ALBOLODUY-RAMBLA DE LOS YESOS-CORDEL DE LA SOLANA

Nuestro Club, “al Borde” ha programado para el año que viene, en noviembre, esta ruta, así que nada mejor que ir a verla en el mes de noviembre.
Alboloduy es un pequeño y encantador pueblo de Almería, a unos 15 km de la A-92, en la rivera del río Nacimiento, de origen neolítico, conservándose restos en el “Peñón de la Reina”, fue Taha con los árabes, blanco, con calles empinadas, algunos tinaos, iglesia mozarabe, tiene muy buenos vinos y mejores tapas.
A las 7:40 salíamos Carlos y yo de Graná rumbo a Almería, tomamos la salida 354, donde el indicador nos marca el nombre del pueblo y tomamos una ctra. comarcal en buen estado, cuando llevamos andados unos 3 km nos sale un desvío a la derecha hacia Alboloduy, que no vemos porque el indicador está en el mismo cruce, lo que hace que cuando nos damos cuenta hayamos sobrepasado el desvío y tengamos que volver hacia atrás, después recorremos 10 km de bajada y estamos en nuestro destino, cruzamos el puente, en el que hay un autobús de la peña “el Abejaruco”, de Vicar, que han venido a hacer la misma ruta y tienen que dejarlo a la entrada del pueblo, nosotros dejamos el coche a la espalda de la iglesia y a las 9:00 comenzamos a andar.
Subimos por la calle que hay a la espalda de la iglesia, pasamos por la puerta del bar “Luis Peña”, en las esquinas de las calles hay azulejos con el nombre de la ruta y en el suelo igual, las indicaciones del suelo nos llevan a la “torre del Peñón del Moro”, y luego nos bajan a la rambla, ¡Dios! ¡nos hemos equivocado!, vuelta a subir, ya sin error, a lo alto del pueblo por encima de la torre, y ya si vemos los paneles de la ruta y la vereda, que unas decenas de metros va por encima de la rambla, dejamos abajo el pueblo blanco, y la rambla del río Nacimiento y al otro lado de la rambla el “peñón de la Reina”, con sus yacimientos neolíticos.
El sendero va en altura paralelo al cauce, cauce que ha sido aprovechado para cultivar pequeñas huertas, donde se ven hortalizas, y árboles frutales, olivos, granados, etc, a la izquierda una ladera empinada con matorrales y algunos pinos. Cosa curiosa que ya vimos el día que hicimos la ruta de la costa, las chumberas han desaparecido víctimas de la:
“....La Dactylopius Opuntiae y Dactylopius Coccus, popularmente conocida como «cochinilla del carmín», es la responsable de la enfermedad de la planta. Esta cochinilla es un parásito que se alimenta de la savia de la chumbera dejando en sus pencas una evidente masa blanca algodonosa que si se aprieta desprende un líquido rojizo que proviene de las hembras que moran en su interior. La planta termina por debilitarse hasta la desecación de sus palas o pencas...”
El sendero encuentra un pinar y gira a la izquierda a la altura del cruce de la “Rambla de los Yesos” con el río Nacimiento. En unos metros la senda desciende a la rambla, abandonando los pinos y vemos un alto muro de contención que hay que rodear. El sendero lo hacer por la izquierda, serpenteando para poder pasar tras una peña e internarse entre unos pinos, por la derecha el carril de la “Transnevada”, que también podemos coger.
Tanto la pista como el sendero llegan hasta la pequeña “área recreativa del Salto del Caballo”. Comenzamos a caminar por la “Rambla de los Yesos”, pisando arena blanda, casi como en la playa. La pista a los pocos metros se aleja por nuestra derecha, ascendiendo desde la rambla, por la que nosotros continuamos para llegar al tramo más espectacular de la ruta.
Caminamos entre dos altas paredes que se alzan, una o dos decenas de metros, para que el sol pueda llegar con dificultad. Sobre estas paredes encontramos coladas de barro, como pequeñas estalactitas. Nos sentimos insignificantes. Aunque en el resto del recorrido por la rambla encontraremos un paisaje parecido, es en este tramo donde las paredes son más altas y parecen más lisas, a Carlos y a mi nos da un poco de aprensión, cualquiera de estas columnas de barro te se puede venir encima en días de lluvia, que parece ser es lo que erosiona el cortado.
