Al Mulhacén desde el mar (1 de 3): de La Mamola a Torvizcón superando la Sierra de la Contraviesa

Empezamos este reto montañero que nos va a llevar, si tenemos éxito, a coronar la montaña más alta de la península, el Mulhacén y sus 3479 msnm, desde el punto más bajo, el mar. Cuando diseñé la ruta, barajé dos opciones: empezar desde Castell de Ferro, cruzar la Sierra de Lújar hasta Órgiva, y desde allí subir por el barranco del Poqueira; la opción finalmente elegida ha sido empezar desde la playa de La Mamola, superar la Sierra de la Contraviesa para llegar a Torvizcón, y subir a Sierra Nevada desde Trevélez.

Marco esta primera etapa como fácil en su dificultad técnica porque caminamos por camino o sendero casi íntegramente y no encontramos ningún problema de paso. No obstante, se hizo dura debido a la brutal humedad que tuvimos hasta llegar a Polopos, una pequeña aldea donde encontramos una fuente de agua potable, pero ninguna tienda o bar donde comer algo, pues el único que había no abría hasta el mediodía. Desde Polopos hasta Haza de Lino, un cruce de carreteras con un restaurante bastante famoso en la zona, la humedad ya no fue tan fuerte, pero en cambio empezó a subir la temperatura. 2 litros de agua gastamos de media hasta Haza de Lino, donde además de reponerla, dimos cuenta de bebidas isotónicas y de las tapas que tuvieron a bien ponernos.

Rehechos y de buen humor, nos dispusimos a coronar la Sierra de la Contraviesa en su punto más alto: el Cerro Salchicha con sus 1545 msnm, desde donde vimos por primera vez el Mulhacén, todavía en la quinta puñeta. La pendiente desde el mar hasta la cumbre fue dura y constante. Traspusimos la Contraviesa por cortafuegos y caminos, rumbo a Torvizcón. El sol nos castigó sin piedad y solo en el último tramo la Rambla de Torvizcón disfrutamos de sombras ocasionales y ráfagas de aire fresco, tampoco constantes. Llegamos a Torvizcón, fin de esta primera etapa, donde nos alojamos en el Hotel-Restaurante Sahyl, que de lo primero no puede presumir mucho y de lo segundo nos ha dejado satisfechos. Eso sí, anexa cuenta con la piscina municipal que nos hizo olvidarnos de toda la fatiga y el calor del día.

Mañana seguiremos camino hasta Trevelez.