Albelda - La Roqueta - Vértice Gardench 505 m. - Ermita San Salvador.

Partimos de la localidad de Albelda en la que habremos estacionado junto a la iglesia Parroquial.

Tomamos la calle que parte al Sur, atravesando la carretera y tomando una lalle que se llama "La Roqueta".
Enseguida averiguaremos el curioso nombre de la calle y es que a poco de abandonar el casco urbano nos daremos de bruces con una más que curiosa (y prominente) placa de roca arenisca, cuya erosión la hace más llamativa.

Seguimos ahora por sendero ascendiendo hasta un viejo corral y una caseta típica del lugar, llamada popularmente como "Volta" a causa del arco que suele enmarcar la entrada a esta especie de refugio o cabaña rural.

Por sendero descendemos hacia el este en busca del paso de la carretera, la cruzamos con cuidado y bordeamos el cementerio municipal para tomar un camino ascendente al nordeste.

El camino gana pendiente, en principio quería ir a la ermita de San Sebastián directamente pero al ver una montaña muy prominente en las proximidades, cambié de plan.
Nos saldremos del camino por la derecha junto a unas oliveras para tomar un abrupto sendero que por un estrecho cordal va superando una serie de prominencias en forma de joroba muy llamativas o vistosas.
Alrededor se puede observar un amplísimo panorama de las populares "gesas" o montañas de yesos de curiosas formas, muchas de ellas surcadas por sus crestas por senderos que seguramente utilizan deportistas para sus entrenamientos, sea en carreras de montaña o en BTT.

A lo lejos dirección Este se puede divisar un vértice geodésico que invita a hacerlo nuestro por su relativa proximidad. En pocos minutos alcanzaremos este punto de referencia, aunque el paisaje siga siendo mas o menos el mismo.

Retrocedemos por el ultimo trecho de camino hasta el enlace con el Sendero de Gran Recorrido GR-23 tramo Albelda - Castillonroy, por el que regresaremos hacia Albelda.
Antes de entrar en el casco urbano, un sendero muy empinado y erosionado nos permite volver a subir y, esta vez sí, ascender hasta la ermita de San Salvador. Las vistas hoy no son el premio ya que hay niebla densa hasta la misma falda de la ermita.
Nunca había subido hasta aquí y me hacía ilusión porque, cuando tenía unos 20 años, intenté acceder por el empinado camino del cementerio con mi coche, un Simca 1200 ranchera, sin conseguirlo. Cosas de la divina juventud.

Desde esta curiosa ermita, descenderemos rápidamente hasta el casco urbano mediante un buen sendero que pasa por el Mirador de Albelda (niebla, recuerden...) y de allí hasta el coche en un pis - pas.

Recuerdos desde Albelda. Qué pueblo más chulo.