CAMINO MOZÁRABE ALMERÍA-GRANADA ETAPA 3: Alboloduy - Abla

Esta larga etapa nos lleva hoy a la bonita localidad de Abla, en la comarca de Filabres-Tabernas y una de las puertas de entrada de la Alpujarra almeriense.
Comenzamos el recorrido saliendo del albergue y dirigiéndonos al río Nacimiento donde seguiremos por un carril que sigue entre su parte derecha y la carretera A-1075. En nuestro caso, dejamos momentáneamente la señalización para pasar junto a la pequeña ermita a la entrada de la población. Después de un corto tramo por el carril indicado, entraremos de lleno al cauce del río Nacimiento, dejando a la derecha la llamada Rambla de los Yesos. Seguiremos durante unos 2 km por el cauce del río hasta una zona donde una abundante vegetación impide que sigamos su curso. El camino nos saca por un sendero a la derecha, para realizar la que será sin duda, la subida más exigente de todo el recorrido hasta Granada. Nos disponemos a remontar el Barranco de los Catalanes. Son apenas unos 1,5 km que nos sacarán a la carretera A-1075, por un sendero en continuo ascenso que va en zig zag remontando la ladera de la montaña. Si vamos echando la vista atrás, las vistas son espectaculares, pudiendo ver el cauce y los meandros del río Nacimiento, algunos restos de antiguas construcciones agrarias y el vergel de cultivos, sobretodo olivos y naranjos, que rodean el mismo. Una vez en la carretera seguiremos a la izquierda por su arcén durante unos 2,5 km. La carretera, no suele llevar mucho tráfico, pero debemos estar atentos al mismo. En algún corto tramo, la señalización nos saca de la misma para volver a ella y dejarla definitivamente a la altura del Llano del Campillo, seguiendo a la izquierda y pasando por el singular Aljibe Bermejo. Siguiendo las flechas llegaremos a una cadena y un cartel informativo que nos indica que entramos a una propiedad privada donde se permite sin embargo el paso a peregrinos. El descenso, durante algo menos de 3 km por pista, nos lleva al cortijo del Chono, cuyos propietarios a nuestro paso, nos ofrecieron amablemente unas botellas de agua y con los cuales tuvimos la oportunidad de departir durante un rato. Ellos mismos nos indicaron el lugar por donde seguir para retomar el camino siguiendo el cauce del río Nacimiento. Durante unos 4 km vamos a seguir por uno de los tramos más entretenidos de todo el camino. En estas alturas del año, finales de noviembre, en pleno otoño, el río llevaba bastante agua, que sin ser profundo, y como nos habían recomendado desde la asociación, aconsejaban durante ese tramo llevar chanclas para ir siguiendo el recorrido río arriba. En nuestro caso, con calzado goretex e intentando vadear el río pasando de un lado a otro por los lugares con menos caudal, conseguimos superar este tramo mojándonos lo mínimo. Seguramente la opción de llevar chanclas e ir pasando por el agua sin problemas, es una opción más rápida, pero a nosotros nos pareció hasta divertido el ir buscando de qué manera y sorteando los lugares más complicados. En un amplio cruce, y cuando ya se divisa el pueblo, las señales nos sacan a la derecha para adentrarnos al mismo. Nacimiento es un bonito y tranquilo pueblo donde entramos pasando justo a la espectacular casona blasonada de los Diezmos. Algo más adelante encontramos la iglesia y el ayuntamiento. Vale mucho la pena hacer un cortísimo desvío del camino, para en dirección al río, acercarnos al lavadero Fuente de los Caños, espectacular y precioso lavadero que nos pareció ideal para hacer una larga pausa e incluso lavar algo de ropa. Además, aprovechamos para acercarnos al bar de la población y poner un nuevo sello en nuestra credencial. El camino continua por la calle Real o de Granada, y pasa ante una capilla donde giramos a la izquierda para seguir por una calle que nos vuelve a sacar al cauce del río Nacimiento. Un kilómetro y algo más después saldremos momentáneamente del cauce por un camino a la izquierda para retomar el mismo otra vez más adelante. Unos dos kilómetros y medio después, y una vez dejado atrás el término municipal de Nacimiento para entrar al de las Tres Villas, saldremos del cauce para pasar por los lugares de los Gregorios y más adelante, siguiendo por la rambla, pasaremos por las poblaciones de Doña María, que cruzamos por su interior, y por Ocaña, pertenecientes a las Tres Villas. En estas dos localidades tenemos un bar e incluso en Ocaña existe un albergue de peregrinos en lo que fue la antigua escuela. Desde Ocaña, una vez cruzada la carretera AL-1177, cogeremos una pista que baja a la izquierda y que nos saca al cauce o rambla del río Nacimiento una vez más, en este caso, en un tramo bastante pedregoso y más incómodo que los anteriores. Pasaremos bajo la autovía A-92 y saldremos a una pista pasando junto a los restos del Molino de los Arcos. En ese punto abandonamos el término municipal de las Tres Villas para entrar al de Abla. Volveremos a cruzar bajo la A-92 y luego llegaremos a un puente, que cruzaremos sobre el río Nacimiento, para seguir hasta Abla, durante unos dos kilómetros, siguiendo la carretera A-1177. Entramos a la población pasando junto a su mausoleo romano y siguiendo luego junto al centro médico hasta la Calle Real, que cruza la localidad hasta llegar a la plaza Mayor donde encontramos un bar, el ayuntamiento y la iglesia de la Anunciación. Pasando bajo el arco de la plaza entramos a la calle San Antón, la primera que encontramos a la derecha, y desde allí, llegamos al albergue de peregrinos Wolf, que se encuentra en uno de los extremos de la población, con vistas a la vecina localidad de Abrucena.