Acueductos de Carcauz-Peñón de Bernal

Ruta muy bonita, que nos permite descubrir dos maravillas del Poniente almeriense, la red de acueductos y acequias en el barranco de Carcauz y el Peñón de Bernal (monumento natural).

No es una ruta apta para personas con vértigo, pues el trasiego por la red de acequias tiene algunos tramos donde es necesario ir marchando por su borde (ancho y sin problema si no se tiene vértigo). Así mismo, la subida al Peñón de Bernal, requiere que la acometan personas sin vértigo y sin inseguridades en las trepas (no obstante, este se puede no hacer).

Señalar que un poco antes de llegar al acueducto de un solo ojo o “Acueducto de los Poyos”, el GPS perdió la cobertura (he marcado los dos puntos en los que se pierde con waypoints). El track marca que vamos por una vertiente diferente a la real, pero esto no supone un problema para seguir la ruta, pues lo único que hay que hacer es continuar por la acequia hasta llegar a la presa (donde esta acaba).

Para llegar al inicio del recorrido, en Los Perichos, podéis indicar en Google Maps las siguientes coordenadas: 36.819452, -2.702255. El aparcamiento con mayor capacidad es el marcado como parking 4.

Es una ruta que no presenta mucha complicación para seguirla. Una vez que alcancemos la red de acequias, basta con seguir su trazado.

Los acueductos de la rambla o barranco de Carcauz, son un sistema de acueductos y acequias de origen romano, construidos en el límite municipal entre Felix y Vícar, en la provincia de Almería, y que transcurren a lo largo de la rambla de Carcauz, a las faldas de la sierra de Gádor. Lo forman tres acueductos de piedra de diferente tipología y las acequias que los comunican. Estaba destinado al suministro de agua a las villas rurales que hoy ocupa el Poniente Almeriense. Se estima que su construcción se produjo entre los siglos II y I a.C.

El conjunto estuvo en funcionamiento hasta principios del siglo XX, quedando posteriormente en ruina progresiva. A día de hoy, la mayor parte del caudal que recogería la acequia es transportado por tuberías modernas de plástico, es muchas ocasiones ocupando el canal original. En diciembre de 2021 se inició el proceso para declararlo Bien de Interés Cultural (BIC).

La marcha siguiendo la acequia nos llevará a pasar primero por el interior del acueducto de los 20 ojos, que debe su nombre al número de vanos que posee. Es uno de los acueductos conservados más importantes en la Península Ibérica.

Posteriormente, la acequia nos hará pasar cerca del Acueducto “por rematar”, llamado así por su carácter inconcluso.

Tras pasar las ruinas de un molino, la acequia queda colgada en la ladera vertical. En buena parte te puedes meter dentro de esta, pero habrá algún tramo en el que será más cómodo ir por su borde. El recorrido gana en belleza, pues comenzamos a disfrutar de un barranco más encajonado y escarpado.

La acequia cruza a la otra vertiente del barranco, a través del llamado Acueducto de los Poyos, acueducto de un solo ojo.

A partir de aquí la acequia comienza a ascender, colgada en la pared vertical, adentrándose en el espectacular cañón: paredes altísimas y verticales nos rodean y el barranco presenta un cauce rocoso, modelado por el agua y con numerosas pozas. Sin duda un paisaje espectacular.

Habrá tramos en los que podamos ir dentro de la acequia, pero en otros habrá que marchar por su borde.

La acequia acaba al llegar a una presa. Hay que bajar hasta el lecho del barranco y salvar la presa ascendiendo por la derecha. Esta subida también puede provocar inseguridad al que tenga vértigo o poca experiencia en montaña. No hay sendero (en ciertos tramos se intuye), teniendo que ascender por una ladera algo vertical, usando de vez en cuando las manos (sin problema para un montañero).

Tras salvar la presa, un senderito nos conduce de nuevo al lecho del barranco de Carcauz, el cual presenta ahora un cauce con exuberante vegetación, que no presenta problema para atravesarla.

Pronto esta densa vegetación quedará atrás, presentándose un cauce ancho y cómodo de andar.

Después de 2’8 km de marcha por la rambla, tendremos una fuente en el lado izquierdo, situada en una terraza superior al lecho y que es fácil de dejarla atrás si no vamos atentos (un par de falsos plataneros delatarán su ubicación).

La rambla se abandonará por un camino, el cual asciende de manera sostenida.
Ya muy cerca de coger el desvío para subir al Peñón de Bernal, llegaremos a la Fuente del Tartel. Fuente con agua, en el término municipal de Vícar, en cuya alberca anexa se suele encontrar, en estas fechas, ejemplares de sapo común apareándose y los cordones de su puesta.

