Alcayna (319 m) circular por sendas de Coto Cuadros

La verdad es que Coto Cuadros es tan agradecido: está muy muy cerca de Murcia ciudad, sus pendientes son tan suaves (en cuanto te descuidas estás en lo más alto), etc. A cambio se paga un precio: está saturado de caminos y transeúntes, cuesta trabajo encontrar la paz en algún rincón. Y lo peor de la saturación no son los demás senderistas, claro está, sino los grupos de bicicleta, y mucho peor aún, los de motocross, que meten ruido y dejan peste a humo que da gusto.

Y también hoy, día 2 de enero, estaba el ambiente como es habitual: seguramente éramos muchos los que estábamos deseando hacer algo de deporte después de nochesbuenas y nochesviejas.

Para más inri, se oyen escopetazos en el horizonte. Vaya por Dios. Pasa un ciclista solitario, y tras intercambiar el correspondiente saludo, me dice al paso: "¡Hoy hay que llevar cuidado, que está esto lleno de cazadores!". Le espeto yo, extrañado, mientras se aleja: "Pero eso será por ahí por fincas privadas, ¿no?". Y él, ya en la distancia, me dice que no, que es por aquí por los alrededores. Yo no me creo nada, pero los sonidos me hielan la sangre un poco alguna que otra vez.

En este trayecto he procurado andar lo menos posible sobre pista y camino, y lo máximo por senda. No hay nada monte a través. Todo bastante sencillo y facilito. La única mínima dificultad que tiene Coto Cuadros es que como es todo tan bajito y tan parejo, no hay buenos puntos de referencia y es fácil desorientarse un poco si no se conocen bien los caminos; pero sin peligros, desde luego. La idea consiste en ir desde la antigua casa forestal del coto Los Cuadros (hoy parece que centro de exploradores scouts) hasta el vértice geodésico del Alcayna (319 m) y volver al mismo punto por caminos distintos, en circular, y pasando por la torre de vigilancia. Llegarse hasta el Alcayna supone salir del coto, y de hecho todo el tramo, corto, entre la torre de vigilancia y el vértice geodésico es campo pelao, matojo y esparto, eso sí con muy buenas vistas sobre toda la planicie de Fortuna y Abanilla y sobre la Sierra de la Pila, y también, claro está, sobre algunas urbanizaciones cercanas.

En una rinconada bajo espesa sombra he encontrado un buen vivero de setas, todavía en estas fechas. Grandes y oscuras como mojicones. También una pequeña poza: la tierra de las ramblas todavía estaba húmeda y hecha barro de las fuertes lluvias de hace varios fines de semana.

Tengo que decir que me ha gustado especialmente todo el paisaje y los tramos de senda en torno a la Cañada Ancha: primero rodeándola, entre el km 2,5 y el 3,7, y luego atravesándola (km 8,5 - 10). Las fantasmagóricas ruinas de la casa grande son espectaculares, y en general el paraje tiene un aire mágico que lo hace especial.


Distancia recorrida: 12,1 km
Altura Mínima: 93 m
Altura Máxima: 316 m
Ganancia Altitud: 388 m