Alarcón. Hoz del Júcar. Puente de Tébar. Henchideros. Alcorconcillos. Cañavate. Plaza de Armas. Alarcón. PR-CU 71 y CUV-8033.

Hace tres años y medio hicimos una ruta por Alarcón, e hicímos la promesa de volver a hacer nuevas rutas por esa zona. Hoy cumplimos esa promesa al realizar una ruta, diseñada inicialmente sobre mapa, buscando pasar por los sitios de mayor interés, en un recorrido que utiliza senderos marcados y que incluye varias zonas por las que no pasamos la vez anterior, además de excluir la parte situada fuera del entorno específico de Alarcón.
Para llegar a Alarcón es necesario acceder por la N-III, para luego pasar a la carretera CUV-8033, por la que, pasado el Cerro Crillas, llegamos a las cercanías del río, que pocos km antes ha salido del embalse de Alarcón para proseguir su camino por un bellísimo cañón que llega hasta la Boca de la Hoz, cerca de la central hidroeléctrica del Picazo. Más adelante sigue su curso por una extensa llanura, hasta volver a encañonarse en las cercanías de Valdeganga, donde el paisaje de cañones se hace más agreste.
La zona por donde discurre la ruta está ubicada en un doble meandro que genera dos penínsulas. En la superior encontramos los Alcorconcillos y su límite superior corresponde al embalse de los Henchideros, mientras en la inferior asienta la población de Alarcón. La naturaleza, con el río encañonado como referente, es una parte que merece gran atención, pero no más que el conjunto de estructuras defensivas y de acceso (castillo, murallas y torres) y el propio núcleo urbano, donde hay un buen número de construcciones religiosas (la mayoría actualmente desmoralizadas) y civiles. Así que, sin duda, el visitante encontrará numerosos puntos de interés en su recorrido, buena parte del cual hará siguiendo el trazado del PR-CU 71 por el interior del cañón, si sigue el itinerario que describimos.
La ruta comienza en el aparcamiento del Parador Nacional, al lado de la Plaza de la Autonomía. Ahí mismo tenemos un punto a recordar: el Mirador de la Peña, con excelentes vistas, incluyendo el vecino torreón del Parador Nacional y la entrada del mismo. Salimos de aquí por la calle Álvaro de Lara, continuando por la Travesía de Santa María hacia la iglesia de la Santísima Trinidad, por cuya puerta pasamos. A su lado la torre muestra un amplio paso en su base: la Puerta del Arco, frente a la cual giramos a la izquierda para bajar por el Camino de las Moreras hacia la Puerta de Chinchilla, por la que pasamos al cruzar la muralla, siguiendo un sendero sobre la piedra que muestra curiosos escalones. No llegaremos hasta el río; a medio camino entre la Puerta y el puente del Picazo, encontraremos las señales del PR-CU 71 y nosotros seguiremos por la derecha, bajando hacia el sendero del cañón del Júcar, entre el río y las paredes rocosas de la gran roca donde asienta la ciudad. Las vistas del cañón son muy bonitas, y a nuestra derecha veremos restos de la muralla y las paredes del Cementerio de Alarcón. A este nivel veremos también un sendero que baja hacia el río, pasando por debajo de un arco de piedra, tal vez resto de un puente sobre un antiguo camino. El río muestra numerosos troncos de arboles caídos entre el agua, que fluye tranquila en esta parte de escaso desnivel y caudal controlado por las descargas de los embalses de Alarcón y Henchideros. Las laderas boscosas, con árboles de gran tamaño, los grandes desplomes verticales de la roca y el pacífico paso de las aguas ofrecen al caminante un idílico lugar de paso. Algo más adelante el río gira a la derecha, la vegetación parece disminuir algo y pronto vemos la Torre del Cañavate a nuestra izquierda. Seguimos y las murallas vuelven a mostrarnos el final del acantilado, mientras el río se encajona progresivamente a medida que nos acercamos al Puente de Tébar.
Es este un bonito ejemplo de arquitectura románica, probablemente asentado sobre una construcción previa de época musulmana. Podríamos aquí girar hacia la derecha, para subir hacia la Fuente del Pilar y la Puerta que atraviesa las murallas, para seguir por el camino marcado como CUV-8033, hacia el oeste de la población, por donde se accede a la calle San Juan, pero optamos por girar a la izquierda, cruzando el Puente de Tebar, para seguir por el PR-CU 71 hacia la Presa del Henchidero. Desde aquí el sendero asciende hacia los Alarconcillos, pero hay un sendero que continúa por el borde del embalse por un rato, ofreciéndonos excelentes vistas por un tiempo, así que lo aprovechamos para luego, cuando el sendero se estrecha e inclina, volver hacia atrás en busca de los Alarconcillos.
