Acantilado de Barbate

El recorrido se puede hacer lineal, desde Barbate a Caños de Meca y viceversa, o bien, desde cualquiera de estos dos puntos hasta la Torre del Tajo y vuelta al mismo lugar. Así pues, para disfrutar de este itinerario tenemos varias opciones.
1ª. Iniciarla, como se reseña en este enlace, en el aparcamiento situado junto a la carretera A-2233.
2ª. Comenzar en la playa de La Hierbabuena, junto al puerto de Barbate.
3ª. Invertir el recorrido iniciándolo en Los Caños de Meca.
En todo caso el camino discurre bordeando el impresionante acantilado desde el que se observa las vecinas poblaciones de Barbate, Caños de Meca, el tómbolo del Faro de Trafalgar y en días claro la costa africana.
Un espeso bosque de pinos piñoneros (pinus pinea) está presente en todo el trayecto, acompañados por acebuches, palmitos, lentiscos, retamas y sabinas. Especialmente interesante resulta contemplar los numerosos ejemplares de enebros costeros que crecen a lo largo de todo el trayecto y cómo la verticalidad de algunos ejemplares de pinos se ha visto condicionada por el viento dominante.
Las paredes del acantilado sirven de refugio para los incontables nidos de gaviotas, grajas y estorninos.
A los pies del escarpe se encuentran numerosos bloques de rocas desprendidos del mismo y que poco a poco serán disgregados por las aguas y el viento.
La alternancia de estratos permeables, formados por calizas y arenas, con los no permeables, margas arenosas, dan lugar a numerosos manantiales que son el origen del nombre con el que se conoce a Caños de Meca.
El recorrido puede hacerse con niños, con los que se tendrá especial cuidado en los lugares no habilitados para la observación del acantilado.