus condiciones orográficas y debido a que todo el terreno está plagado de abundante vegetación que contribuye a la continua oxigenación atmosférica en este lugar, se disfruta de un privilegiado microclima.

En el entorno del área recreativa crecen gran variedad de plantas aromáticas y hermosos árboles de especies diferentes, como los pinos, encinas, alcornoques, castaños, sauces, abundando el aliso de donde toma el nombre este lugar. También discurre un pequeño río de aguas cristalinas sobre un lecho pedregoso llamado “La Campana”.

La ribera del arroyo de La Campana, es un espacio que se transforma según las estaciones, así, los árboles, beneficiados por una mayor humedad, son de hoja caduca, variando sus volúmenes y colores en cada momento. En otoño proliferan setas y hongos en el suelo y en troncos caídos.

En el monte público de La Aliseda, se encuentra el Centro de cría del lince ibérico La Olivilla, integrado en la estrategia puesta en marcha por las administraciones públicas para recuperar esta especie en grave peligro de extinción.

A principios del siglo XX existió en La Aliseda un afamado balneario de aires románticos, del que quedan en pie algunos restos de las edificaciones, que era visitado por personas importantes de toda España, atraídos por el atractivo de sus paisajes y la calidad de las aguas ferruginosas de sus manantiales. Casi al final de la ruta visitaremos las ruinas de este balneario.

Cruzaremos el RÍO CAMPANA por el PUENTE DE LOS SUSPIROS y comenzaremos en sentido inverso el SENDERO DEL RÍO DE LA CAMPANA.

SENDERO SEÑALIZADO RÍO DE LA CAMPANA:

Este corto sendero se inicia fuera de la superficie protegida del Parque Natural Despeñaperros, en el Área Recreativa de La Aliseda, gestionada por el Ayuntamiento de Santa Elena.


Es un cómodo paseo por la ribera del río de la Campana que está especialmente indicado en invierno y primavera, estaciones en las que el cauce lleva agua.

Conoceremos La Aliseda, la cual atrajo la atención de naturalistas y terapeutas por el atractivo del paisaje y la calidad de las aguas de sus manantiales. Ahora el lugar se conserva en su pureza natural, abriéndose al disfrute de las numerosas personas que aprovechan sus instalaciones públicas.

La especie arbórea más abundante en el monte Público de la Aliseda es el Pino Resinero. También posee dos masas aisladas de Pino de Monterrey, debido a las repoblaciones realizadas entre los años 1940 y 1970. Otra especie de pino que se encuentra en el monte es el pino Piñonero. Su presencia es fruto de las repoblaciones efectuadas en 1982 tras el incendio que se produjo durante este año. Acompañando a los pinares podemos observar otros árboles, de la familia de las quercíneas: el alcornoque, la encina y puntualmente el rebollo.

En todo el monte y entremezcladas con las especies mencionadas se encuentran especies arbustivas, como la jara pringosa, el romero, y espectaculares madroños. En las zonas de Ribera habitan los alisos, los fresnos y los olmos.

En el monte público de la aliseda se realizan diferentes aprovechamientos: corcheros, apícolas, cinegéticos, de piñón, ganaderos y madereros (resultado de los tratamientos selvícolas de mejora del pinar).

El sendero discurre por una antigua VÍA ROMANA. Pasaremos por debajo del PUENTE DE SANTA ELENA, justo a lado veremos un magnífico FRESNO CENTENARIO, de gran porte y de tronco hueco.

Tras pasar el puente encontraremos el mayor afloramiento de andalucita de toda la comunidad autónoma, denominado como Georecurso de Andalucita de La Aliseda. Se trata de un silicato de aluminio, un polimorfo, que tiene los tetraedros de sílice aislados y se desarrolla en ámbitos donde hay altas temperaturas. La formación del mineral se produce por las temperaturas de la zona ya que “la presión no tiene por qué ser un factor dominante, si la presión alcanza otros valores se formarían otros minerales a partir de la misma composición química.


Siguiendo el cómodo sendero dejaremos a la derecha una intersección donde un poste informativo nos indica el sendero que conduce al Centro de Visitantes Llanos de las Américas. No fuimos a este centro por encontrarse cerrado por la COVID-19.

Un poco después enlazaremos con el SENDERO DE LOS ESTRECHOS DE MIRANDA.

SENDERO SEÑALIZADO LOS ESTRECHOS DE MIRANDA:

El Sendero de uso público Los Estrechos de Miranda es el nexo de unión entre el centro de visitantes Llano de las Américas y otros equipamientos de uso público del Parque Natural Despeñaperros; un sendero que nos permitirá adentrarnos en el parque sin necesidad de desplazarnos en vehículo.

