ÁGUILAS - MORATALLA

El domingo día 23 de enero de 2022, un día después de mi cumpleaños, a las 06:05 horas, en la Plaza de España de Águilas con la Iglesia de San José a nuestra espalda y la fachada Neomudejar del siglo XIX del Ayuntamiento frente a nosotros iniciamos la marcha.
Era una mañana fría apenas tres grados pero en nosotros reinaba un entusiasmo y una fuerza que apenas percibíamos el frío. Tomamos la recién peatonalizada calle Conde de Aranda, giramos a la derecha por la Avd. Juan Carlos I hasta la carretera de Lorca y por la misma atravesamos las en desuso vías del ferrocarril hasta tomar la vía de servicio paralela a la autovía RM-11 no sin antes hacer una foto al enorme escudo de Águilas que preside la entrada a la autovía.
La noche iba tocando a su fin pero antes de amanecer nos dejó un leve chirimiri que a mí me hizo presagiar lluvia que afortunadamente no apareció. Pasamos bajo la autopista AP-7 y con las primeras luces del alba llegamos a la Venta de Tebar, ya habíamos recorrido 10 Kms y nos apetecía un cafelico caliente, entramos y con una tostada llenamos un poco el estómago, nos secamos el pequeño rocio y continuamos ruta.

Días anteriores a la salida yo había reconocido el itinerario para no caminar en lo posible por la autovía así que ahora nos tocaba pasar por encima de la misma a la vía de servicio de la derecha, la seguimos hasta encontrarnos con la carretera que viene de Mazarrón la MU-332, giramos a la izquierda y tras pasar nuevamente por debajo de la autovía salimos a la antigua carretera de Águilas, casi en desuso, la cual no abandonaríamos hasta bastantes kilómetros después, en este lugar me llamó poderosamente la atención un hangar donde en su interior y en la explanada allí existente habrían no menos de ocho helicópteros, algunos de procedencias tan lejanas como la Comunidad Valenciana o la Xunta de Galicia, pasamos nuevamente a la vía de servicio de la derecha y ya no la abandonaríamos hasta encontrarnos con la rotonda por donde tomamos la RM-621, no sin antes haber pasado por el Alto de Purias (550 metros) y por la entrada al campo de golf "Lorca Golf Course".
Esta carretera nos llevó directamente a la diputación de Purias y a una recta de más de 13 Kms que se puede hacer interminable, pero nosotros cuando ya llevábamos algo más de 27 y en el reloj pasaban 37 minutos de las doce decidimos parar a comer y lo hicimos en el Chiringuito Marinero, unos calamares a la romana y un exquisito plato combinado de patatas fritas caseras, huevo y pimientos fritos y tres trozos de lomo nos hicieron recuperar muchas fuerzas, el postre lo dejamos para después.

Con energías recuperadas y sin poder disfrutar de tan exquisitas viandas reemprendimos la marcha "solo" faltaban 92 Kms. Nada más salir nuevamente a la carretera apareció mi amigo Pepe Gomez en su coche que desde Lorca había salido a nuestro encuentro para ver si necesitábamos alguna cosa, MUCHAS GRACIAS PEPE.
Antes de llegar a Lorca también salió a nuestro encuentro mi amigo Plácido, ya que pasamos por la puerta de su casa de campo y gentilmente nos invitó a un cubatica, invitación que declinamos no sin agradecerle su ofrecimiento.
Tras unos kilómetros más nos encontramos en Lorca, como sabíamos que teníamos que pasar por aquí, antes de salir dejamos en mi cochera lo necesario para pasar la noche, mochila grande y en su Interior saco de dormir, corta vientos, chubasquero, funda vivac para el saco…….. pero decidimos no coger nada y seguir con lo que llevábamos, queríamos hacerlo sin ayuda externa, así que continuamos no sin antes agradecer a mi amigo Carlos que también quiso saludarnos y darnos ánimo.
Nos hicimos una foto en la Plaza del Óvalo delante del "Monumento al Procesionista" y directos a por el postre que no habíamos tomado antes y en el
Café Bar Primos dimos buena cuenta de un café con leche y una "muerte por chocolate" que nos dejó listos para afrontar la noche.

