Acebal de Les Llampes - BOSQUE DE PELOÑO - roblón de los Bustiellos
near Beleño, Asturias (España)
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Trail photos
Itinerary description
PARQUE NATURAL DE PONGA
Circular desde el mirador de les Bedules (Beleño) hasta el collado de Pumerín (1515 m), cota máxima del recorrido.
Además del impresionante bosque de Peloño (último de los reductos del UROGALLO), hay importantes masas de acebales y algunos robles centenarios (roblón de los Bustiellos).
Buenas vistas hacia Picos de Europa, Tiatordos, Recuencu y pico Zorru.
BOSQUE DE PELOÑO (Reserva Natural Parcial)
Se trata de la mayor masa forestal del oriente de Asturias y uno de los hayedos mejor conservados de España.
El interior del Monte de Peloño, este inmenso hayedo, alberga una vegetación propia, la que permite la poca luz que dejan pasar los árboles. Los musgos y sobre todo los líquenes proliferan extraordinariamente.
Las 200.000 hayas del bosque de Peloño, en el municipio de Ponga, se visten a la moda: de verde intenso durante la primavera y de un sobrio color pardo en la temporada otoño-invierno. Sus 15 kilómetros cuadrados de vestimenta están protegidos (Reserva Natural Parcial) y lo convierten en un espacio único en España, un enorme parasol que contiene la humedad atmosférica como en pocos lugares. Sus hojas caduciformes le permiten mudar el cromatismo general de todo este vasto espacio y, a la vez, desempeñar un valor ecológico primordial, pues protege el suelo contra la erosión y lo nutre con esencia orgánica.
En principio sombrío, como todo hayedo que se precie, Peloño transmite sin embargo un enorme placer, límpido y luminoso a los sentidos del excursionista humano. Además permite que la fauna autóctona del Principado siga contando con su hábitat predilecto. La sombra y la hojarasca son aquí el mejor baluarte de la vida animal. Las hayas producen un fruto muy nutritivo, el hayuco, que madura entre finales del verano y las primeras fechas del otoño. El hayuco es muy apetecido por el oso pardo, el urogallo, los carboneros, la paloma torcaz y diversas especies de roedores. La población oriental de oso pardo cantábrico sitúa en Peloño su límite occidental de distribución. Peloño también es el núcleo principal de la población de urogallo, conservando numerosos cantaderos en uso. Al mismo tiempo este hayedo es la casa por antonomasia del pico mediano, pájaro carpintero extremadamente raro. Aquí viven también, en las zonas más calizas, importantes poblaciones de rebecos y lobos. Entre las especies de fauna cinegética más significativas abunda el jabalí, el corzo y, en menor medida el venado.
Los brotes de haya son infinitos, están por todas partes, y conviven y se nutren de las hojas muertas y de un cementerio de troncos tumbados y cubiertos de musgo. Los árboles que ya son abuelos presencian con calma este flujo vital que no para, y en su afán contemplativo parece que han perdido el sentido del crecimiento, que se conforman con su altura, y se dedican entonces a enroscarse sobre sí mismos, engordan, se cargan de nudos y crean formas siniestras, en muchos casos auténticas esculturas o totems de la naturaleza boscosa, siempre con autoridad centenaria en medio de la nueva vida.
En el horóscopo celta el haya simboliza a las personas elegantes y prácticas y está vinculada a la diosa madre y a la fecundidad. Una fecundidad que las hayas imponen por decreto natural en un total de 1.507 hectáreas, de las que 1.455 pertenecen a los pueblos de San Juan, Casielles, San Ignacio y Vago. A Peloño le gustan las hayas, y a base de reproducirse y crear un entorno húmedo ha colonizado totalmente el monte que le da nombre, forjándolo a su imagen y semejanza e impidiendo que otros árboles competidores puedan desarrollarse con comodidad. Sólo los robledales parecen resistir en los límites vitales de este gran hayedo que, en último término, resulta ser una especie de gran anfiteatro surcado por multitud de riegas y circundado por sierras altas. El fayeu o hayedo que tapiza el monte Peloño está enmarcado dentro de los límites naturales de una gran depresión circular que forman El Rasu (1.617 m.) al norte, Pileñes (2.021 m.) al sur, Sen de los Mulos (1.056 m.) al este y el Collau Zorro (1.845 m.) al oeste. La hidrografía está protagonizada por los cursos de agua que forman el río Canalita o Canalina, que vierte sus aguas al río Mojizo, afluente del Sella. El bosque, tan bien arropado y sin problemas de abastecimiento, ha sabido hacerse dueño y señor de este bache geológico y condicionar la alta pluviosidad del cielo que lo cubre, incluso atrae las nieblas que tanto buscan las hayas en sus existencia nostálgica.
El bosque está vivo y es inteligente pues se protege constantemente del calor que no le conviene. La disposición de las hojas del haya, en horizontal, hace que sólo el 2 por ciento de la radiación que reciben las copas llegue al suelo.
AVISO: Las ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.
