Albarracín - Pinares de Rodeno y pinturas rupestres del Navazo (PR-TE 117)
near Albarracín, Aragón (España)
Viewed 2591 times, downloaded 220 times
Trail photos
Itinerary description
Al este de Albarracín, uno de los pueblos más hermosos de España, se extiende el Paisaje Protegido Pinares de Rodeno (por el pino rodeno o resinero): un rincón natural donde al abrigo de rocas rojizas, callejones y oquedades pétreas, el ser humano dejó hace miles de años su impronta en forma de pinturas rupestres, las primeras reconocidas en nuestro país como tales junto a las cántabras de Altamira, según las fuentes consultadas.
Para preservarlas de la mano ajena, las recreaciones pictóricas se han enrejado al estilo jaula zoológica, aprovechando que siempre se trazaron sobre abrigos de roca que ofrecen resguardo de visera y permiten acomodar los barrotes, que llegan a alcanzar varios metros de altura (ver fotos). Ese enclaustramiento confiere a cada retablo prehistórico y su entorno un aire extraño de altar iconográfico.
Un pequeño panel informativo situado en el exterior de las celdas ofrece la explicación pertinente. Todos los lienzos representan figuras de animales y cazadores, en un frágil estado de conservación que en ocasiones dificultan su reconocimiento por el ojo humano, lo que convierte cada contemplación en una especie de juego de agudeza visual (¿Dónde está Wally?).
Hasta 11 abrigos de pintura rupestre llegaremos a examinar en esta ruta: todos en la zona que llaman del Navazo (con su área recreativa y donde hay aparcamiento para vehículos) y uno precedente en el silencioso y aquietado barranco del Cabrerizo.
Pero el laberinto de peñascos de los Pinares de Rodeno, situado a unos 4 kilómetros de Albarracín, no solo es vestigio de arte prehistórico: hoy es un pequeño edén para los aficionados a la escalada en bloque (búlder), que en los días de vacaciones acuden como enjambres de abejas a la miel, desfilando por los senderos con sus colchonetas gigantes a la espalda (con las que amortiguarán una posible caída) en busca de su roca reto, convirtiendo el lugar en un rocódromo natural.
Para completar la ruta seguiremos el sendero de pequeño recorrido PR-TE 117 (marcas blancas y amarillas), aunque incorporaremos una variante de regreso a Albarracín para coronar el cerro Cascantejo en un ida y vuelta.
Hasta el área recreativa del Navazo, donde se suceden los diez abrigos de roca con pinturas rupestres, se comparte tramo con el GR-10 (marcas rojiblancas). Toda la caminata, menos el desvío al cerro Cascantejo, está perfectamente señalizada con cartelería informativa que avisa de la distancia, tiempos y desvíos. A las pinturas y peñascos, se suman un par de miradores como elementos de interés.
Ya en la zona del Navazo, los frescos milenarios se reparten en dos áreas: los seis del oeste (de la bandera 14 a la 21) y el mirador de Rodeno (bandera 18) quedan fuera del PR-TE 117, aunque dentro del sendero local circular SL 1 Prado del Navazo. Los cuatro abrigos al norte del área del Navazo figuran a su vez dentro del sendero local SL-2 Arrastradero (lineal), aunque en esta ocasión comparten itinerario con el PR-TE 117.
Al final salen 16,80 kilómetros de ruta y unos 400 metros de desnivel.
SALIDA Y BARRANCO
En nuestro caso, empezamos el pateo dese la ermita de Santa Bárbara, en el arrabal de Albarracín, en la parte baja del pueblo y al otro lado del río Guadalaviar. Una vez fuera del casco urbano, y siempre guiados por la buena cartelería que tan bien orienta los pasos, nos adentraremos por el barranco del Cabrerizo (bandera 4 del mapa), la primera sorpresa de la jornada: un angosto cañón donde descubrimos las formaciones rocosas caprichosas típicas de la zona: areniscas pardas, acantilados y riscos. No cuesta imaginarse a aquellos primitivos habitantes merodeando por este corredor natural, guareciéndose en cavidades y hendiduras al calor de la lumbre.
El barranco, por el que discurre un hilo de agua que en ocasiones no llega ni a arroyuelo, presenta al principio pequeñas huertas semitapiadas, pero luego va tapizándose de pinos rodenos según progresamos y gana altura.
EL PRIMER ABRIGO
En este vallejo se encuentra, como a mitad de recorrido, el primer abrigo señalizado de la ruta, el de la Fuente del Cabrerizo (bandera 9 y unos 3,30 kilómetros de etapa), apartado de sus hermanos del área recreativa de Navazo, en cuyo prado desembocará el sendero del barranco.
