CAMINO MOZÁRABE ALMERÍA-CÓRDOBA ETAPA 12: Alcalá la Real-Alcaudete

Bonita y cómoda etapa sin puntos complicados donde vuelven a predominar los paisajes entre olivares pero que se hace agradable dado los cambios de dirección que hacemos que hacen que no se haga nada monótona. Además, el tener la población de Ventas de Carrizal a mitad de recorrido, hacen que sea un etapa equilibrada. Una vez más, el acabar en una localidad tan interesante como Alcaudete, hace que convenga no llegar demasiado tarde si queremos visitarla.
Comenzamos el recorrido dejando atrás nuestro alojamiento en Casa Marisa para descender por la Calle Ramón y Cajal y salir a la céntrica Carrera de las Mercedes que tomaremos a la izquierda para pasar ante la Iglesia de la Consolación que habíamos visitado el día anterior. Al girar la calle a la derecha se convierte en la Calle Tejuela, hasta llegar a un cruce de calles donde debemos tomar la segunda más estrecha a la izquierda, llamada Camino Nuevo. Debemos seguir toda esta calle bajando y pasando ante un colegio y una pista deportiva hasta salir de la población, cuando esta calle se convierte en una antigua vía pecuaria, el Cordel de Córdoba a Guadix. Al comienzo, encontraremos un panel informativo sobre el Camino Mozárabe. A partir de ahora, vale la pena de vez en cuando ir echando la vista atrás para ver como la impresionante fortaleza que hemos visitado el día anterior, se va alejando cada vez más de nosotros a medida que avanzamos. También vamos a encontrar durante un tramo, señalización y marcas de color naranja de la Ruta del Pastor de Colomera. En el primer cruce importante que encontramos, a la altura de una gran cruz blanca, tomamos la pista de la derecha, y justo a continuación viene otro cruce que tomamos en esta ocasión a la izquierda. Ahora entre campos y olivares vamos subiendo ligera pero progresivamente para volver a pasar por lo que parece otra cruz más pequeña al margen izquierdo del camino al lado de los olivos. El camino ahora planea y luego comienza un ligero descenso que nos saca a la carretera vecinal JV-2238 que seguimos a la izquierda y que nos lleva a la pequeña población de Puertollano, a la que accedemos cuando la carretera se desdobla a la izquierda, siguiendo nosotros recto y entrando en la población. La población, apenas 4 casas a uno y otro lado del camino, se cruza rápido para llegar al punto donde encontramos la parada de bus, una fuente, un humilladero a la izquierda, y un lavadero, además de un panel informativo sobre la vía pecuaria que estamos recorriendo. Cruzamos otra pequeña agrupación de casas con el sonido de los ladridos de los perros que se alertan a nuestro paso y entramos en la conocida como Vereda de Granada, un camino de tierra paralelo a un arroyo que queda a nuestra izquierda, al igual que la carretera N-432, que queda oculta entra la vegetación y que parece discurrir entre los olivares. Nos espera un bucólico y bonito tramo de unos 3,5 kilómetros en soledad, donde sólo el ruido de los coches al pasar, que no vemos, nos indican la cercanía de la civilización. Este tramo, con tendencia a bajada, acaba acercándonse a la carretera, llegando a una bifurcación señalizada con una bonita señal del camino mozárabe subiendo nosotros a la derecha para volver a bajar y bajar hacia un badén inundable, a nuestro paso totalmente seco, que supera por debajo la carretera. Atención, porque si el torrente lleva demasiada agua, veremos unos pilones a la izquierda para poder pasar en el caso de que lleve moderadamente y aún así se pueda superar, en el desvío indicado de la señal que nosotros hemos tomado a la derecha, deberemos ir a la izquierda para bajar a tocar a la carretera, cruzarla con precaución a la altura del túnel, y pasar al otro lado. Nosotros pasamos por el túnel sin problema y ahora tras superar una cuesta, continuamos con la carretera ahora a nuestra derecha. El camino se va alejando ahora progresivamente de la misma y vamos subiendo poco a poco hasta llegar a un alto donde antes nosotros se presenta majestuoso el cerro de Sierra Ahillos, al cual a partir de ahora parecerá que nos vamos acercando cada vez más. Comienza una bajada que nos deja en la carretera N-432 que debemos cruzar con cuidado pasando sobre el quitamiedos. Seguimos ahora a la izquierda, y tras un zigzag que hace el camino en bajada, acabamos entrando en la población de VENTAS DE CARRIZAL por la Calle de la Iglesia. Nos dirigimos a la plaza del pueblo, donde encontramos un parque y un bar, el Café Bar el Parque, que a nuestro paso estaba cerrado. En esa plaza, en la que a nuestro paso había instalado un puesto de venta ambulante de calzado, encontramos una singular torre metálica coronada por relojes. Saliendo del parque a la derecha y siguiendo luego la Calle Prolongación de la Fuente a la izquierda, vamos saliendo de la población, pasando a tocar de la Fuente de la Teja, a la que nos acercamos. Seguimos por la calle que baja a la derecha de la fuente para pasar por un puente sobre el Río San Juan y después de una corta subida, salir a un cruce donde tomaremos la pista asfaltada a la izquierda que sigue paralela al río. Llegamos al lugar conocido como Cortijo del Vado, donde pasa el Arroyo de Chiclana, que superamos por el vado o si queremos, como fue el caso aún no llevando agua, por una estrecha pasarela a modo de puentecito que pasa al otro lado. A la derecha subimos ahora por una pista de tierra, comenzando un tramo que se adentra en el campo y que se conoce como la Cañada Real de Fuente