Circular desde el mirador de les Bedules (Beleño) hasta el collado de Pumerín (1515 m), cota máxima del recorrido.
Además del impresionante bosque de Peloño (último de los reductos del UROGALLO), hay importantes masas de acebales y algunos robles centenarios (roblón de los Bustiellos).
Buenas vistas hacia Picos de Europa, Tiatordos, Recuencu y pico Zorru.
BOSQUE DE PELOÑO (Reserva Natural Parcial)
Se trata de la mayor masa forestal del oriente de Asturias y uno de los hayedos mejor conservados de España.
El interior del Monte de Peloño, este inmenso hayedo, alberga una vegetación propia, la que permite la poca luz que dejan pasar los árboles. Los musgos y sobre todo los líquenes proliferan extraordinariamente.
Las 200.000 hayas del bosque de Peloño, en el municipio de Ponga, se visten a la moda: de verde intenso durante la primavera y de un sobrio color pardo en la temporada otoño-invierno. Sus 15 kilómetros cuadrados de vestimenta están protegidos (Reserva Natural Parcial) y lo convierten en un espacio único en España, un enorme parasol que contiene la humedad atmosférica como en pocos lugares. Sus hojas caduciformes le permiten mudar el cromatismo general de todo este vasto espacio y, a la vez, desempeñar un valor ecológico primordial, pues protege el suelo contra la erosión y lo nutre con esencia orgánica.
En principio sombrío, como todo hayedo que se precie, Peloño transmite sin embargo un enorme placer, límpido y luminoso a los sentidos del excursionista humano. Además permite que la fauna autóctona del Principado siga contando con su hábitat predilecto. La sombra y la hojarasca son aquí el mejor baluarte de la vida animal. Las hayas producen un fruto muy nutritivo, el hayuco, que madura entre finales del verano y las primeras fechas del otoño. El hayuco es muy apetecido por el oso pardo, el urogallo, los carboneros, la paloma torcaz y diversas especies de roedores. La población oriental de oso pardo cantábrico sitúa en Peloño su límite occidental de distribución. Peloño también es el núcleo principal de la población de urogallo, conservando numerosos cantaderos en uso. Al mismo tiempo este hayedo es la casa por antonomasia del pico mediano, pájaro carpintero extremadamente raro. Aquí viven también, en las zonas más calizas, importantes poblaciones de rebecos y lobos. Entre las especies de fauna cinegética más significativas abunda el jabalí, el corzo y, en menor medida el venado.
Los brotes de haya son infinitos, están por todas partes, y conviven y se nutren de las hojas muertas y de un cementerio de troncos tumbados y cubiertos de musgo. Los árboles que ya son abuelos presencian con calma este flujo vital que no para, y en su afán contemplativo parece que han perdido el sentido del crecimiento, que se conforman con su altura, y se dedican entonces a enroscarse sobre sí mismos, engordan, se cargan de nudos y crean formas siniestras, en muchos casos auténticas esculturas o totems de la naturaleza boscosa, siempre con autoridad centenaria en medio de la nueva vida.
En el horóscopo celta el haya simboliza a las personas elegantes y prácticas y está vinculada a la diosa madre y a la fecundidad. Una fecundidad que las hayas imponen por decreto natural en un total de 1.507 hectáreas, de las que 1.455 pertenecen a los pueblos de San Juan, Casielles, San Ignacio y Vago. A Peloño le gustan las hayas, y a base de reproducirse y crear un entorno húmedo ha colonizado totalmente el monte que le da nombre, forjándolo a su imagen y semejanza e impidiendo que otros árboles competidores puedan desarrollarse con comodidad. Sólo los robledales parecen resistir en los límites vitales de este gran hayedo que, en último término, resulta ser una especie de gran anfiteatro surcado por multitud de riegas y circundado por sierras altas. El fayeu o hayedo que tapiza el monte Peloño está enmarcado dentro de los límites naturales de una gran depresión circular que forman El Rasu (1.617 m.) al norte, Pileñes (2.021 m.) al sur, Sen de los Mulos (1.056 m.) al este y el Collau Zorro (1.845 m.) al oeste. La hidrografía está protagonizada por los cursos de agua que forman el río Canalita o Canalina, que vierte sus aguas al río Mojizo, afluente del Sella. El bosque, tan bien arropado y sin problemas de abastecimiento, ha sabido hacerse dueño y señor de este bache geológico y condicionar la alta pluviosidad del cielo que lo cubre, incluso atrae las nieblas que tanto buscan las hayas en sus existencia nostálgica.
El bosque está vivo y es inteligente pues se protege constantemente del calor que no le conviene. La disposición de las hojas del haya, en horizontal, hace que sólo el 2 por ciento de la radiación que reciben las copas llegue al suelo.
AVISO: Las ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.
Waypoints
Comments (2)
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ASEQUIBLE RECORRIDO POR EL PN DE PONGA. BUENOS EJEMPLARES DE HAYAS
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Gracias por subirla, está bonita. Desde el collado Pumerin hasta la cabaña que aparece marcada más abajo se pierde la senda pero se baja bien ladeando