Acequia de Benetucer (Ruta de las Acequias de Murcia)

La historia de la región de Murcia es la historia del agua, sacar el máximo partido de los raquíticos caudales disponibles. Durante siglos, milenios incluso, la divisa en esta tierra ha sido aprovechar hasta la última gota de las escasas precipitaciones e idear sistemas para atraer, preservar o extender todo los posible su vivificadora presencia.
Los musulmanes recogieron la tradición hidráulica romana y realizaron acueductos, qanats, cisternas, albercas y acequias que llevaban la impronta de aquella civilización.
A imitación de Roma los árabes situaron sus grandes cisternas en las afueras de las ciudades, conduciendo el agua, como habían hecho los romanos ocho siglos antes, por acueductos y canalizaciones a casas particulares, baños y jardines. Pero fueron un paso más allá: conferirían a las huertas de las vegas del Segura la fisonomía con la que serían conocidas durante siglos.
Las acequias mayores de la huerta de Murcia tienen nombres genéricos, que designan tan sólo el lugar geográfico del que proceden, en relación al río: Aljufía (Norte) y Alquibla (Mediodía). Estas se ramifican en unas 40 acequias menores, que van proporcionando agua, dividiéndose en una constante ramificación, a todos los territorios. Aljufía y Aquibla son las dos acequias mayores que parten desde la Contraparada y después de éstas van saliendo otras acequias más pequeñas que las llamaban hijuelas, después los brazales, las regaderas… y de ahí a los bancales, que son los trozos de tierra donde se siembra.
La acequia Mayor del Norte o Aljufía tiene una extensión de unos 27 kilómetros, aunque toma distintas denominaciones en función del terreno por donde pasa –pasando a llamarse, sucesivamente, Benetúcer (la principal de la ruta de hoy), Benefiar, Benizá y Beneluz– y regando localidades como Javalí Viejo, Guadalupe, La Ñora, La Albatalía, La Arboleja, Puente Tocinos, Llano de Brujas o El Raal.
La acequia Mayor del Mediodía o Alquibla, de 22’5 kilómetros recibe las denominaciones sucesivas de Barreras, Alfande, Benicotó y Benicomay, regando Javalí Nuevo, Alcantarilla, Aljucer, Beniaján, Torreagüera y Alquerías.
El complejo sistema de acequias y azarbes de la huerta de Murcia semeja al aparato circulatorio del cuerpo humano: dos grandes acequias toman el agua directamente del río, repartiéndolas en cauces progresivamente menores (hijuelas, brazales, regaderas), hasta llegar a cada uno de los bancales de la huerta. A partir de ahí, las aguas sobrantes se recogen en cauces que se van haciendo progresivamente más grandes (escorredores, azarbetas, azarbes y azarbes mayores) hasta desembocar de nuevo en el río.

Excelente domingo después de todos los Santos para una ruta no montañera. Temperatura buena, ya refrescando para acercarnos a las acequias de Murcia y su huerta. Siguiendo el track del bueno COKI7090, https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/rio-segura-acequia-de-benetucer-28527438. Pilar y el que suscribe, nos acercamos a la FICA, detrás del Auditorio Víctor Villegas, donde hay un gran Parking y allí dejamos el coche. Seguimos por la Mota al lado del río Segura, Camino Orilla del Río, por el margen izquierdo, sobre la Acequia Caravija de 5.267 metros que termina en la Acequia de Benetucer por donde volveremos después, apaciblemente seguimos por el camino hasta llegar a la Depuradora al pasarla cogemos un pequeño paso hacia el carril Rincón de San Antón ya sobre la acequia de Benetucer (6741 metros), la principal protagonista de hoy. Pasamos por la Vereda de los Zapatas, Vereda de la Barca, Carril Salazar a lado de la acequia. Hasta conectar con el Camino Acequia de Benetucer que termina en el Carril Trenque de Don Payo (a nivel donde se une a la Acequia Caravija antes nombrada), cuando llegamos al camino de Enmedio se soterra para entrar en Murcia y atravesarla por el subsuelo, giramos por la Avenida Miguel Indurain para volver al coche que tenemos en la FICA.
Unos 12 Km, fácil en una 2 horas y 15 minutos, con abundantes paradas para fotos.