Albuñuelas Río Saleres los exploradores arrieros

Una de las rutas que ya hace tiempo teníamos ganas de hacer es precisamente la conocida como de los Callejones o del río Saleres o río Santo que es de las distintas formas que se la conoce a esta ruta, nos hemos apoyado en una ruta de Bienvenido Delgado para ver la manera mejor de hacerla sin correr riesgo.
Para ello nos desplazamos por la carretera de la costa A-44 hasta tomar la salida a las Albuñuelas carretera GR-3208 que sin dejarla nos llevará al punto de partida ya en Saleres una explanada que haces las veces de parking y que lo encontraremos a la izquierda y allí mismo emprendemos nuestra ruta bajamos un poco para llegar primero a la conocida como Fuente Agrilla construida en el año de 1899 desde allí desandamos un poco los pasos y callejeamos por la calle Huertecillas para visitar primero la Torre del Tío Bayo y luego a continuación los Lavaderos del Tío Bayo, seguimos callejeando un poco hasta llegar a una cartela que nos indican de rutas a Prados de Lopera y a El Pozuelo, ya cerca de allí entre huertas y bosque de ribera bajamos al río Saleres es temprano pero el frescor del agua baja la temperatura que nos acompañará en todo el recorrido del río.
Un poco de historia " Situado en la margen izquierda del río de las Albuñuelas o río Santo, llamado así por su caudal permanente a lo largo de todo el año, este pueblo es el más extenso de nuestra comarca gracias a sus 140 km2 llenos de sierra y de historia. El amplio cauce del río ha ido excavando con el paso del tiempo un hermoso valle y dando forma al Barranco Luna, que corre en paralelo a este río con el que finalmente se une en Saleres. Esta impresionante garganta de unos 700 metros de altitud ofrece un trepidante recorrido en el que la flora autóctona, los fósiles conservados en las rocas y las cárcavas creadas por el paso del agua, no dejan a nadie indiferente.
Y su famoso terremoto " La noche del 25 de diciembre de 1884, mientras miles de familias se reunían para celebrar la Navidad, fue interrumpida por un fuerte temblor, que ha pasado a la historia como el terremoto de Andalucía, (un ejemplo lo tenemos en Saleres que aquella misma noche se había preparado un baile. Y para la ocasión decidieron llevar dulces y demás cosas. Fue en esa preparación de los dulces donde pilló a mi tatarabuela el fatídico temblor, ella, Mª Soledad Ramírez Flores junto con su hermana Prudencia, estaban haciendo pestiños, y un pestiño se giró en la sartén, se acercaron a la chimenea y Mª Soledad le dijo a su hermana, así se va a girar el mundo, y en este momento la tierra tembló. Ellas se salvaron gracias al hueco de la chimenea).
Albuñuelas del Valle, fue uno de los núcleos de población más afectados. La población en aquella época era de unos 1640 habitantes y 489 edificios (144 de una sola planta, 336 de dos plantas y 8 de tres plantas). Según los datos estadísticos de la época hubo 104 muertos (que fueron enterrados por braceros del pueblo ayudados por braceros de Saleres y por el benemérito cuerpo de la Guardia Civil) y unos 500 heridos (para los cuales se habilitó un hospital de sangre en el Padul). Esto queda reflejado en el siguiente verso.
Hubo en Murchas ocho muertos, y en Albuñuelas ¡tan cerca! Más de cien.
Además del desprendimiento de rocas, causado por el temblor hay que sumar los deslizamientos de los estratos superiores del terreno, hecho que agravó las secuelas del terremoto. Estos deslizamientos fueron acompañados de la formación de numerosas grietas. En los informes del terreno de la época se describen fenómenos de liquefacción en el llamado pago de las “Ventas”. Donde se dice que salieron de entre las grietas de los olivares montones de barro. Esta claro que el deslizamiento y corrimiento de tierras fue la causa fundamental del daño. Decir que Albuñuelas se asienta sobre un terreno deslizante. De este modo el efecto dinámico del terremoto acrecentó los deslizamientos provocando la caída de casi todas las casas situadas en el Barrio Alto y Barrio de la Iglesia. Sin embargo las casas del Barrio Bajo no sufrieron tantos daños".
Después de esta historia y ya en el río visitamos el puente por donde luego bajaremos allí mismo en el puente tomamos río arriba que ya no dejaremos hasta salir del río después de unos cuantos kilómetros.
La fronda, el ruido del agua, el canto de los pájaros nos acompañara durante todo el camino es impresionante el cañón que se ha formado después de millones de años en los acantilados de este valle vivieron nuestros antepasados que algún día visitaremos en otras rutas.
Ya vamos pisando agua que no dejaremos durante un buen rato unas veces vamos subiendo por el río y hay otros tramos que lo abandonamos pero cerca de él ya pronto nos encontramos en el lugar impresionante conocido como los Callejones por sus grandes paredes y el estrechamiento del cañón, el caminar por el agua no presenta ninguna dificultad y se hace muy cómodo vamos en bañador y zapatillas de agua a unos 1,300 km desde la salida llegamos a la famosa cascada y pared que tenemos que trepar hasta hace poco eran cuerdas lo que resultada peligroso hoy lo han sustituido por unos agarres como escalones es mas facil subirlos los primeros un poco separados con lo que de todas maneras hay que hacerlo con precaución para evitar una caida. Ya arriba y abandonado este tramo de río que es espectacular continuamos caminando por el río hasta llegar a una balsa artificial en los propios callejones donde tenemos que meternos no la podemos evitar el agua nos llega casi a la cintura pero sin problema y con cuidado que no se moje la cámara o el teléfono vamos subiendo por ella durante un corto espacio de tiempo y ya de nuevo en el cauce normal, conforme seguimos subiendo el río trae cada vez menos agua se nota que se va filtrando hasta que llega un momento en que toda el agua desaparece por arte de magia, ya solo nos acompaña por el barranco numerosas adelfas y pinos el cauce ya esta completamente seco caminamos un poco más por este cauce hasta llegar a un pino muy alto donde toamos una pista a la izquierda que nos llevará dirección las Albuñuelas caminamos por ella hasta tomar otra pista a la izquierda que sin dejarla nos lleva de nuevo al cauce del río Saleres al puente que visitamos en un principio por la mañana, hemos ido bajando por una pista que está señalizada con tramos de la GR 7 ya en el puente por el mismo lugar de bajada al río subimos y callejeamos hasta llegar primero a la calle Estación y luego a la plaza del pueblo, desde allí visitamos la iglesia cerrada y nos llamó la atención su torre metálica derruida en el terremoto ya descrito y ese fué el motivo que la torre tenga hoy día su nuevo aspecto.
Ya en el pueblo después de hacer un alto en su plaza nos despedimos vamos al coche muy contentos de nuestra aventura del día.