En esta fuente también encontraremos un banco pintado de naranja, con la inscripción: “Be water my friend”. Este banco pertenece a una serie de bancos distribuidos por el Ayuntamiento de Vícar en determinados puntos de su municipio, con la intención de atraer al visitante y mostrarle su patrimonio histórico y artístico. Cada banco está pintado de un color y tiene una inscripción relacionada con el cine (en nuestra ruta veremos el naranja y el amarillo).

En algo menos de 1 km dejaremos la pista, para seguir por claro sendero, camino del Peñón de Bernal.

Ascendemos por el interior del pinar. Habrá una bifurcación de sendas y optaremos por la de la izquierda.

A los pocos metros de haber salido del pinar tendremos en frente la majestuosa y vertical estampa del Peñón de Bernal.

Situados en su collado, a los pies de la mole pétrea, acometeremos su subida por la zona central, de su cara frontal.

Ascenderemos prestando atención al terreno, pues se nota pisoteado y hay algunos mojones que nos guían en la ascensión.

Progresivamente iremos ascendiendo, teniendo que usar las manos en algunos momentos para poder progresar.

Tened presente, que si nos topamos con alguna trepa difícil o peligrosa será porque no hemos escogido bien la zona de subida o porque no tenemos la técnica suficiente para acometer esta, y algo fácil puede no parecérnoslo tanto. En cualquier caso, es mejor desistir y volver cuando tengamos mejor preparación técnica o nos acompañe alguien que sepa perfectamente por dónde acometer la ascensión; ya que no olvidemos que luego habrá que bajar por aquí y, si hemos tenido inseguridades al subir, más las tendremos al bajar.

Señalar que hay un paso técnico y con cierto patio. Es un paso en horizontal, en el que no se puede entrar con dudas.

Es muy importante que, si los mojones que marcan el final de la ascensión ya no se encuentran, los coloquéis, para que en el descenso iniciéis este por el mismo lugar por el que habéis subido.

El Peñón de Bernal es una mole pétrea que se alza majestuosa y vertical en la falda sur de la Sierra de Gádor. Su estampa, con 755 metros de altura y que sobresale casi 400 metros del resto del terreno, no deja indiferente a nadie; ni siquiera al cine, ya que fue lugar de rodaje de la película “Conan el Bárbaro”.

Este macizo rocoso se elevó hace unos 200 millones de años, cuando la placa tectónica africana chocó con la placa euroasiática.

Fue declarado monumento natural en abril de 2019. Está situado en la Zona Especial de Conservación (ZEC) Sierras de Gádor y Énix y pertenece al término municipal de Vícar.
Desde él tendremos unas vistas espectaculares al mar de plástico, a la costa y a los principales municipios del poniente almeriense.

Tras disfrutar de las vistas descendemos por donde hemos subido, guiados por los mojones que fuimos viendo durante la subida.

Al llegar al collado, a los pies del Peñón, avanzamos buscando un claro sendero que nos saldrá por la derecha.

El sendero nos deja en la pista, que cogemos en sentido descendente.

2’2 km después nos toparemos con el banco amarillo, con la inscripción: “Que la fuerza te acompañe”. Se encuentra situado en lugar estratégico, dándole la espalda al Peñón de Bernal y con vistas al mar de plástico y a la zona por la que ha discurrido la primera parte de la ruta.

En menos de 400 m, la pista hace curva pronunciada a la derecha, siendo el momento de dejarla por la izquierda, justo en la mitad de la curva, para proseguir por claro sendero.

El sendero acaba en una zona de pequeños olivos. Descendemos pegados al borde derecho del cultivo, hasta que finalmente salimos a un camino.

El camino nos sacará a la Rambla de Carcauz, que tomamos en sentido descendente.

En 800 m, dejaremos la rambla por camino a la izquierda. Este lo abandonamos pronto para subir hacia un vallado. En el vallado encontraremos ancho camino, que nos conducirá en subida hacia la barriada de Los Perichos, donde comenzamos la ruta.

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Tened presente que tanto el track como la descripción de la ruta deben ser tomados solo como una información orientativa. El entorno natural es un entorno cambiante (donde antes había senderos puede con el tiempo no haberlos, donde antes había pasos fáciles, puede que ya no los haya…) y las condiciones climatológicas pueden complicar hasta la ruta más fácil. Por otra parte, la preparación física y técnica de cada cual añadirá o restará dificultad a cualquier ruta. Por todo ello, es responsabilidad de quién decida realizar la ruta, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario (valorar su forma física y su preparación técnica) y llevar bien estudiada la ruta para solventar cualquier imprevisto que pueda surgir, eximiéndose la autora de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.

QUE LA DISFRUTÉIS y, recuerda, LLÉVATE TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE ESTA SEA.