Acantilados de Tacoron (Mar de las Calmas) ISLA EL HIERRO

Ruta por los imponentes Acantilados de Tacoron (Mar de las Calmas) ISLA de EL HIERRO. Esta es una ruta peligrosa por doble motivo: el primer peligro viene de lo alto, por posibles desprendimientos de piedras sueltas que caen sin previo aviso y el segundo es que la segunda mitad del sendero es muy estrecho y resbaladizo con peligro de caída al mar. Por ello recomendamos no arriesgarse salvo que seas experto y asumas personalmente el riesgo.
El sendero empieza junto al aparcamiento de Tacoro’n por la zona habilitada para perros. Se abre paso entre la lava, dirección Este, y está marcado con piedras a ambos lados.
Después de una pequeńa subida nos encontramos al mirar abajo una preciosa charca de aguas transparentes que invita a un relajado baño. No quisimos resistirnos y aceptamos la invitación :):) .
Después del refrescante baño, continuamos hacia el Naciente, aquí la vereda se estrecha, y se adentra en zona peligrosa, pasando justo debajo de un enorme acantilado con muchas rocas sueltas e inestables, …. no logras pasar sin la bendición del acantilado . Si miras abajo es el embate de las olas contra las grandes piedras lo que acongoja.
Después el sendero se ensancha, relajamos nuestra pisada y volvemos a disfrutar del entorno.
El final del recorrido nos guarda una grata e inesperada sorpresa, ….uuaaaauuuhh …UNA CUEVA GIGANTESCA , donde el mar ha formado una diminuta playa de arena rojiza en su interior. (ver fotos ), Nos acercamos y descubrimos unas pisadas exóticas en el suelo arenoso de unos veraneantes peculiares LAS PARDELAS, muy abundantes en esta zona.
Arriba en el techo también hay sorpresa , por su gran altura , su forma abovedada , además de por su color rojizo y negro casi a partes iguales.
El sonido a esta catedral natural, llega por mar, pues las olas ponen la sinfonía que resuena en toda la cavidad.
Felices, Emocionados y con la adrenalina subida al descubrir por sorpresa esta recóndita cueva natural , volvemos sobre nuestros pasos, olvidando en la vuelta el peligro que vive en estos acantilados.