93. Aguas Cándidas Valle de Caderechas
near Aguas Cándidas, Castilla y León (España)
Viewed 615 times, downloaded 34 times
Trail photos
Itinerary description
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 45 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 366 metros (superior al que estima Wikiloc).
Nos guiamos por el trazado de ‘Angelbur’ en Wikiloc ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/valle-de-caderechas-de-aguas-candidas-a-hozabejas-6539951 ). En su caso, el ’track’ comienza (y termina) en el pueblo de Hozabejas, con la localidad de Aguas Cándidas como ecuador intermedio. En cambio, su descripción en ‘Sendas de Burgos’ refleja un trayecto con punto de partida (y llegada) en Aguas Cándidas, pasando por Hozabejas. A esta segunda opción nos atuvimos.
Incrementamos la longitud en 2,6 km. En unos cuantos puntos a lo largo de la travesía, observamos cierto desajuste entre el ‘track’ de ‘Angelbur’ y el camino real o el factible. Añadiré una nota (*) final detallando los más significativos de ellos y las posibles alternativas. Nótese que ‘Angelbur’ hizo el trayecto en mayo de 2006 (hace 16 años; según su ‘fecha de realización’ en Wikiloc); por si esto explicase las discrepancias.
Primera hora de la mañana, mediados de abril. En el suave microclima del Valle de Caderechas hacía, sin embargo, un frío húmedo y gélido en la umbría de la hondonada. Luego, al sol, la temperatura se tornó ideal. Vemos primero los cerezos en la zona de sombra, desflorados o con brotes descarnados, en el tramo de Aguas Cándidas a Río-Quintanilla. Vemos después los cerezos en la zona más alta y más abiertos al sol, cargados de flores, como nubecillas de algodón, sobre todo en el entorno de Hozabejas.
Curiosamente, en el largo tramo umbroso, los cerezos silvestres resistían los rigores climáticos mejor que los cerezos de cultivo; aquellos tenían muchas más flores que éstos. No sé si los últimos las habían perdido o es que se mantenían agazapados, esperando días más cálidos antes de atreverse a dar su exhibición. En cualquier caso, los campos de cerezos en flor constituyeron un espectáculo digno de ser contemplado. (¡Dios, que no les sorprenda ninguna helada, o granizada, o…!).
La ruta parte de Aguas Cándidas. Aquí, el agua, canalizada, baja fogosa, en contra de lo que sugiere su grácil nombre. Tomamos la dirección de Río-Quintanilla por un camino entre huertos de cerezos. A nuestra derecha nos flanquea la mole del Castilviejo (la que ensombrece a los cerezales…). Llegamos a la rústica, pero adorable ermita románica de San Emeterio, y enseguida a Río-Quintanilla, con su torreón y su iglesia medievales. Cruzamos una zona de frondoso y variado bosque y desembocamos en los extensos campos de cerezos previos a Hozabejas. Tiempo para detenerse y contemplar.
Desde la salida del bosque hasta Hozabejas tenemos un trecho de carretera de cerca de 1,5 km (entre cerezos). Un consejo: síganla sin reservas desde ese punto, desde el principio. No hagan como nosotros, que allí nos desviamos ligeramente hacia el monte (siguiendo el trazado-guía), a través de una maraña inviable, durante 300 m. En esos 1,5 km y sus 30 minutos de sosegado recorrido, el único vehículo (o humano) fue un tractor(ista). Apacible lugar; tranquila carretera; más parece una pasarela en un museo natural. Ya en la localidad, se puede subir hasta la cascada al final del pueblo y también admirar su mini-acueducto semi-disfrazado.
A partir de Hozabejas empiezan a combinarse las dificultades con la exultación. Dificultades, por hallarnos en varios tramos (los menos) casi impracticables por la maleza (siguiendo el trazado-guía); finalmente, superados ‘sin bajas’ (debajo detallo su ubicación y las opciones). Pero también exultación, por la belleza y esplendidez de los parajes y las panorámicas. Justo antes de concluir el ascenso, hay un fuerte repecho de unos 150 m. Si uno lo monta a buen paso y sin detenerse, es que está en forma.