El delicado sonido del correr de sus aguas y el canto incesante de la infinidad de aves que habitan su ribera nos acompañarán durante un kilómetro. Una encrucijada de caminos a la que llegaremos nos permite nuevamente dibujar nuestra visita a libre elección. Si tiramos hacia la derecha podremos visitar la población de Prados del Rey, surgida alrededor de una casa de postas y que luego se convertiría en uno de los característicos poblados de colonización de la época de Carlos III. Aunque hoy en día la mayoría de su caserío se encuentra destinado a residencia vacacional, aún se pueden observar viejas casas de aquella época. Nosotros no fuimos a Prados del Rey.


Si desde la encrucijada de caminos decidimos girar hacia la izquierda, comenzaremos el sendero Molino del Batán, junto a una ESCUELA DE EQUITACIÓN, que nos permitirá visitar la parte más occidental del Parque Natural Despeñaperros.

Continuaremos cruzando el ARROYO DE LAS BAÑAS (seco) y posteriormente el ARROYO DE LAS NOGUERAS. Junto a este último arroyo se encuentra la ESCUELA DE LA NATURALEZA DE LAS NOGUERAS.

SENDERO SEÑALIZADO MOLINO DEL BATÁN:

El atractivo de este sendero es el contraste de la vegetación. De los encinares del inicio al eucalipto de gran porte que marca la ENTRADA DEL PARQUE NATURAL DESPEÑAPERROS, junto a LA BARRERA, pasando especialmente por la vegetación de ribera.


Descubriremos parajes agrestes y paisajes representativos de Despeñaperros, donde el pulso de la naturaleza - flora, fauna, hidrografía, geología... - late aún con fuerza, y la obra humana se percibe más como reto histórico en pos de la convivencia que del dominio.

VEGETACIÓN DE RIBERA:

Al hablar de las formaciones vegetales de ribera, siempre solemos pensar por defecto en los alisos, fresnos, álamos, olmos, sauces y mimbreras; esto es, en las especies arbóreas. Pero tanto o más importantes son las especies de porte arbustivo, que además de contar con un indudable valor ecológico, presentan una función de vital importancia: contener las avenidas típicas durante las épocas del año con más precipitaciones.

Veremos:

El Junco, la especie más hidrófila que ocupa la primera línea cercana al agua, dando cobijo a numerosas especies de anfibios.

El Tamujo, especie que habita únicamente la península Ibérica, siendo Sierra Morena, su principal área de distribución. Es un arbusto de hoja caduca, frutos de color rojo y espinas rígidas que ha sido utilizado para hacer escobas, construcciones de corrales y como planta tintórea de donde proviene su nombre científico.

El Majuelo o majoleto, comúnmente conocido como espino, de hojas lobuladas muy características. En primavera se llena de florecillas blancas y frutos de color verde que tornan a rojizos al madurar en otoño y que son comestibles. Su madera, muy resistente, es utilizada para fabricar todo tipo de herramientas.

La adelfa, que da colorido al sotobosque, con su esbeltez y sus grandes flores rosadas y blancas. Está adaptada a vivir en suelos tanto con agua en invierno como secos en verano. La ingesta de sus hojas resulta altamente tóxica.

Entre todas ellas podrás descubrir otras especies como rosales silvestres, zarzas y tarajes, así como especies trepadoras como la hiedra, la vid silvestre y la madreselva; cuyos frutos y flores dan colorido a este frágil ecosistema.

El carril carretero comienza a descender radicalmente hasta llegar al cauce del ARROYO DEL BATÁN. Nosotros hicimos un pequeño recorte que no recomendamos; es mejor seguir la pista hasta el Aljibe. Junto al aljibe que se utiliza contra incendios, nos desviaremos por un serpenteante sendero que discurre paralelo al arroyo hasta alcanzar el MOLINO DEL BATÁN.

MOLINO DEL BATÁN:

Sólo ruinas quedan ya de este ingenio y, sin embargo, se trata del mejor conservado de su tipo. Construido con la abundante pizarra de la zona, constaba de una torre pozo por donde entraba el agua. La fuerza de este flujo era la que imprimía el movimiento a la maquinaria. Si lo que movía eran mazos con los que golpear tejidos (batán) o piedras de moler grano (molino) es un dilema sobre el que los historiadores no terminan de ponerse de acuerdo.

Tampoco hay acuerdo en su antigüedad, aunque se cree que data de los siglo XVII o XIX, algunos historiadores defienden la existencia en la zona de estas construcciones en la Edad Media. Lo que parece claro es que molinos y batanes estuvieron funcionando durante largo tiempo a lo largo del Arroyo de los Molinos.

