Acueducto de Valdepuentes y Monasterio de San Jerónimo

Esta pequeña travesía transcurre por los Cerros de la Desposada y de San Jerónimo y tiene un gran interés tanto paisajístico y ecológico como histórico y cultural. La he calificado como de dificultad moderada porque el ascenso desde el acueducto por la loma de la Desposada puede resultar dificultoso si no se está acostumbrado.

Aparqué el coche en las inmediaciones de las Ruinas de Medina Azahara, justo en la salida del camino que conduce al Monasterio de San Jerónimo (37°53'17.0"N 4°52'04.5"W). Iniciamos la ruta por este camino y a un centenar de metros nos desviamos a la izquierda. Nos encontramos con una puerta que debería estar practicable, pero al menos yo la encontré cerrada, lo que me obligó a saltar la valla. Seguimos un camino de singular belleza a lo largo del cual nos encontraremos con ganado vacuno. A la izquierda el Valle del Guadalquivir y en la lejanía el Castillo de Almodóvar. Por la derecha observamos un espeso bosque de almezos y algarrobos por el que nos adentramos hasta encontrarnos con unos primeros vestigios del acueducto. Buscamos el cauce del arroyo que da nombre al acueducto y a poca distancia nos encontramos con un tramo espectacular de este sobre tres ojos con magníficos sillares encima de los cuales podemos ver la canalización en un estado increible de conservación después de más de 2000 años de historia.

Construido en el siglo I a.C., el denominado en época imperial Aqua Vetus Augusta fue una importante obra de ingeniería hidraúlica que, con más de 18 kilómetros y medio de recorrido, abastecía de agua a toda la ciudad de Córdoba desde veneros como el arroyo Bejarano, el caño de Escarabita y Vallehermoso. Más tarde, en época califal, sirvió para abastecer a una población de unos 15.000 habitantes en la ciudad palatina de Medina Azahara.



Tras recrearme haciendo fotos en el entorno del puente que sostiene la canalización, emprendí el ascenso por la espesura del cerro de la Desposada hasta encontrar un empinado cortafuegos por el que seguí subiendo hasta alcanzar la cresta de la montaña, pudiendo disfrutar de espectaculares vista de la ciudad y del Valle del Guadalquivir. Enseguida nos encontramos con una bifurcación, ya de caminos. El de la derecha nos llevaría a Medina Azahara. Tomé el de la izquierda en dirección al Monasterio de San Jerónimo de Valparaiso, construido a principios del siglo XV en buena parte con materiales de "Córdoba la Vieja" nombre con el que se conocía entonces a Medina Azahara. Considerado la primera obra del gótico cordobés, tuvo uso monacal hasta 1835. Actualmente es una propiedad privada y solo se puede visitar en ocho días al año con grupos reducidos.

Seguí bajando por el camino hasta llegar al punto de inicio y de finalización del paseo.

Puede ampliarse la información de la ruta con la siguiente publicación de la Plataforma "A Desalambrar"