Armuña, vía pecuaria que transcurre entre olivares en continua pero suave subida, con buenas vistas una vez más del Cerro Ahillo. Durante este largo tramo por pista entre olivares, fincas, y alguna fábrica que queda a la izquierda del camino, tendremos buenas panorámicas de las montañas del Parque Natural de las Sierras Subbéticas en la lejanía, como la Tiñosa o el Pico Bermejo tras la ciudad cordobesa de Priego de Córdoba. Termina la subida y comenzamos la bajada hacia ALCAUDETE, entrando a las afueras por la Fuente de la Victoria y a continuación por el Parque de la Fuente Armuña, al que vale la pena entrar antes del último tramo de entrada a la población. En el parque encontramos un manantial que llena un lago que a nuestro paso se encontraba seco. En seguida, llegamos al SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA FUENSANTA por la que sienten una gran devoción los alcaudetenses. A nuestro paso, vimos una cola de gente llenando garrafas de agua de su manantial y pudimos entrar al interior del santuario al encontrarlo abierto. En la pequeña tienda de souvenirs de la entrada preguntamos si tenían sello para la credencial. El señor del lugar muy amable, tras una llamada telefónico comprobó que no era así pero prometió que en breve el sello estaría en el santuario, dado que ya habían sido muchos los peregrinos que durante su pasa por el lugar preguntaban por él. Seguimos por el bonito paseo del parque de la Fuensanta que acaba saliendo a la Avenida Andalucía. El camino oficial sigue a la izquierda para llegados a la rotonda, tomar la calle Alcalde Fernando Tejero y luego subir por la Calle del Carmen hacia el núcleo histórico de la población donde se encuentra el ayuntamiento. Es por esta calle Fernando Tejero a la izquierda por donde continúa el Camino Mozárabe en su siguiente etapa. En nuestro caso, nosotros tomamos un camino alternativo para llegar a la Plaza 28 de Febrero donde se encuentra el ayuntamiento, pasando por la Casa de los Leones y la estatua dedicada a la Procesionaria. En el caso de como será lo más probable, alojarnos en la Pensión Hidalgo, la encontraremos pasada la rotonda, en la calle Fernando Tejero, a la izquierda antes de tomar la Calle del Carmen de subida al núcleo antiguo, y si nos quedamos en el hostal Spa Rueda, como fue nuestro caso, una vez salidos del Parque de la Fuensanta, iremos a la derecha por la Avenida Andalucía, encontrando la entrada al lado de la gasolinera. Nosotros, como decimos, alargamos la etapa llegando hasta la plaza del ayuntamiento o 28 de Febrero y continuamos subiendo pasando en Arco de la Villa para concluir la etapa en la Iglesia de Santa María, justo debajo del magnífico Castillo Calatravo. Por suerte, encontramos la iglesia abierta porque había una visita, y casualmente, coincidimos con la guía que cerraba la visita, y que nos dijo que si queríamos visitar el castillo, como fue el caso, nos esperaría a la entrada a las 16:00 h para abrirnos el recinto, como así hicimos. El CASTILLO CALATRAVO DE ALCAUDETE, el más grande y mejor conservado de la provincia de Jaén, que recordemos es la segunda región o provincia de Europa, sólo superada por el País de Gales, donde se concentran más castillos, se enmarca dentro del conjunto de fortalezas y atalayas defensivas creadas durante la reconquista para evitar la recuperación de tierras de los musulmanes. El año 711 los musulmanes entraron en la Península e iniciaron la conquista de lo que se denominó Al-Andalus, llegando hasta los valles del Duero y el Ebro. Sin embargo, hacia el año 1030, su poder se debilitó tanto que los reyes cristianos iniciaron una ofensiva para recuperar las tierras conquistadas y proteger el territorio y a sus habitantes. El Castillo de Alcaudete formó parte del cinturón de defensa que el rey Fernando III el Santo encomendó para la protección de la frontera occidental del Reino de Jaén frente al reino nazarí de Granada. Fue construido entre los siglos XIII y XIV. El castillo de Alcaudete tiene forma poliédrica, adaptándose bien a los escarpes del cerro. La estructura del castillo que se conserva es la que construyeron los caballeros de la Orden de Calatrava sobre el antiguo alcázar almohade. La construcción más destacada de la fortaleza es la torre del Homenaje. Esta se ubica en la zona central del castillo y está construida en la parte más elevada del terreno. Edificada sobre una base rectangular, se estructura en tres plantas y una terraza. Para su defensa, el castillo contaba con seis torres, tres cuadradas y tres semicirculares. En la parte baja de las torres, la estructura era maciza, mientras que en la parte superior se localizaba la terraza, con ventanas saeteras para la luz y para la defensa. Las vistas desde el castillo, situado a 713 m de altura, nos ofrece además magníficas vistas de 360 º de la población, de las montañas cercanas y de los campos que atravesaremos el día posterior en nuestro camino a Baena, ya en la provincia de Córdoba. A la entrada de la visita, además, nos pusieron un bonito sello en la credencial además de facilitarnos la información necesaria pera hacer más cómoda la visita, que como decíamos, pudimos disfrutar en soledad, por ser los únicos visitantes de esa tarde. De nuestra agradable estancia en Alcaudete destacamos además la visita al establecimiento Alimentación 24 H del numero 4 de la Calle Peñuelas, donde podemos encontrar de todo un poco y que regenta Paqui, entrañable señora toda una institución en la población y a la que nos aconsejaron ir a conocer.