Un poco más adelante damos con la fuente del Cabrerizo (bandera 10) y, nada más pasarla, con el desvío al mirador del Cabrerizo (bandera 11), situado unos 30 metros por encima de nuestra senda, y que se puede visitar en un fugaz ida y vuelta que nos agita los pulmones.
Desde aquí estamos ya a un paso del prado del Navazo, un claro de bosque con la tierra roturada que se abre a nuestra izquierda. La senda nos guía hasta una bifurcación señalizada (bandera 12), que cogeremos a derecha, y por la que luego volveremos a pasar para visitar los cuatro abrigos rupestres del norte del prado del Navazo y emprender el regreso a Albarracín.
LOS 6 ABRIGOS DEL OESTE
Así que seguimos a derecha hasta el aparcamiento del Navazo, donde con un trazado circular recorremos las seis pinturas del oeste, hasta la punta donde se ha levantado en madera el mirador del Prado del Navazo.
Los nombres de los abrigos visitables en este tramo circular (SL-1), que completamos de oeste a este y de sur a norte, son: de las Figuras Diversas (bandera 14) y el contiguo del Ciervo (15), el del Medio Caballo (16), el de los Dos Caballos (17), luego viene el mirador Pinares de Rodeno (18) y regreso al área recreativa por el abrigo del Arquero de los Callejones Cerrados (19), pasando por una zona de escalada natural (20) y el abrigo de la Cocinilla del Obispo (21). El acceso a los dos últimos abrigos es por pasarela.
De nuevo en el área recreativa (bandera 22), tomamos la pista que trajimos hasta el cruce intersección de la bandera 12, situado junto al claro de bosque del prado del Navazo, y seguimos recto (a izquierda volveríamos al barranco del Cabrerizo).
LOS 4 ABRIGOS DEL NORTE
En este sector norteño toca disfrutar de cuatro abrigos. En un primer ramal, y probablemente el tramo paisajístico y rocoso más bonito del museo al aire libre que es el conjunto pictórico del Navazo, contemplaremos dos, desviándonos a derecha del camino principal (un cartel señala la bifurcación): el de los Toros del Prado del Navazo (bandera 23) y su posterior roca voladiza, una impresionante majada de pastor levantada sobre un túnel pasadizo de roca (24) y el recóndito abrigo del Tío Campano (25) y un posterior mirador precipio que encontramos a su derecha unos 50 metros más allá (26), al que se llega rápidamente sorteando peñascos.
Se regresa luego al camino principal, para unos metros más adelante girar de nuevo a derecha para completar los dos últimos lienzos: el de Lázaro (27) y el de los Cazadores del Navazo (28).
CERRO CASCANTEJO
De retorno al PR-TE 117, se sigue unos 400 metros hasta una baliza señalizada con placa del PR (bandera 29), a cuya derecha se abre un camino, que cogeremos para alcanzar el cerro Cascantejo, despreciando primero un desvío a derecha y luego otro a izquierda (bandera 30). El cerro regala vista a los pinares y las Peñas del Buitre, y a lo lejos el pueblo de Gea de Albarracín. Pero no se trata de un mirador excepcional. Es un palco visual prescindible.
Y DIRECTOS A ALBARRACÍN
Tras asomarnos a la balconada, volvemos a nuestro PR-TE 117, que inicia un suave descenso. Como 1,6 kilómetros después de habernos renganchado a él, llegamos a un cruce señalizado con poste informativo (bandera 32), que nos indica a izquierda 2,5 km a Albarracín y 50 minutos. Cogemos el sendero que se nos marca y abandoamos el camino más ancho que traíamos.
Unos 250 metros más adelante, nos topamos con otro cruce y un camino ancho (bandera 33), el GR-160: ya a cielo abierto y justo en el límite donde se acaba la pinada (es el llamado camino del Cid). Decimos adiós a los pinos rodenos y seguimos descendiendo por una senda pedregosa y con la vista lejana puesta en Albarracín, cuyas casas colgantes asoman entre la hendidura de la montaña y a donde llegaremos en una media hora.
Para preservarlas de la mano ajena, las recreaciones pictóricas se han enrejado al estilo jaula zoológica, aprovechando que siempre se trazaron sobre abrigos de roca que ofrecen resguardo de visera y permiten acomodar los barrotes, que llegan a alcanzar varios metros de altura (ver fotos). Ese enclaustramiento confiere a cada retablo prehistórico y su entorno un aire extraño de altar iconográfico.