Desde ese vértice, ya sólo nos queda descender pausadamente hasta Aguas Cándidas. Iremos por un cómodo camino a lo largo de más de 4 km, a través de un agradable bosque; a veces, tupido; a veces, con vistas panorámicas abiertas. Conforme nos acercamos al pueblo, el entorno se hace más variado. Los aledaños previos y la entrada en Aguas Cándidas añaden un especial encanto.
Sin duda, recordaremos esta excursión por los campos de cerezos en flor, la mayor novedad en su haber. Pero también es memorable la ermita de San Emeterio. Uno puede subir al campanario por el exterior y contemplar el valle a sus pies (no es como estar en el cielo, pero…). Y están las perspectivas del imponente peñón del Castilviejo y sus abruptos cortados cerrando el valle; y otro tanto podemos decir de la peña Cironte por encima de Hozabejas. Y tenemos, en fin, los bosques de pinos, enebros, encinas, robles… (bueno, y matojos, si no das con el sendero idóneo). Todo ello en un día soleado y fresco. Como para terminar eufóricos.
…Aunque con algún “pero”. Aludiré a él(los) para avisar a otros posibles senderistas; a fin de que eviten escollos prescindibles y sólo recojan los frutos de una estupenda excursión. …No me refiero a las cerezas… (en esta época sólo ‘en potencia’), sino al disfrute anímico y del cuerpo. No obstante, los escollos, una vez superados sin cicatrices de consideración, también aportan intensidad a la experiencia. Te hacen recordarla (‘a toro pasado’) con satisfacción; si no es, incluso, con entusiasmo (“¡¿has visto lo que hicimos?!”).
(*) Pero, para quien prefiera evitarlos, voy allá con los “peros”: en algunos lugares del recorrido encontramos dificultades, quizá innecesarias y soslayables. También menciono las posibles alternativas apropiadas. La ruta no presenta mayores dificultades de orientación o físicas, aparte de las señaladas en los siguientes puntos:
(1) Poco después de la ermita de San Emeterio, en nuestro km 1,9, el track-guía parecía señalar que había que cruzar el río por aquella zona directamente hasta el pueblo de Río-Quintanilla. Como no vimos un paso claro (había considerable maleza), hicimos caso omiso del track y continuamos sin salirnos del camino hasta llegar al puente, en el km 2,1. Esta posible dificultad, la evitamos, pues, preventivamente.
(2) Después de Río-Quintanilla, tras cruzar el bosque y llegar a la carretera que lleva a Hozabejas, en nuestro km 3,8. El track-guía indicaba que había que volver al bosque e ir paralelos a la carretera durante unos 300 m. No había sendero y sí algo de matorral (alguien se cayó y se clavó algunos pinchos; nada serio). Tramo innecesario. La opción correcta es tomar la carretera desde el inicio en ese km 3,8 hasta el pueblo.
(3) Primer tramo de subida al monte desde Hozabejas. El sendero marcado por el track-guía desaparece entre los km 6 y 6,4 (en nuestro propio trazado); hasta que se llega a una estación repetidora con antenas. Durante esos 400 metros nos movimos enzarzados. Como alternativa, creo que lo mejor es coger una pista que nace en la parte alta de Hozabejas, al final del pueblo, saliendo por la izquierda; parece que llega hasta las antenas. Quizá se alarga un poco, pero probablemente merece la pena.
(4) Segundo tramo de subida al monte desde Hozabejas. El camino marcado por el track-guía desaparece entre nuestros km 7,7 y 8,1. Serpenteamos entre arbustos durante esos 400 metros, desorientados. Posiblemente, lo correcto es hacer en el km 7,7 un ángulo de 90 grados hacia la izquierda; sólo durante unos 150 metros (parecían despejados). Al cabo de éstos hay una senda; nosotros la retomaríamos luego, en el km 8,1. Eso sí, en cualquier caso, después (km 8,3) encararemos una dura rampa de 150 metros; perfectamente practicable.
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 45 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 366 metros (superior al que estima Wikiloc).