El ascenso es algo más inclinado, con algunos pasos en la roca que se pueden hacer sin dificultad buscando el lugar adecuado, aunque es probablemente más fácil hacer una pequeña trepada en un par de puntos. Muy pronto estamos arriba y ahí, muy cerca, está la bellísima torre de los Alarconcillos.
El sendero continúa por la izquierda de la torre, pasando a sus pies, bajo unas aberturas, tal vez antiguas puertas aunque ahora no parecen llevar a parte alguna. Las vistas son excelentes y el sendero, está bien definido aunque no parece muy usado. Seguimos en dirección a la Torre del Cañavate y las vistas son soberbias, tanto hacia la población como hacia el río. Algo más adelante, cerca del punto más alto, el sendero se estrecha y tapa en parte por la vegetación; es necesario estar atento para evitar errores, o seguir directamente el trazado del GPS; la clave está en que el sendero deja la parte alta para ir descendiendo progresivamente hacia la ladera norte, hasta encontrar un paso, fácil, al pie de la roca, que se abre en descenso hacia la Torre del Cañavate sobre el curso del río, que aquí gira un poco.
Tras las fotos de la Torre del Cañavate salimos al camino por el que discurre el trazado principal del PR, y giramos a la izquierda, para continuar por este, bajo los Alarconcillos, hasta el Puente de Tébar, que cruzamos para luego ascender por un corto sendero que nos lleva hasta el camino marcado como CUV-8033. Pasamos, por el sur ahora, por la Presa del Henchidero, y rodeamos por un tiempo el embalse de los Henchideros, siguiendo un camino de tierra y roca, que nos pareció algo irregular para vehículos, aunque nos sorprendió ver bajar a un coche a una velocidad relativamente alta; suponemos que el conductor debía conocer bien el camino y le gustaba pegar saltos con el coche aunque, claro, tal vez fuese un probador de amortiguadores haciendo su trabajo. El camino está protegido por una valla de troncos, y sigue hasta salir por un sendero que permite un corto atajo hacia la carretera por la que llegamos a Alarcón, la CUV-8033. Hay algunas construcciones agrícolas y ganaderas y un camino de tierra que nos puede ayudar a evitar usar la carretera, pero es bastante ancha y el tráfico es muy escaso, así que preferimos continuar por ella hasta un pequeño llano, donde cruzamos la carretera para entrar en el recinto amurallado donde hay una notable torre, que recibe el nombre de Plaza de Armas.
A la salida, por el sur y cerca de la muralla, vemos un sendero claramente definido que desciende algo agresivamente unos cuantos metros, para luego girar a la derecha y continuar descendiendo entre la roca hacia la carretera, dejando atrás la puerta de la Plaza de Armas, para llegar poco más adelante a la Puerta del Calabozo, que atravesamos para llegar a los pies del Castillo, donde encontramos una nueva puerta, a cuya izquierda vemos un cartel/placa informativa que nos dice que estamos en el Mirador de la Reina Leonor de Plantagenet. Nos asomamos a el, que tiene excelentes vistas al puente del Picazo, el cañón del Júcar y las murallas al sur de Alarcón, y a continuación seguimos hacia la iglesia de la Trinidad, subiendo hacia la plaza del Infante Don Juan Manuel, donde se encuentran el Ayuntamiento y la Iglesia de San Juan Bautista, en la que están las pinturas de Jesús Mateo. Continuando a la derecha por la calle Capitán Julio Poveda, veremos varias casas interesantes, entre las que llama la atención el Museo del Ruso, y llegaremos a la antigua iglesia de Santo Domingo de Silos, ahora desmoralizada y convertida en auditorio y sala de exposiciones, frente a la cual está la iglesia parroquial de Santa María, única que mantiene el culto. Pronto llegamos a la Plaza de la Autonomía, excelente lugar para descansar y refrescarse a la sombra, antes de acabar pocos metros después al llegar al lugar donde dejamos aparcado el coche.
En conjunto una preciosa ruta, en un día de bastante calor, que podría hacer aconsejable probar a hacerla en sentido inverso, para aprovechar la sombra del cañón en el momento de más calor, aunque caminando sin forzar mientras se disfruta de los muchos lugares y vistas de interés que aparecen a lo largo de la ruta la diferencia no nos parece notable. Buen calzado de montaña (particularmente apreciado en las zonas de lapiaz y roca viva), bastones, agua abundante, protección solar y sombrero son recomendaciones lógicas. Algo de comida para prolongar alguna parada puede ser interesante, sobre todo con niños.
La ruta me parece fácil en general, pero la subida a Alarconcillos y la bajada hacia la Torre del Cañavate, junto al calor, hacen aconsejable subir la calificación un punto.