Antes de salir de Lorca nos pasamos por la Plaza de España para hacernos unas fotos y desplegar el emblema del C.D. TIRAMILLAS al cual pertenecemos, después pasamos por Santiago donde le enseñé a Pascual el kilómetro cero de la ruta a Santiago de Compostela la denominada Ruta del Argar, y por la calle Cava y Porche de San Antonio a buscar el Río Guadalentín. Pasamos junto al Centro Islámico TAWHID y ya no dejaríamos el cauce del río hasta llegar a la presa del Pantano de Puentes.
A los 45 Kms de recorrido existe una especie de merendero cubierto donde una mesa de piedra y cuatro bancos también de piedra nos sirvieron para descansar un poco y echar una cabezadica, aquí por lo menos no nos caia el relente, unos frutos secos, agua y directos al pantano donde llegamos a las 21:25, la noche está totalmente cerrada, los frontales ya hace tiempo que cumplen su función y nuevamente un pequeño descanso en las mesas de piedra y con bancos de piedra al igual que anteriormente pero había una diferencia, estos no están cubiertos y el relente nos hace mella, yo sé que hasta la Zarcilla de Ramos no hay nada para guarecerse, este camino lo he andado varías veces, así que a mentalizarse y a andar. El frío ya ha aparecido y el ritmo se hace cansino y tedioso, a veces con barro que nos obliga a salir del camino, tras varios kilómetros en lontananza se observan unas luces para mí muy lejanas, son las de El Rincón, después aparecen las de la Zarcilla pero por aquí el camino te juega una mala pasada, vemos como poco a poco nos alejamos en lugar de ir hacia el pueblo, el cansancio y el frío me van minando. Salimos al asfalto, y ahora seguimos la C-14 que tras pasar el puente del Río Turrilla enfilamos la recta que nos condujo a Zarcilla de Ramos, nos disponemos a cruzarla de sur a norte pero en el centro y como venido de cielo vemos una entidad bancaria y un cajero en el que se podía entrar, sin pensarlo dos veces le digo a Pascual, como lo ves, su respuesta, lo veo bien y sin pensarlo dos veces nos metemos dentro, me quito la mochila y a modo de cabecera la tiro al suelo y yo hago lo mismo, sin esterilla ni nada al suelo, para mí al igual que para Pascual fue una bendición, creí que estaba en la mejor cama del mejor hotel del mundo, veníamos de una temperatura de -4 o -5 grados y ahí dentro aunque con mucha luz, tanto frío no hacía así que me dormí en un suspiro, eran las 02:50 llevábamos casi 19 horas y 69 Kms pero aún nos quedaban 50 más.

Después de estar en tan confortable lugar 2 horas 35 minutos y aun sabiendo el frío que hacía afuera, los cristales que dan al exterior estaban empañados y llenos de bao, decidimos salir y continuar la subida hacia el Rincón de los Carranzas a los pies del Cerro del Sordo, al acercarnos el reloj de la iglesia nos recibe y nos dice que son las 6 de la mañana, seguimos por la C-14, pasamos por la puerta de la casa alojamiento rural de la Marquila hasta llegar a las inmediaciones de Don Gonzalo, pasamos bajo la RM-711 Lorca/Caravaca, dos puentes uno antiguo en desuso de piedra, nos lo permiten y a partir de aquí abandonamos nuevamente el asfalto.
Próximo objetivo Doña Inés, pero antes de llegar aquí el "astro rey" empieza a despertarse y buena falta que nos hacía, el camino y después la carretera estaban helados, el rocio se había convertido en hielo y un leve manto blanco jalonaba nuestro paso, que frío hacia.
Y así calentándonos con el andar llegamos a vislumbrar en la lejanía la pedanía lorquina de Doña Inés, albergábamos una esperanza, que algún bar estuviera abierto, la noche había sido muy dura, a la entrada un remozado estanque con abundantes patos nos recibe, unos metros y frente a nosotros el bar Jeromo, no había signos externos de que estuviera abierto, iba a ganar la apuesta, pero la perdí, se acercó Pascual a la puerta, esta se abrió y entró, yo no me lo podía creer.
Una vez dentro un calorcico reparador recorrió mi cuerpo, empecé a quitarme capas, me acomodé en una silla, trono era para mí, eran las 08:37 el sol ya estaba fuera y le pregunté al camarero por la temperatura exterior, me dijo que -2 grados y mi reflexión fue: que temperatura habíamos tenido que soportar unas horas antes, pero eso y como digo yo, ya era historia, ya había pasado y ahora nos tocaba degustar un magnífico desayuno, Pascual hasta se pidió un huevo frito.