La rambla tiene un bifurcación en la que encontramos otra maravilla de la geología, “una chimenea de hadas”, es una columna y en su cúspide tiene una gran piedra en equilibrio, parece un milagro que se sustente una o dos decenas de metros arriba sin caer.
En este punto tomamos la rambla de la izquierda, llamada Rambla del Arquillo. La Rambla del Arquillo es más estrecha, y las paredes no son tan altas, pero sigue siendo impresionante.
Un poste con la señal de desvío nos indica que ha llegado el momento de abandonar la rambla, momento que nosotros aprovechamos para comer algo y quitarnos ropa. Salimos a la izquierda por un sendero que sube hasta una loma con una rambla a cada lado.
El sendero sigue por una loma llena de esparto y romero, pasando junto a pequeñas agrupaciones de pinos, hasta que se encuentra con la pista forestal que iba por la Rambla de los Yesos y que sube dando revueltas. A lo lejos vemos a los compañeros del club “Abejaruco”, que salieron una media hora antes. Disfrutamos del paisaje, ahora que estamos en alto. Lomas en descenso cortadas por profundas ramblas.
Subimos por la loma, en una vereda bien marcada y como toda la ruta señalizada y seguimos a nuestra izquierda en el cruce que nos encontramos un pocos metros más adelante. En el siguiente cruce volvemos a girar a nuestra izquierda para bajar al camino que subiendo y bajando una y otra vez recorre la loma de la Guardia.
Al fondo vemos Sierra Alhamilla y aún más lejos Sierra de Gata. A nuestra derecha está la Sierra de Gador, que estará nevada si es invierno, y a sus faldas varios pueblos como Íllar o Instinción.
Conforme avancemos aparecerán a nuestra derecha más pueblos del valle del Andarax, como Canjáyar (abajo) o Padules (arriba), a nuestra espalda se encuentra el “primer monte de Sierra Nevada: Montenegro”.
En el siguiente cruce volvemos a tomar la opción de la izquierda siguiendo siempre la cuerda de la loma de la Guardia, cuya continuación es el Cordel de la Solana.
Este camino finaliza en una pequeña charca desde la que mejora la vista, ya que a todo lo anterior, sumamos la visión del valle del río Nacimiento, pudiendo contemplar Santa Cruz, Alsodux y Alhabia, llega un momento en que tenemos unos 8 ó 10 pueblos de Almería a la vista, además de cortijadas y anejos.
El sendero gira 90 grados respecto al camino que nos ha traído hasta aquí. La vegetación que nos rodea sigue siendo matorral por lo que ningún arbolado nos impide seguir viendo el paisaje, mientras el sendero comienza a descender, unas veces poco a poco y en otros tramos rápidamente gracias a bruscas revueltas.
Pasamos junto a una pequeña era abandonada que hay junto a un precipicio, si nos asomamos veremos la rambla verde del río Nacimiento y Alboloduy justo debajo de nosotros, completamente blanco.
El sendero baja hasta la “ermita del Santo Cristo”, desde la que tenemos muy buenas vistas de Alboloduy hacia un lado y del valle del Río Nacimiento al lado contrario. Para llegar a Alboloduy bajamos por el camino de cemento que sube a la ermita. En unos 10 minutos estaremos de nuevo en el aparcamiento.
Ha llegado el momento de disfrutar alguno de los vinos típicos de Alboloduy, una copa en el bar de Luis Peña con una tapa exquisita de carrillada mozarabe, y completar con una cerveza sin alcohol, acompañada de un bacalao en pisto.
Bonita ruta, algo lejos de Granada, 135 km, pero ha merecido la pena, en cuanto a la compañía de Carlos, inmejorable compañero, todo ayuda y comprensión ante los errores, una alegría llevarlo junto a tí.
Datos técnicos: Agua, no hay, en el área recreativa hay una fuente, pero de sus grifos no mana ni gota. Ascenso total 480 mts. Kms, recorridos 13,400. Tiempo total 4 h 5m. Tiempo en movimiento 3h 18m. Media en movimiento 4,0 k/h. Media total 3,3 k/h. Altura mínima 301 mt. Altura máxima 729 mt..