Nos guiamos por el trazado de ‘Angelbur’ en Wikiloc ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/valle-de-caderechas-de-aguas-candidas-a-hozabejas-6539951 ). En su caso, el ’track’ comienza (y termina) en el pueblo de Hozabejas, con la localidad de Aguas Cándidas como ecuador intermedio. En cambio, su descripción en ‘Sendas de Burgos’ refleja un trayecto con punto de partida (y llegada) en Aguas Cándidas, pasando por Hozabejas. A esta segunda opción nos atuvimos.
Incrementamos la longitud en 2,6 km. En unos cuantos puntos a lo largo de la travesía, observamos cierto desajuste entre el ‘track’ de ‘Angelbur’ y el camino real o el factible. Añadiré una nota (*) final detallando los más significativos de ellos y las posibles alternativas. Nótese que ‘Angelbur’ hizo el trayecto en mayo de 2006 (hace 16 años; según su ‘fecha de realización’ en Wikiloc); por si esto explicase las discrepancias.
Primera hora de la mañana, mediados de abril. En el suave microclima del Valle de Caderechas hacía, sin embargo, un frío húmedo y gélido en la umbría de la hondonada. Luego, al sol, la temperatura se tornó ideal. Vemos primero los cerezos en la zona de sombra, desflorados o con brotes descarnados, en el tramo de Aguas Cándidas a Río-Quintanilla. Vemos después los cerezos en la zona más alta y más abiertos al sol, cargados de flores, como nubecillas de algodón, sobre todo en el entorno de Hozabejas.
Curiosamente, en el largo tramo umbroso, los cerezos silvestres resistían los rigores climáticos mejor que los cerezos de cultivo; aquellos tenían muchas más flores que éstos. No sé si los últimos las habían perdido o es que se mantenían agazapados, esperando días más cálidos antes de atreverse a dar su exhibición. En cualquier caso, los campos de cerezos en flor constituyeron un espectáculo digno de ser contemplado. (¡Dios, que no les sorprenda ninguna helada, o granizada, o…!).
La ruta parte de Aguas Cándidas. Aquí, el agua, canalizada, baja fogosa, en contra de lo que sugiere su grácil nombre. Tomamos la dirección de Río-Quintanilla por un camino entre huertos de cerezos. A nuestra derecha nos flanquea la mole del Castilviejo (la que ensombrece a los cerezales…). Llegamos a la rústica, pero adorable ermita románica de San Emeterio, y enseguida a Río-Quintanilla, con su torreón y su iglesia medievales. Cruzamos una zona de frondoso y variado bosque y desembocamos en los extensos campos de cerezos previos a Hozabejas. Tiempo para detenerse y contemplar.
Desde la salida del bosque hasta Hozabejas tenemos un trecho de carretera de cerca de 1,5 km (entre cerezos). Un consejo: síganla sin reservas desde ese punto, desde el principio. No hagan como nosotros, que allí nos desviamos ligeramente hacia el monte (siguiendo el trazado-guía), a través de una maraña inviable, durante 300 m. En esos 1,5 km y sus 30 minutos de sosegado recorrido, el único vehículo (o humano) fue un tractor(ista). Apacible lugar; tranquila carretera; más parece una pasarela en un museo natural. Ya en la localidad, se puede subir hasta la cascada al final del pueblo y también admirar su mini-acueducto semi-disfrazado.
A partir de Hozabejas empiezan a combinarse las dificultades con la exultación. Dificultades, por hallarnos en varios tramos (los menos) casi impracticables por la maleza (siguiendo el trazado-guía); finalmente, superados ‘sin bajas’ (debajo detallo su ubicación y las opciones). Pero también exultación, por la belleza y esplendidez de los parajes y las panorámicas. Justo antes de concluir el ascenso, hay un fuerte repecho de unos 150 m. Si uno lo monta a buen paso y sin detenerse, es que está en forma.
Desde ese vértice, ya sólo nos queda descender pausadamente hasta Aguas Cándidas. Iremos por un cómodo camino a lo largo de más de 4 km, a través de un agradable bosque; a veces, tupido; a veces, con vistas panorámicas abiertas. Conforme nos acercamos al pueblo, el entorno se hace más variado. Los aledaños previos y la entrada en Aguas Cándidas añaden un especial encanto.
