Ailanes, Solamata, Gallejones, La Nava, Necrópolis de La Quintana. Valle de Zamanzas

Ruta circular sencilla y muy interesante en el maravilloso Valle de Zamanzas.

El recorrido parte desde el poblado de Ailanes.
Un pequeño espacio para aparcar antes de entrar en el casco urbano se ha acondicionado junto al punto limpio para así no perjudicar a los vecinos de una localidad con muy poco espacio para dejar el auto.

Los primeros pasos se realizan para entrar en el casco urbano y descubrir una linda casa rural. Más adelante, la iglesia románica de San Cristóbal Mártir provoca en nosotros preocupación al comprobar su descuadre debido a la inestabilidad del terreno sobre la que se asienta.

Continuamos hacia el otro extremo del pueblo por la calle principal para luego dejarlo atrás y descender poco a poco por un sendero rodeado de antiguas fincas con los restos de sus muros casi enmascarados por la exuberante vegetación que los intenta ocultar.

Este sendero es alternativa al marcado por el parque natural al que pertenece este entorno.

Entre pinos más adelante, algún maullo y buenos ejemplares de robles llegamos a la hondonada del arroyo que desciende hasta Gallejones.
Una avenida abierta en este denso bosque se anda cómodamente junto al cauce y que en algunos tramos gana profundidad debido a la agresividad de su cauce en tiempos de crecidas.

Cuando se descubre el perfil de Gallejones aparece a nuestra izquierda los restos de lo que fue una ermita.
Destacan sus muros de sillares y su tono rojizo.
Poco después atravesamos con cuidado el manantial De la Fuente de La Salud, con propiedades curativas por su composición química.
Surge en el mismo camino.
Debemos pasar con atención para no resbalarnos y caer.
Enseguida vadeamos el arroyo de La Quintana para subir al interesante pueblo de Gallejones.

Ahí, el pueblo se localiza bajo las riscas del portillo San Roque.

Nos acercamos a la iglesia de San Mamés.
Su tronzado moral, su curiosa inscripción en el dintel del cementerio y su escudo y reloj de sol en el lateral de la portada hacen del lugar un atractivo para no perdérselo una vez llegados aquí.

Rodeamos Gallejones y descubrimos rincones muy sugerentes.
Su fuente y pilón, sus dujos en las fachadas de las buenas casas que existen y una casa rural de cuatro estrellas dejan un buen sabor de boca al visitante ocasional.

Bajamos desde ahí de nuevo a la carretera y la cruzamos para tomar el camino, antigua carretera, hacia Ailanes.
Aún queda el oído ya deteriorado de asfalto en la subida por La Nava hacia nuestro punto de partida.

Pero antes descubriremos una cascada