Un pequeño panel informativo situado en el exterior de las celdas ofrece la explicación pertinente. Todos los lienzos representan figuras de animales y cazadores, en un frágil estado de conservación que en ocasiones dificultan su reconocimiento por el ojo humano, lo que convierte cada contemplación en una especie de juego de agudeza visual (¿Dónde está Wally?).
Hasta 11 abrigos de pintura rupestre llegaremos a examinar en esta ruta: todos en la zona que llaman del Navazo (con su área recreativa y donde hay aparcamiento para vehículos) y uno precedente en el silencioso y aquietado barranco del Cabrerizo.
Pero el laberinto de peñascos de los Pinares de Rodeno, situado a unos 4 kilómetros de Albarracín, no solo es vestigio de arte prehistórico: hoy es un pequeño edén para los aficionados a la escalada en bloque (búlder), que en los días de vacaciones acuden como enjambres de abejas a la miel, desfilando por los senderos con sus colchonetas gigantes a la espalda (con las que amortiguarán una posible caída) en busca de su roca reto, convirtiendo el lugar en un rocódromo natural.
Para completar la ruta seguiremos el sendero de pequeño recorrido PR-TE 117 (marcas blancas y amarillas), aunque incorporaremos una variante de regreso a Albarracín para coronar el cerro Cascantejo en un ida y vuelta.
Hasta el área recreativa del Navazo, donde se suceden los diez abrigos de roca con pinturas rupestres, se comparte tramo con el GR-10 (marcas rojiblancas). Toda la caminata, menos el desvío al cerro Cascantejo, está perfectamente señalizada con cartelería informativa que avisa de la distancia, tiempos y desvíos. A las pinturas y peñascos, se suman un par de miradores como elementos de interés.
Ya en la zona del Navazo, los frescos milenarios se reparten en dos áreas: los seis del oeste (de la bandera 14 a la 21) y el mirador de Rodeno (bandera 18) quedan fuera del PR-TE 117, aunque dentro del sendero local circular SL 1 Prado del Navazo. Los cuatro abrigos al norte del área del Navazo figuran a su vez dentro del sendero local SL-2 Arrastradero (lineal), aunque en esta ocasión comparten itinerario con el PR-TE 117.
Al final salen 16,80 kilómetros de ruta y unos 400 metros de desnivel.
SALIDA Y BARRANCO
En nuestro caso, empezamos el pateo dese la ermita de Santa Bárbara, en el arrabal de Albarracín, en la parte baja del pueblo y al otro lado del río Guadalaviar. Una vez fuera del casco urbano, y siempre guiados por la buena cartelería que tan bien orienta los pasos, nos adentraremos por el barranco del Cabrerizo (bandera 4 del mapa), la primera sorpresa de la jornada: un angosto cañón donde descubrimos las formaciones rocosas caprichosas típicas de la zona: areniscas pardas, acantilados y riscos. No cuesta imaginarse a aquellos primitivos habitantes merodeando por este corredor natural, guareciéndose en cavidades y hendiduras al calor de la lumbre.
El barranco, por el que discurre un hilo de agua que en ocasiones no llega ni a arroyuelo, presenta al principio pequeñas huertas semitapiadas, pero luego va tapizándose de pinos rodenos según progresamos y gana altura.
EL PRIMER ABRIGO
En este vallejo se encuentra, como a mitad de recorrido, el primer abrigo señalizado de la ruta, el de la Fuente del Cabrerizo (bandera 9 y unos 3,30 kilómetros de etapa), apartado de sus hermanos del área recreativa de Navazo, en cuyo prado desembocará el sendero del barranco.
Un poco más adelante damos con la fuente del Cabrerizo (bandera 10) y, nada más pasarla, con el desvío al mirador del Cabrerizo (bandera 11), situado unos 30 metros por encima de nuestra senda, y que se puede visitar en un fugaz ida y vuelta que nos agita los pulmones.
Desde aquí estamos ya a un paso del prado del Navazo, un claro de bosque con la tierra roturada que se abre a nuestra izquierda. La senda nos guía hasta una bifurcación señalizada (bandera 12), que cogeremos a derecha, y por la que luego volveremos a pasar para visitar los cuatro abrigos rupestres del norte del prado del Navazo y emprender el regreso a Albarracín.
LOS 6 ABRIGOS DEL OESTE
Así que seguimos a derecha hasta el aparcamiento del Navazo, donde con un trazado circular recorremos las seis pinturas del oeste, hasta la punta donde se ha levantado en madera el mirador del Prado del Navazo.
