ALCORNON DE BUSMORI AVENTURASLYA

No estaba muy clara la “meteo” para Picos de Europa este fin de semana pasado. Por eso retomamos el proyecto de los “Techos de Asturias” para poner rumbo Occidente camino de Degaña. Y desde esta población comenzamos nuestro recorrido hacia el Alcornón de Busmori. Tuvimos hace tiempo un primer intento de subir a esta cima, pero se mal logró a los 300 metros de comenzar, debido a una inesperada tormenta. A decir verdad, nos entretuvimos media mañana buscando osos. Y ni cima ni “na de na”. Ese intento lo hicimos desde la zona del Collado de San Antón; una de las rutas habituales. Hoy salimos de Degaña por aumentar un poco más la distancia y el desnivel.
Comenzamos la ruta desde un aparcamiento que hay a la entrada de la población, junto a la pista polideportiva. Por la zona izquierda de la carretera hay una senda llamada Camino Real, en el barrio El Piquero, por la que comenzamos a caminar. Un poco más a delante pasamos la AS – 15 y nos internamos en una calle que cruza el barrio de la Ermita. Hay un cartel indicador de las lagunas que nos confirma la buena dirección. Cruzamos por un puente el rio Ibias para comenzar a caminar por una pista de hormigón. Pasamos primeramente un cruce que va hasta Cerredo. Coincide este trazado con la ruta GR 203 “Por dónde camina el Oso”. Nosotros seguimos hacia la derecha. Pasa a ser una calzada de tierra y piedras. Pasamos cerca del Teso Calecho, donde antiguamente existió una trampa para cazar lobos; suponemos tipo Chorco. Mas a delante un nuevo cruce que va a Piedrafita; por donde bajaremos. Siguiendo la pista, avanzamos hasta llegar a la Cabana de la Veiga. Es un refugio muy bien hecho. A su lado hay una fuente. Siempre vamos rodeados de abundante vegetación. Salimos de esta zona donde termina la pista por un sendero hacia el Oeste. Por él, vamos ganando altura en el circo montañoso que cierra por arriba la cima del Alcornón, nuestro objetivo de hoy. Es un camino estrecho. Hay tanta vegetación que limita totalmente la visibilidad más allá de unos metros. Vemos excrementos recientes de oso. Por la abundancia de arándanos en la zona, suponemos que en estos momentos deben de ser parte de su dieta. También vemos huellas de paso hacia lo más enmarañado del bosque. Pero no logramos localizarlo. Salimos a un terreno un poco más despejado donde abundan las gencianas amarillas. Ahora toca ganar más altura por un sendero de montaña totalmente despejado. Desde él divisamos Cerredo a lo lejos. En la ladera de enfrente hay tres rebecos alimentándose. Así llegamos a la cubeta donde se encuentran las dos lagunas de Fasguéu. La situada más al sur es más pequeña. A estas alturas de este seco verano aún sigue alimentada por un manantial. Son de origen glaciar, como todos los lagos de la Cordillera
Las sobrepasamos para, poco a poco ir acercándonos a la máxima cota de la jornada. Tenemos una amplia visión de los alrededores. Aunque no nos encontramos en una zona muy conocida, reconocemos en la distancia, hacia el Este, zonas montañosas recorridas, como Cueto Arbás, Cornón , Muxivén , Catoute o Ubiñas
Y como comenzamos nuestras AVENTURAS por montañas de este tipo, sabemos que la vegetación y los bosques pueden ser engañosos en la distancia. Y lo que aparentemente es monte bajo y pedreros, son arbustos que no nos dejan ver más allá y bloques rocosos que hacen el avance muy lento. Imaginamos que los diferentes valles que bajan a Degaña son algo de esto. Pero siempre intentamos hacer las rutas circulares. Y aunque parezca que llegamos a la cima y nos ponemos a improvisar un descenso; nada más lejos de la realidad. El recorrido sale muy claro desde casa, contrastado siempre sobre un mapa y una ortofoto.
Seguimos el cordal divisorio de provincias hacia el oeste. Pasamos la Fana del Coronxo. Bordeamos por la ladera asturiana la Gubia de Piedrafita. Llegamos a una collada desde donde giramos al norte para comenzar el descenso.
La zona correspondiente a los alrededores del kilómetro 11 está muy enmarañada. Pero tenemos claro por dónde va el camino y no tardamos mucho en salir a él. Por un terreno cada vez más cómodo, pero en ocasiones bastante inclinado, llegamos a la cabaña de Piedrafita. Se encuentra rodeada de un bonito bosque donde abundan las Barbas de San Jorge . Esto dicen que es señal de la excelente calidad del aire. Hay una buena fuente. Y así, perdiendo altura, llegamos al cruce donde enlazamos con la ruta de ascenso. No queda más que deshacer los pasos mañaneros y llegar hasta Degaña. Allí damos por finalizada esta ruta en la que subimos al Alcornón de Busmori, techo de este concejo.

Como curiosidad, nos hemos dado cuenta al registrar esta ruta en nuestra base de datos, que es el pico más al oeste que hemos hecho en la Cordillera Cantábrica.
Aprovechamos para confirmar visualmente el error que se encuentra en algunos tramos de la Ruta de la Reconquista en Picos de Europa, donde nombran este trazado como GR 203. El nombre real de este recorrido pasa por Degaña y corresponde a la ruta de Gran Recorrido “Por dónde camina el Oso”
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