Acueductos de Carcauz 15-MAY-21 IBP 30

Esta ruta nos lleva a descubrir uno de los tesoros de la provincia de Almería escondidos y abandonados que bien vale la pena visitar. El acceso no es fácil. El recorrido discurre por el borde de una acequia muy expuesta en el barranco de Carcauz. Encontraréis tres acueductos para salvar los barrancos.

La ruta parte desde una pequeña aldea de Vícar, Los Periches. Aquí acaba el asfalto y comienza un carril de tierra. Es el sitio de aparcar e iniciar la ruta. Para llegar aquí hay que salir de la A-7 en la salida 420 y seguir en dirección a Las Cantinas y continuar la pista asfaltada hasta Los Periches. La posición GPS es: 36.8200795, -2.7018233.

Vamos subiendo por el carril barranco arriba hasta que el mismo se acaba. A la derecha parte una senda que se dirige al primer acueducto, conocido como el Acueducto de los de los 20 ojos. Se conserva bastante bien a pesar del abandono. Es de origen romano. La acequia ahora discurre un poco más abajo y este acueducto ya no se usa. Se puede subir arriba y andar por dentro del mismo. Impresiona por su altura y belleza, muy bien integrado en este árido paisaje.

A partir de aquí hay que seguir por el borde de la acequia barranco arriba. Tiene tramos muy expuestos. Por suerte se puede ir por dentro de la acequia y el peligro es menor. Lo que sí hay es mucha vegetación, sobre todo arbustos con pinchos, que dificultan el paso y os marcarán piernas y brazos. Es recomendable ir con pantalón largo y calzado fuerte.

Más adelante hay un acueducto sin acabar, el Acueducto de Retamar, que semeja las almenas de un castillo. Queda por debajo del camino que llevamos.

El tercer acueducto llamado El Poyo salva el barranco a gran altura, con un solo ojo. Aquí el barranco se hace más abrupto con altas paredes de roca que se alzan amenazantes por encima de nosotros. Hay una vía ferrata en este lugar.

Desde este acueducto el camino de complica y dificulta. También es el tramo más espectacular. La acequia asciende pegada a la pared de roca por tramos muy expuestos. Impresiona y asusta. Además la vegetación ha tapado bastante la acequia en algún tramo y hay que andar por tramos muy estrechos sobre el barranco. La muestra se queda en los arañazos y moratones en nuestros cuerpos.

La acequia continúa hasta enlazar con la rambla un poco más adelante, y se puede regresar por un sendero que va por el otro lado del barranco. Sin embargo, nosotros decidimos regresar por la acequia de nuevo viendo que el camino se complica bastante, y se hace muy lento.