Alcalá la Real. Zumacal de los Tajos de San Marcos

Alcalá la Real se engloba dentro de los territorios béticos andaluces, caracterizándose por presentar una gran diversidad de paisajes y ecosistemas. Esta diversidad está condicionada por su topografía irregular, desde los 400 m de Fuente Álamo a los 1.553 m del pico de La Martina, así como por la acusada climatología dominante, con temperaturas que ascienden hasta los 35º C durante los meses de verano y descienden hasta los -6º C en invierno.

Caben destacar formaciones como Los Tajos, impresionantes cortados rocosos bajo los que la vegetación natural se conserva como muestra de lo que en un tiempo eran los bosques mediterráneos del sur de la Península Ibérica. Especies como la encina y el quejigo dominan el estrato arbóreo mientras que peonías, madreselvas, majuelos, zumaques, etc. ocupan el matorral o sotobosque. En estos enclaves y desarrollándose sobre los paredones calizos, podemos encontrar un endemismo vegetal del sur de la Península Ibérica de la que sólo se han encontrado 22 poblaciones en Andalucía y que está catalogada como en peligro de extinción, Zapaticos de la Virgen.

Las especies animales silvestres también pueblan este ecosistema, pudiendo observar buenas poblaciones de aves ligadas a salientes rocosos, tal es el caso del cernícalo vulgar, grajillas, chovas piquirrojas, cuervos, roquero rojo, etc. También podemos observar el paso ocasional de alguna pareja de águila perdicera o la migración de los buitres leonados. Por el contrario, otras aves ocupan la zona boscosa, tal es el caso del búho chico, el colirrojo real, la oropéndola, etc.

La diversidad de mamíferos silvestres que buscan refugio en este enclave es elevada, aunque son especies discretas y muy difíciles de observar, podemos detectar su presencia en base a huellas y otros registros, así se descubren especies tan interesantes como la garduña, gineta, tejón y gran multitud de micromamíferos que actúan como base de la cadena trófica.

También es interesante descubrir la zona de Los Llanos, amplia meseta donde la vegetación arbórea está ausente y donde destacan las numerosas acumulaciones de piedras o majanos que le otorgan al territorio un aspecto lunar. Pese a su apariencia yerma, Los Llanos presentan una elevada biodiversidad y posibilidades de observación de la flora y fauna silvestre. La flora se caracteriza por la abundancia de especies aromáticas como lavandas, romeros, tomillos, etc.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:

Comenzamos en la céntrica y concurrida Avenida Andalucía, para dirigirnos a la Avd. Europa y por la C/ Doctor Sanz Torres saldremos del casco urbano. Iniciaremos con un suave ascenso por un sendero donde se aprecian algunos fósiles. Nos desviamos a la izquierda por EL CORDEL DE CÓRDOBA hasta llegar a la CRUZ DEL RAYO. Aquí seguiremos por el sendero de la Cruz del Rayo hasta llegar a LA ERMITA DE LA VERÓNICA. Es un edificio reciente, de los años 80 del siglo pasado. Se cree, sin embargo, que ya existía desde el siglo XVII siendo una de las estaciones del Calvario franciscano.

Nos encontramos en el PARQUE PERIURBANO LOS LLANOS; recorreremos este bonito paseo con unas grandes vistas no sólo de la Fortaleza de la Mota y la ciudad de Alcalá la Real, sino de Sierra Nevada.

Pronto llegamos al maravilloso y cercano MIRADOR DE SAN JUDAS TADEO donde se puede divisar toda Alcalá la Real. Junto a él se encuentra la ERMITA DE FÁTIMA. Data del siglo XX y sustituyó a la ermita del Santo Sepulcro tras la Guerra Civil, cuando fue destruida.

Tras pasar cerca de unas barbacoas en forma de antiguos hornos veremos las CANTERAS DE SAN MARCOS. Antiguas canteras de las que se extrajeron piedra para algunos de los monumentos de Alcalá la Real.