Estuvimos en el interior del bar cerca de una hora, teníamos prisa pero más importante era recuperar fuerzas y recuperar calor corporal, así que después de agradecer al dueño del bar su magnífico trato y buena comida volvimos a lo nuestro que no era otra cosa que caminar.
Ahora lo hacemos por la RM-504 y pronto llegamos al panel de carretera que nos indica que entramos en el término municipal de Caravaca, hasta aquí ya hemos andado 86 Kms, unos cientos de metros más adelante volvemos a abandonar la carretera para tomar a la izquierda una pista ancha y muy bien señalizada, son las 10:45 y el frío de momento ha desaparecido, a lo largo de esta pista varios paneles informativos nos señalan que estamos dentro de la conexión de las vías verdes de Totana-Caravaca, nuestro próximo objetivo La Encarnacion. A dicha pedanía de Caravaca llegamos a las 12:30 y a diferencia de lo que nos había ocurrido con anterioridad aquí el bar está cerrado así que continuamos la marcha hacia Caravaca.

Nada más salir de esta pedanía nos encontramos con el río Quípar el cual abre una profunda garganta conocida como el Estrecho de las Cuevas, paraje de singular belleza habitado desde la cultura del Argar (1700 años antes de Cristo). Dominando este histórico desfiladero se levanta actualmente una ermita del Siglo XVI, la Ermita de la Encarnacion, construida sobre un templo romano anterior y este sobre otro anterior, ambos templos son de orden jónico.
Tras atravesar y admirar dicho desfiladero, un panel nos ofrece información sobre el lugar, continuamos y otra vez por pista camino de Caravaca pero el hambre y la sed hacen mella en nosotros y para llegar nos quedaban más de dos horas, solución tirar de nuestras reservas que para eso las llevábamos, así que sobre una arqueta elevada sacamos lo necesario para alimentarnos un poco y poder llegar. Tras pasar por la puerta del Cementerio Municipal, atravesar con extremada precaución la RM-730, pasar por la puerta de un importante aserradero, por la parte posterior de un polígono industrial y cruzar el Río Argos llegamos a Caravaca muy cansados, con ganas de sentarnos y comer, cuestión que solventamos al encontrar en nuestro camino el Restaurante Meson el Casón de los Reyes, era tarde las 16:15 pero el camarero debió de ver nuestra necesidad y tras decirnos que la cocina estaba cerrada nos ofreció el menú del día, nos daba igual, nos pasó al interior y otra vez la silla era el trono. Comimos una ensalada, guisantes salteados con jamón, unas suculentas y nutritivas lentejas, flan y un delicioso café con leche y aunque parezca raro, coca cola y agua.

Antes de ponernos nuevamente en marcha decidimos ir a nuestro destino final por el camino más recto y sin rodeos así que decidimos seguir el arcén de la carretera, aún nos quedaban más de tres horas y sabíamos que no podíamos perder tiempo.
A las 17:00 volvimos a ponernos en marcha y nada más salir del restaurante nos ocurrió una cosa curiosa, nos paran un grupo de personas y nos dicen: "anda vosotros sois los que ayer salisteis de Águilas, os hemos visto en Facebook, menuda paliza lleváis, ánimo que ya os queda poco" después de agradecerles el detalle continuamos la marcha.
Nada más salir de Caravaca una fuerte rampa nos pone a prueba, ya llevamos más de 100 Kms y las piernas aún siguen fuertes, así que intuyendo que el final estaba cerca aligeramos la marcha, sabíamos que se nos iba a hacer de noche como así fue, así que adoptamos todas las precauciones posibles. Tengo que confesar que estos últimos kilómetros se me hicieron eternos, en cada curva de la carretera esperaba ver aunque fuera a lo lejos las luces de la ciudad pero nada, era agotador y por fin la silueta iluminada del Castillo emergió en la oscura noche, un poco más y habrá terminado, me decía, Pascual me animaba, yo lo animaba a él y por fin el ansiado cartel, estábamos en MORATALLA, nos abrazamos, nos felicitamos y la alegría se apoderó de nosotros, lo habíamos conseguido después de andar 118,86 Kms en un tiempo total de 37 horas 38 minutos y haber superado un dap (desnivel acumulado positivo) de 1554 metros.