Alcornocales y almendros de la Contraviesa - Sorvilán - Haza del Lino - Alfornón

RECORRIDO CIRCULAR POR LA CONTRAVIESA BAJA DESDE SORVILÁN.

Su belleza radica en la cantidad de almendros que podemos encontrarnos debido a que es una de las comarcas con mas presencia de este producto y uno de los motores de las gentes que residen allí. Los otros dos fuertes de esta zona son las vides, zona altamente vitivinicultora como lo demuestran sus innumerables parcelas de este cultivo, higueras, con bastantes especímenes por la zona y un invitado de lujo, el alcornoque.

INICIO DEL RECORRIDO
Partiremos desde Sorvilán, aprovechando para circular a través de sus callejuelas de marcado acento alpujarreño. Predominio del blanco y de las calles estrechas y serpenteantes será lo que nos encontremos. Tras salir del pueblo accederemos a la carretera de Órgiva, que pone en contacto innumerables pueblos de la sierra con Granada como sucediera primigeniamente en tiempos de Al-Andalus.
Aquí nosotros tomamos camino hacia la izquierda para afrontar los desniveles al principio de la ruta, pero se puede también empezar desde la derecha como indica un antiguo sendero local que está prácticamente en desuso y solo quedan algunos pocos postes indicativos y señales en la carretera durante el trayecto.
Al escoger este sendero, lo que nos vamos encontrando son los innumerables campos de vides para el vino de la zona, salpicados por bancales de almendros que, cuando nosotros pasamos, estaban terminando su floración por lo que la belleza de este sitio estaba menguando.
Pasamos en plena época de poda de las vides que también es un espectáculo digno de ver.
El sendero es fácil en esta zona, alternando carretera con senderos de tierra. Con algún que otro cruce en el que hay que tener cuidado pero sin problema.
Así, primero dejaremos en el horizonte las vistas del mar, que se encuentra a tan solo unos 10 kilómetros, y el pueblo de Polopos, al que no quisimos acceder. Poco a poco, conforme vamos subiendo, aparecen los primeros árboles que nos indican la singularidad de la zona. Primero vemos alguna que otra encina para que pronto nos sorprendan los majestuosos alcornoques que hay en la zona, con su particular corteza que da la sensación de ser defectuosa hasta que la tocas y descubres el maravilloso contacto del corcho virgen.
Así continuaremos, rodeados de estos maravillosos árboles a los que algunos se puede apreciar que se está quitando esa corteza para aprovecharla para el uso humano, entre zonas con nieve seguramente de las últimas lluvias cercanas en el tiempo, llegamos a el Haza del Lino, un pueblo de escaso tamaño, con un par de ventas altamente visitadas, con un pequeño mirador para encontrar las vistas hacia la zona de Castell y el mar.
Tras hacer un receso, tomamos otra vez un camino entre alcornocales. En estas zonas, debemos tener cuidado por donde nos desviamos ya que los nuevos propietarios de la zona han vallado muchas de sus parcelas.
Nosotros nos perdimos un par de veces, simplemente por el hecho de o bien tirar dentro de una parcela que inicialmente no estaba vallada y por desvíos hacia cortijadas que luego son caminos ciegos aunque permiten ver el sistema de balates de la zona de la Contraviesa.
Durante este trayecto, pudimos encontrarnos con el pueblecito de Alfornón, otra pequeña joya de la zona de la Contraviesa.
Desde Alfornón, aprovechamos la bajada a su rambla para encauzarnos por la misma camino ya de Sorvilán.