ABRIGOS RUPESTRES DE FRESNEDO PR AS 158
near Fresnedo, Asturias (España)
Viewed 17480 times, downloaded 607 times
Trail photos
Itinerary description
Waypoints
ABRIGO DE COCHANTORIA
El acceso se realiza ayudados por una cuerda, puesto que está colgado sobre el precipicio de La estrechura. Este primer refugio cuenta con representaciones capriformes y varios signos.
ABRIGO DE EL PASU
Siguiendo el ascenso, tras un paso sobre el desfiladero y avistando ya la carretera de Páramo a nuestros pies y el Pico Ferreirúa al fondo, se llega al abrigo de La Cuesta El Paso , donde aparecen de manera muy esquemática representaciones de cápridos.
ABRIGO DEL GANADO
Desde la Cuesta El Paso se gira hacia el este y, tras pasr un pequeño espolón rocoso, se llega a la Cueva del Ganado, donde hay varias representaciones antropomorfas y de ídolos; muy cerca de las pinturas está la gran cueva, de unos 35 metros de ancho,20 de alto y otros tantos de fondo.
FRESNEDO
El camino de regreso es el mismo hasta el punto donde un cruce nos indica la dirección hacia Fresnedo.
Comments (2)
You can add a comment or review this trail
I have followed this trail View more
Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Bonita ruta y fácil de seguir. Sencilla para principiantes salvo por un tramo de bastante pendiente entre suelo rocoso.
I have followed this trail verified View more
Information
Easy to follow
Scenery
Experts only
Acabo de realizar esta ruta, el 9/06/23 y todavía me palpita el corazón. No sé quién consideró que era fácil, ya solo por la increíble pendiente de todo el camino no lo sería, así como por las indicaciones tanto de esta ruta como físicas en el terreno que son carteles y marcas pintadas en rocas no unidas por ningún sendero y que si tienes suerte puedes visualizar a lo lejos. Os puedo contar mi experiencia, vais a flipar.
La vegetación se ha comido la senda pero sinceramente dudo que alguna vez haya habido algo más que unos caminos de animales, en concreto cabras, hay muchas.
Comienza con una subida monte a través por un terreno de rocas afiladas con grietas profundas cubiertas por vegetación en las cuales me sorprende no haberme roto una pierna las 50 veces que me he colado. Llegamos a la primera pintura rupestre o eso ponía ya que no la he visto porque no tenía un transbordador espacial ni un jet-pack para volar (ni tampoco material de escalada), comienza la auténtica escalada sin arnés por roca viva, necesitando las 4 extremidades para avanzar y atravesando, entre acantilado y acantilado, bosques de rosales silvestres por caminos embarrados. Tras cruzar a tientas varias pwndientes de roca, yendo y viniendo para evitar cortes abruptos y ya con varios cortes en manos y piernas he conseguido llegar a la pintura rupestre, el abrigo del pasu, las otras dos estaban cerca pero no me he atrevido a seguir porque lo estaba pasando mal y por miedo a mi muerte. He decidido volver y, dado lo malo que había sido el camino de ida he cometido el terrible error de pensar que el de vuelta sería mejor, nada más lejos de la realidad.
He tenido que descolgarse de cornisas, saltar de piedra en piedra, agarrarme a matorrales con espinas para no caer, una roca suelta se ha caído a 10 cm de mi pie y tengo mucha mucha suerte de no ser uno de los múltiples huesos de animales que he visto durante la ruta. Las rocas son escarpadas y cortantes, de muy poca superficie y hay que ir saltando de una en una. Algunos leerán esto y pensarán que me salí del trazado (no digo senda porque senda no hay) pero no es así, me he salido pero porque muchos puntos eran más difíciles por la ruta establecida, además muchos de los tramos a los que me refiero están en la línea verde.
Para seguir el paseo fácil, y cuando ya daba gracias porque se había terminado la roca, el trazado se mete en un bosque de arbusto alto tupido que he tenido que ir golpeando como si fuera yo rambo y mi palo un machete, y ¡sorpresa! vuelven las rocas dentro del bosque que sigue con una pendiente bestial pero esta vez cubiertas en su totalidad por zarzas y rosales que se alternan con un suelo embarrado cubierto de ortigas.
La tarde campestre finaliza bajando un prado, volviendo al bosque, atravesando un riachuelo POR DENTRO del cauce (podéis comprobar cómo el trazado lo cruza pero ya vienes caminando por una rambla con agua) y abriendo ilegalmente una puerta para que no se escapen las vacas.
Luego besas el asfalto en Fresnedo y ya lloras todo lo que no has podido por la adrenalina del camino.
Iba solo, es una imprudencia decir que esta ruta es fácil, yo tengo 28 años pero estuve a punto de ir con mis padres la semana pasada.
Cosas buenas el paisaje es precioso, ves animales (cabras, buitres, caracoles, babosas...) y pinturas rupestres pero creo que una vez muerto no los hubiese apreciado bien, así que no me merece la pena. Otra cosa buena es que después de esta experiencia terrible mi vida diaria va a parecerme una auténtica ruta fácil.
Que este comentario quede como advertencia. Saludos.