Alcalá del Júcar: sendero “El Corciolico” PR AB-16 (IBP 27 HKG)

Alcalá del Júcar: sendero “El Corciolico” PR AB-16 (IBP 27 HKG)

Fecha de realización: 13 de octubre de 2018

Track en 3D de la ruta:
Google Fotos: Alcalá del Júcar

FICHA TÉCNICA (resumen IBP index)

Dificultad: fácil
Senderos: sendero PR AB-16
Distancia total:4,96 Km
Desn. de subida/bajada acumulado: 156 m
Altitud máxima/mínima: 675/512 m
Tiempo total: 1:32:45 h
Tiempo en movimiento: 1:30:30 h
Tiempo parado: 0:02:15 h
Velocidad media total: 3,12 km/h




Panorámica de Alcalá del Júcar desde el sendero “ El Corciolico”

SINOPSIS
Sendero de baja dificultad que parte desde la playa fluvial de Alcalá del Júcar y asciende hasta el núcleo urbano de Casas del Cerro, salvando un desnivel de 155 m, que requiere de poco esfuerzo debido a su trazado en zigzag que atenúa considerablemente la pendiente.

Una vez en Casas del Cerro, desde un pequeño balcón, disfrutamos de una espectacular vista panorámica del Alcalá del Júcar y de su extensa vega.




Alcalá del Júcar desde Casas del Cerro

Callejeando por el entramado urbano, las marcas del sendero nos acercan hasta la Parroquia del Niño Jesús, situada en la plaza del mismo nombre. Es un edificio de reducidas dimensiones en el que destaca el bonito enrejado de su espadaña, que protege la campana.





Dejamos atrás Casas del Cerro y el sendero discurre por un terreno abierto, sin vegetación, girando posteriormente al NE, por la partida de la Vereda, hasta alcanzar una umbría por la que inicia el descenso hasta Alcalá del Júcar, que nos ofrece las mejores vistas del municipio.





El descenso, que no presenta ninguna dificultad, desemboca en la carretera CM 3201, por la que hemos de caminar unos 400 m, debiendo extremar la precaución ya que el arcén es muy estrecho.

De vuelta en Alcalá del Júcar nos dedicamos a visitar su bonito casco urbano, en el que destacan, entre otros, los siguientes monumentos o puntos de interés: su puente “romano” (que en realidad no es de la época romana), la Iglesia de San Andrés, las Cuevas del Chato y el Castillo.





Después de la visita, tomamos una cerveza en la playa fluvial y, a la hora de comer, aprovechamos para degustar unos gazpachos manchegos.

En resumen, una ruta muy sencilla, apta para casi todos los públicos.

Ignacio.ds