Seguiremos cerca del tajo, bordeando los Llanos, y veremos el Campo de tiro Virgen de la Cabeza, antes de llegar al mirador que hay en las inmediaciones de EL HACHO 1058 m. El Hacho es una mesa de rocas calizas bioclásticas del Mioceno superior. Esta zona se conoce como los Tajos de Charilla, una de las 14 aldeas de Alcalá la Real que se deja ver entre los montes Rompezapatos y La Martina. La panorámica se complementa con parte de las sierras de los municipios de Valdepeñas de Jaén, Frailes y Campillo de Arenas. Justo debajo veremos un pintoresco desfiladero que discurre entre paredes rocosas.

Desandamos unos metros y entramos en territorio Zumaque. El CAMINO DEL ZUMAQUE debe su nombre al zumaque, un arbusto que se caracteriza por el vivo tono rojizo que adquiere en otoño. Posee grandes hojas compuestas aterciopeladas, de ramillas gruesas y terminado en racimos. Esta especie, en otros tiempos, fue bastante utilizada en el curtido para pieles.

La ruta de los Zumaques o del Zumacal nos permite descubrir y adentrarnos en un mundo sin fin de colores. Estos arbustos de hasta tres metros de altura y con más de un centenar de años, son un ejemplo único en Andalucía y gran parte de España. Por desgracia, su hábitat natural se ha reducido a la penumbra de las cunetas húmedas de las carreteras.

A pesar de que la primavera y el otoño se presentan como las estaciones más propicias para contemplar el color carmesí y grana del fruto de los zumaques, la intensidad de su color es tan fuerte que persiste durante todo el año. El sendero se vuelve más estrecho y un pelín resbaladizo por la humedad y la hierba. Los arbustos y el follaje de las hiedras que trepan por las piedras y los zumaques dificultan el paso al caminante. Esta planta roja se utilizó desde época romana para teñir las pieles. Ningún colorante sintético ha conseguido dar la intensidad y el color que proporciona el zumaque. Precisamente, la utilización de las cualidades del arbusto para dar color y astringir las pieles ha provocado su desaparición del paisaje.

El camino bordea, a lo largo de cinco kilómetros, la gran pared de piedra en forma de muralla que constituyen los TAJOS DE SAN MARCOS, por senderos y veredas que el tiempo y, sobre todo, el paso de los caminantes, han señalizado con claridad. La primera mitad de este tramo representa perfectamente el paisaje, típico de la Sierra Sur, pero se transforma, por arte de magia, en un bosque frío y húmedo. La Naturaleza se burla de nosotros al trasladarnos a un bosque del Norte de España. Aquí encontramos las Albarradas; antiguos y largos muros de delimitación de propiedades construidos en piedra seca por debajo de los Tajos de San Marcos. Encontramos un Cortijo en ruinas con un horno posiblemente utilizado para albergar a los muchos trabajadores que recolectaban el Zumaque.

La segunda parte de este tramo transcurre entre campos de olivares de montaña y campos de matorrales salpicados por encinas. Es el CAMINO DE CORTES, decorado con esculturas en las rocas, realizadas por Vicente Moreno, al que se le ha sumado otro artista; y que están adecuando un entorno sorprendente con pintorescas casas cuevas trabajadas duramente en la dura roca.

Entre un mar de olivares seguimos nuestro recorrido, viendo a la derecha, como suspendida en el tajo, LA ERMITA DE SAN MARCOS.

Pronto llegamos al casco urbano de Alcalá y tras un breve callejeo llegamos al YACIMIENTO ROMANO DOMUS HERCULANA. Se trata de los restos arqueológicos más importantes de época romana encontrados en la ciudad, y está integrado en el patio del edificio social de la Tejuela. En ésta zona se halló el pequeño Hércules de mármol, localizado a finales del siglo XIX y que desde 1925 forma parte de la colección de arte romano del Museo Arqueológico Nacional en Madrid. En las últimas excavaciones se han encontrado igualmente la cabeza de un fauno y un alto relieve de un Hércules con perro que se pueden ver en el museo de Palacio Abacial. En el asentamiento se observa la superposición de diferentes niveles de ocupación. Este enclave de época alto imperial sufriría al menos dos importantes momentos de destrucción, la primera a finales de la segunda mitad del siglo III d. C. (260-269), causada por un importante incendio, y la otra en el siglo IV, después de la época del Emperador Constantino I.