Sin duda, recordaremos esta excursión por los campos de cerezos en flor, la mayor novedad en su haber. Pero también es memorable la ermita de San Emeterio. Uno puede subir al campanario por el exterior y contemplar el valle a sus pies (no es como estar en el cielo, pero…). Y están las perspectivas del imponente peñón del Castilviejo y sus abruptos cortados cerrando el valle; y otro tanto podemos decir de la peña Cironte por encima de Hozabejas. Y tenemos, en fin, los bosques de pinos, enebros, encinas, robles… (bueno, y matojos, si no das con el sendero idóneo). Todo ello en un día soleado y fresco. Como para terminar eufóricos.
…Aunque con algún “pero”. Aludiré a él(los) para avisar a otros posibles senderistas; a fin de que eviten escollos prescindibles y sólo recojan los frutos de una estupenda excursión. …No me refiero a las cerezas… (en esta época sólo ‘en potencia’), sino al disfrute anímico y del cuerpo. No obstante, los escollos, una vez superados sin cicatrices de consideración, también aportan intensidad a la experiencia. Te hacen recordarla (‘a toro pasado’) con satisfacción; si no es, incluso, con entusiasmo (“¡¿has visto lo que hicimos?!”).
(*) Pero, para quien prefiera evitarlos, voy allá con los “peros”: en algunos lugares del recorrido encontramos dificultades, quizá innecesarias y soslayables. También menciono las posibles alternativas apropiadas. La ruta no presenta mayores dificultades de orientación o físicas, aparte de las señaladas en los siguientes puntos:
(1) Poco después de la ermita de San Emeterio, en nuestro km 1,9, el track-guía parecía señalar que había que cruzar el río por aquella zona directamente hasta el pueblo de Río-Quintanilla. Como no vimos un paso claro (había considerable maleza), hicimos caso omiso del track y continuamos sin salirnos del camino hasta llegar al puente, en el km 2,1. Esta posible dificultad, la evitamos, pues, preventivamente.
(2) Después de Río-Quintanilla, tras cruzar el bosque y llegar a la carretera que lleva a Hozabejas, en nuestro km 3,8. El track-guía indicaba que había que volver al bosque e ir paralelos a la carretera durante unos 300 m. No había sendero y sí algo de matorral (alguien se cayó y se clavó algunos pinchos; nada serio). Tramo innecesario. La opción correcta es tomar la carretera desde el inicio en ese km 3,8 hasta el pueblo.
(3) Primer tramo de subida al monte desde Hozabejas. El sendero marcado por el track-guía desaparece entre los km 6 y 6,4 (en nuestro propio trazado); hasta que se llega a una estación repetidora con antenas. Durante esos 400 metros nos movimos enzarzados. Como alternativa, creo que lo mejor es coger una pista que nace en la parte alta de Hozabejas, al final del pueblo, saliendo por la izquierda; parece que llega hasta las antenas. Quizá se alarga un poco, pero probablemente merece la pena.
(4) Segundo tramo de subida al monte desde Hozabejas. El camino marcado por el track-guía desaparece entre nuestros km 7,7 y 8,1. Serpenteamos entre arbustos durante esos 400 metros, desorientados. Posiblemente, lo correcto es hacer en el km 7,7 un ángulo de 90 grados hacia la izquierda; sólo durante unos 150 metros (parecían despejados). Al cabo de éstos hay una senda; nosotros la retomaríamos luego, en el km 8,1. Eso sí, en cualquier caso, después (km 8,3) encararemos una dura rampa de 150 metros; perfectamente practicable.
Waypoints
Comments (3)
You can add a comment or review this trail
I have followed this trail View more
Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Recorrido muy completo por Las Caderechas. Nos ha servido para hacer nuestra ruta y evitar los pasos complicados que el autor comenta en su descripción. Maisid, muchas gracias por facilitar esa útil información y compartir este itinerario.
Muchas gracias a ti, Manu Arroyo. Y también por 'enderezar' mi trazado (corrigiendo mis 'errores'). Pero, ¿!y el 'mal buen rato' que te perdiste?! No pudiste poner a prueba tus dotes de explorador ni tu capacidad de sufrimiento. 🙃
Ya se sabes, todo tiene un coste 😉. Y mis dotes de explorador, creo que están yendo a menos 😀. Un abrazo.