Los nombres de los abrigos visitables en este tramo circular (SL-1), que completamos de oeste a este y de sur a norte, son: de las Figuras Diversas (bandera 14) y el contiguo del Ciervo (15), el del Medio Caballo (16), el de los Dos Caballos (17), luego viene el mirador Pinares de Rodeno (18) y regreso al área recreativa por el abrigo del Arquero de los Callejones Cerrados (19), pasando por una zona de escalada natural (20) y el abrigo de la Cocinilla del Obispo (21). El acceso a los dos últimos abrigos es por pasarela.
De nuevo en el área recreativa (bandera 22), tomamos la pista que trajimos hasta el cruce intersección de la bandera 12, situado junto al claro de bosque del prado del Navazo, y seguimos recto (a izquierda volveríamos al barranco del Cabrerizo).
LOS 4 ABRIGOS DEL NORTE
En este sector norteño toca disfrutar de cuatro abrigos. En un primer ramal, y probablemente el tramo paisajístico y rocoso más bonito del museo al aire libre que es el conjunto pictórico del Navazo, contemplaremos dos, desviándonos a derecha del camino principal (un cartel señala la bifurcación): el de los Toros del Prado del Navazo (bandera 23) y su posterior roca voladiza, una impresionante majada de pastor levantada sobre un túnel pasadizo de roca (24) y el recóndito abrigo del Tío Campano (25) y un posterior mirador precipio que encontramos a su derecha unos 50 metros más allá (26), al que se llega rápidamente sorteando peñascos.
Se regresa luego al camino principal, para unos metros más adelante girar de nuevo a derecha para completar los dos últimos lienzos: el de Lázaro (27) y el de los Cazadores del Navazo (28).
CERRO CASCANTEJO
De retorno al PR-TE 117, se sigue unos 400 metros hasta una baliza señalizada con placa del PR (bandera 29), a cuya derecha se abre un camino, que cogeremos para alcanzar el cerro Cascantejo, despreciando primero un desvío a derecha y luego otro a izquierda (bandera 30). El cerro regala vista a los pinares y las Peñas del Buitre, y a lo lejos el pueblo de Gea de Albarracín. Pero no se trata de un mirador excepcional. Es un palco visual prescindible.
Y DIRECTOS A ALBARRACÍN
Tras asomarnos a la balconada, volvemos a nuestro PR-TE 117, que inicia un suave descenso. Como 1,6 kilómetros después de habernos renganchado a él, llegamos a un cruce señalizado con poste informativo (bandera 32), que nos indica a izquierda 2,5 km a Albarracín y 50 minutos. Cogemos el sendero que se nos marca y abandoamos el camino más ancho que traíamos.
Unos 250 metros más adelante, nos topamos con otro cruce y un camino ancho (bandera 33), el GR-160: ya a cielo abierto y justo en el límite donde se acaba la pinada (es el llamado camino del Cid). Decimos adiós a los pinos rodenos y seguimos descendiendo por una senda pedregosa y con la vista lejana puesta en Albarracín, cuyas casas colgantes asoman entre la hendidura de la montaña y a donde llegaremos en una media hora.
Waypoints
Comments (10)
You can add a comment or review this trail
Hola Nacho, mañana haremos tu ruta, muy bien explicada, parece interesante y muy chula.
Gracias
I have followed this trail verified View more
Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Hola, ha sido una ruta preciosa, gracias por tus indicaciones. Nosotros hemos tenido q reducirla, el segundo bucle nos lo hemos saltado.
Hasta la próxima y gracias de nuevo.
Qué bien que lo hayáis disfrutado, Peretti Marí. Y muchas gracias por la valoración.
Ruta muy bonita por el paisaje y por la cantidad de pinturas rupestres que se pueden disfrutar, una maravilla prehistórica!
Espectacular!
Muchas gracias!
Muchas gracias, Silvia, por tu comentario y valoración.
El agua de las fuentes que hay a lo largo de la ruta se puede beber?
Hola, Goncalo. No sabría precisarte. Los carteles indican 'Agua no tratada', que no es lo mismo que 'Agua no potable'. Y desconozco si en pleno agosto brotan o están secas. En cualquier caso, las dos fuentes están muy seguidas y antes del km 4, cuando la ruta son 16 kilómetros. Yo llevaría el agua desde la salida.
Muchas gracias Nacho. Hicimos la ruta ayer, en el sentido contrario para tener más sombra y las fuentes hacia el final. Cómo hacía mucho calor, rellenamos las botellas en la última fuente.
I have followed this trail View more
Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Ruta con varios puntos de interés y mucha variedad en el paisaje. El dificultad es fácil para adultos y moderado para niños.
Track perfecto,está todo indicado,salvo el barranco de subida lo demas es todo pista por los pinares.