Albinyana - Puig de Sant Antoni - Cova de Vallmajor

Muy cerca del Vendrell encontramos una zona repleta de infinidad de simas, algunas de ellas de grandes dimensiones, en la que tenemos un bonito mirador a la zona de El Montmell, el Puig de Sant Antoni.

En Albinyana, dejamos el coche en la Esglèsia de Sant Bartomeu.

Desde la misma iglesia empezamos a seguir las marcas del GR-92 que en un primer momento nos llevan por una calle desde la que divisamos varios bancales.

Siguiendo las marcas enseguida salimos por la parte alta del pueblo siguiendo una carretera que enseguida nos lleva hasta un desvío a nuestra derecha para, ahora sí, empezar a transitar por un sendero.

Este sendero nos va haciendo ganar altura mientras transitamos por por un bosque de pinos que impide que el calor de los primeros rayos de sol del día nos calienten.

Siguiendo el sendero enseguida divisamos la Ermita de Sant Antoni de Pàdua, situada en una explanada donde también encontramos algunas mesas de madera donde poder comer.

Ahora toca abandonar el GR y tenemos que ir en busca de un sendero que sale en dirección Norte y que nos va llevando entre matorrales en dirección al Puig de Sant Antoni, bien visible ya.

Durante la subida nos encontramos con dos simas, el Avenc de la Cendra y el Avenc dels Joans, situados en un bonito enclave donde merece la pena mirar atrás y vislumbrar el Mediterráneo.


Desde las simas ya nos quedan muy pocos metros para llegar hasta el vértice que nos encontramos en la loma cimera, todo y que este no es su punto más alto, por el que pasaremos metros después.

Desde aquí las vistas no decepcionan, tenemos muy buena visión del mar, así como de Montserrat y la zona del Montmell.

Ahora transitamos por un sendero muy ancho que va descendiendo poco a poco por la loma de la montaña, cruzando un mar de monte bajo, con el Montmell siempre vigilante a nuestra derecha.

Tras un rato des descender llegamos hasta una pista donde volvemos a enlazar con el GR-92.

La pista enseguida nos deja en las ruinas de la Masia d'Escansa.

Ahora llega el momento en el que podemos llegar a no encontrar el camino correcto, por lo que es importante coger siempre el desvío de la izquierda en los dos cruces que nos encontraremos nada más empezar a llanear de nuevo, siendo el último el que tal vez sea más fácil pasarse.

Ya en el sendero correcto, este va avanzando, siempre con una ligera tendencia descendente hasta llegar un momento donde este se precipita por nuestra izquierda en un vertiginoso descenso donde puede llegar a ser necesario ayudarse de las manos para bajar y que nos deja en el punto más espectacular de la ruta, la Cova de Vallmajor.

Se trata de una cueva bastante grande con muchas galerías y que desciende de forma muy vertical, teniendo varias salas con estalactitas y pinturas rupestres, aunque al ir solo, preferí quedarme en la entrada y no aventurarme, habrá que volver en otra ocasión.

Tras la visita nos toca desandar el camino recorrido, recuperar el GR, pasar la Masia d'Escasa y llegar a la pista que nos ha de llevar de vuelta.

Esta pista nos va llevando en en descenso muy suave hasta la Ermita de Sant Antoni de Pàdua.

Ya en la Ermita podemos volver por el sendero del GR o bajar por la carretera de forma mucho más tranquila, decisión que tomé, ya que así podía disfrutar de unas vistas diferentes a las de subida.

Enseguida damos con el desvío del GR de la mañana, por lo que ya solo nos queda desandar nuestros pasos siguiendo las marcas, llegar de nuevo al coche y dar por finalizada la ruta de hoy.

A continuación os hago un pequeño resumen de los números de la ruta:

Tipo de ruta: Circular
Dificultad técnica: Fácil
Dificultad física: Fácil
Distancia: 7,89 Km
Punto más alto: 411 m
Punto más bajo: 197 m
Desnivel positivo: 260 m
Desnivel negativo: 260 m
Desnivel acumulado: 520 m
Cimas ascendidas: 1
Tiempo empleado: 1 horas 42 minuto
Tiempo en movimiento: 1 horas 30 minutos
Velocidad media: 4,51 Km/h
Ritmo: 13:18 min/Km

Podéis ver más detalles en la crónica de mi blog, en el enlace de abajo.