Aguas arriba, con acceso difícil, se encuentran los restos de un molino que conserva las piedras de moler (muelas) con las que convertían el grano en harina. Los batanes aprovechaban la fuerza del agua para accionar unos mazos que golpeaban el tejido recién hilado para compactarlo y limpiarlo de las impurezas que se les adherían en el proceso de fabricación (grasa, polvo y otros elementos).

En un escrito del siglo XVIII 8el fuero de las Navas Poblaciones) se habla de la construcción de nuevos molinos harineros en la zona de Miranda del Rey, concretamente en la zona del Batán; y también de un batán doble junto a un telar, donde se elaborarían paños para vestir a la tropa de su majestad.

El arroyo del Batán tiene en su cabecera formaciones de alisos y fresnos e incluso musgos sobre la roca. En el fondo del barranco que surca este arroyo, oculto por la vegetación, se encuentran las ruinas de lo que parece ser un antiguo molino árabe.

Una vez visitado el molino o batán, con sus fotos de rigor, iniciaremos el único fuerte ascenso de esta ruta por un sendero. Tras casi coronar el Collado de las Eras , el sendero desciende suavemente para llagar al NACIMIENTO DEL SALTO DE PADILLA. Se trata de un manantial que surge en el contacto entre un bloque de cuarcita armoricana de apenas 0,12 km2 de afloramiento y las pizarras del Ordovícico medio.


Su caudal de entre 3 y 5 l/s y su continuidad a lo largo de todo el año hacen pensar en una conexión hidráulica de ese bloque con el conjunto de cuarcitas de la Cuerda de Despeñaperros posiblemente mediante fallas no observables claramente en superficie.
Una de las surgencias se relaciona con el núcleo de un bonito pliegue anticlinal, que suele ser una zona fracturada, por lo que permite con mayor facilidad el flujo del agua.

Al igual que el Salto del Fraile, las surgencias están captadas para el abastecimiento a La Carolina.

El agua de este manantial tiene unas características químicas que le confieren un carácter bicarbonatado magnésico-sódico, muy pobremente mineralizada y pH ácido (6,2).

Al Nacimiento se puede entrar por una puerta metálica en una caseta que da paso a una especie de cueva, con un largo y oscuro pasadizo. Cuidado con las arañas. Algo más abajo hay otra edificación con una especie de pozo para captar y canalizar el agua.

Seguiremos por el sendero de la acequia del salto de padilla, que llanea, hasta alcanzar la encrucijada de caminos por la que pasábamos al comienzo del descenso. Ahora tomaremos la pista que se dirige a la Aliseda. Esta pista va por la cuerda de varios cerros obteniendo unas magníficas panorámicas. Saldremos por una barrera del Parque Nacional de Despeñaperros rodeados de bosques de alcornoques; pasaremos por un collado de Montaña entre el CERRO QUIKO Y EL CERRO DE LAS CORRALIZAS

Descenderemos por un bosque de cipreses junto al ARROYO DE LOS MENDIGOS. Después giraremos bruscamente a la izquierda por un pronunciado ascenso sobre un cortafuegos que nos conducirá a las LOMILLAS DE LOS MENDIGOS. Un par de subibajas y llegaremos al COLLADO DEL CHAPARRO. Aquí tomaremos el CAMINO DEL COLLADO DEL CHAPARRO que atraviesa un extenso jaral de jara pringosa.

Tras pasar unos panales de abeja nos introduciremos en un frondoso pinar de reforestación, que en suave descenso nos conducirá a las RUINAS DEL BALNARIO DE LA ALISEDA, del que hablábamos al comienzo de la descripción. Proseguiremos por un sendero, que en paralelo a la carreta y tras pasar varias albercas; una de ellas de gran tamaño a modo de piscina que creemos podría pertenecer al balneario, llegaremos al PUENTE DE LA CAROLINA, de similar construcción al de Santa Elena. Desde aquí tomamos el Sendero GR 48, que se encuentra en mal estado y que circula en paralelo al Río de la Campana; pudiendo disfrutar, nuevamente, del BOSQUE DE RIBERA, con magníficos ejemplares de Alisos , fresnos, álamos…

Por este sendero llegaremos al ÁREA RECRATIVA LA ALISEDA, junto a un antiguo lavadero y un gran embalse, desde donde partía esta muy recomendable ruta. Es nuestra primera incursión en el Parque de Despeñaperros y nos ha impresionado bastante; seguro que volveremos, ya pensamos en la próxima ruta.

Agradecimientos a avhinojosa por su ruta que hemos seguido para hacer la nuestra. Parte de la descripción ha sido extraída de la VENTANA DEL VISITANTE de la Junta de Andalucía y de los propios carteles informativos encontrados durante el recorrido.