Muy cerca se halla la IGLESIA DE LA CONSOLACIÓN. Esta bonita Iglesia, también es conocida con el nombre de Santa María la Mayor, por ser la iglesia que acogió la nueva sede de la Iglesia Abacial de la Fortaleza de la Mota. Podemos decir que es la Iglesia más importante, ya que en su interior se encuentra la imagen de la Virgen de las Mercedes, que es la patrona de la ciudad. La talla es una copia hecha en el año 1938, de la anterior talla renacentista. Es digno de mención un rincón importante de la iglesia, situado en uno de sus laterales. Nos referimos al Toril, antiguo claustro del convento franciscano con un amplio patio cuadrado, que, a raíz de las desamortizaciones, pasó a manos privadas.

Siguiendo la Carrera de las Mercedes llegamos al MONASTERIO DE LA ENCARNACIÓN. El actual convento de las madres dominicas es la reedificación de unas casas que pertenecían al Hospital de la Caridad. Es un edificio renacentista. Sobre el arquitrabe se descubren emblemas de la Orden de Santo Domingo de Guzmán. La portada lleva fecha de 1588, en la que se trasladó la congregación desde el castillo de la Mota. La iglesia consta de una nave rectangular con un coro en la planta baja. La cubierta es arquitrabada de madera. En los años 50 se llevó a cabo la restauración del convento y creación del nuevo claustro, que tiene dos plantas.

Ya casi al final de la mencionada Carrera veremos el PALACIO ABACIAL - MUSEO MUNICIPAL. Este Palacio fue construido por el Abad D. Esteban Lorenzo Mendoza cuando decide dejar el palacio en la parte vieja de la ciudad cerca del recinto de la Mota y construirse otro en la parte nueva donde se empieza a expender la ciudad de Alcalá Real, y eso fue en el Siglo XVIII. El Palacio tiene trazos de arquitectura del neoclasico y el barroco y cuenta con un claustro interior con un patio y tres galerías abiertas con 12 columnas de estilo toscano. En los tejados, también podemos observar buhardillas de claro estilo barroco francés En la actualidad el Palacio Abacial es sede del Conservatorio elemental de música y de la Concejalía de Cultura, así como centro de interpretación, museo y punto de información turística

Y llegamos a la PILAR DE LOS ÁLAMOS. Se trata de un monumento renacentista construido en 1552, con dos Tenantes sosteniendo el escudo de la ciudad, flanqueados por dos grifos, símbolo de su defensa, tal como reza la leyenda de su frontis: "ALCALA LA REAL Y EL MAGNIFICO SEÑOR LICENCIADO MORA MANDAN HACER ESTA OBRA. AÑO 1552". También aparece el escudo de la ciudad, con la leyenda: “Llave, guarda y defendimiento de los reinos de Castilla”. Probablemente sea obra de Jacobo Torni, llamado Florentino o L´indaco y otros maestros renacentistas.

Junto al pilar comienza el magnífico PASEO DE LOS ÁLAMOS; es un bonito paseo y parque en pleno centro y principal zona verde de Alcalá la Real. Le debe su nombre a que antaño era una amplia rambla poblada de olmos y álamos donde paseaban los vecinos y se hacían los tratos comerciales fuera de la fortaleza de la ciudad.

La construcción de ese Paseo se remonta al siglo XVIII y su diseño está claramente delimitado por la hilera de olmos que hay en sus laterales, que hoy en día es bastante escasa y endémica, y suele ser propia de las ramblas andaluzas. Justo detrás de esta linde vegetal hay otra de sillares de piedra, que rodea todo el parque, con marmolillos que marcan las entradas al recinto.

Frente al Paseo de los Álamos, se levanta la actual IGLESIA DE SAN ANTÓN, construida en el siglo XVIII sobre una pequeña ermita del XVI. La planta presenta una forma elipsoidal de la que sobresalen cuatro espacios rectangulares que corresponden a los pies, cabecera y capillas laterales. Delante de esta iglesia encontramos la estatua en honor al imaginero Pablo de Rojas, artista escultor imaginero y uno de los vecinos más ilustres de la ciudad.


Aun hay más monumentos que visitar; sobre todo el Castillo y Jardines de la Mota. Pero, como ya lo hemos visitado y vamos ajustados de tiempo, decidimos terminar esta más que recomendable ruta.