Alcudia de Veo. Pedralba. El Rodeno. Órganos de Benitandús. Benitandús. Veo. Alcudia de Veo.

Alcudia de Veo, un precioso pueblo en el corazón de la Sierra de Espadán, es un lugar por el que hemos pasado docenas de veces en diferentes rutas, por lo que no es fácil encontrar rutas nuevas en sus inmediaciones, lo que abre la puerta a incorporar modificaciones parciales sobre otras rutas ya conocidas, para darle cierto aspecto de novedad. El municipio de Alcudia está ocupado en más del 90% de su superficie por zonas de bosque, con una notable incidencia de alcornoques o suros, y es de gran irregularidad; aunque no se ha hecho un esfuerzo notable por recuperar las trincheras construidas durante la Guerra Civil, el caminante encontrará montones de restos durante la ruta. Los datos sobre su historia son escasos; parece que en la zona hubo una alquería musulmana, y que se quedó despoblada a raíz de la expulsión de los moriscos, no recuperando los niveles de población de entonces hasta inicios del siglo XX, para después volver a perder buena parte de sus habitantes, que en el censo de 1994 eran sólo 180 personas. En loa ruta encontraremos casas sólo en Alcudia, Veo y Benitandús, en notorio contraste con otras rutas realizadas en los últimos meses.
Hoy hemos escogido una extraordinaria ruta, siguiendo una propuesta de Juane Alemany (22291899), que la describe como una de las mejores por esta fantástica sierra, opinión con la que estamos totalmente de acuerdo; como es habitual, hemos introducido ligeras modificaciones en diversos puntos (fotos, atajos, búsqueda de miradores...) y una única modificación mayor, en la zona de El Puntalet, donde decidimos seguir por el GR alternativo, cruzando el río Veo por un vado (hoy sin ningún problema, aunque no es un paso recomendable cuando ha llovido mucho o lo está haciendo) hasta llegar a la salida hacia Veo, cuando volvimos a la excelente ruta de Juane Alemany.
Llegamos a Alcudia, desde Valencia, tomando la salida hacia Artana y Eslida en la A-7. En Eslida pasaremos a la CV-223, en dirección a Aín y Alcudia de Veo, donde aparcamos a la entrada de la población.
Comenzamos la ruta atravesando la población, en dirección norte, atravesando una zona de huertas, donde hay varias balsas a la vera del río Veo, hasta llegar a la Fuente de San Pedro, donde encontramos señalización de dos GR: el GR-36, hacia Villamalur y que seguiremos, y el GR-333, que se desvía por la izquierda en dirección a El Jinquer y la rambla del río de la Alcudia. Siguiendo nuestra ruta empezamos un largo ascenso por un bonito barranco, bien surtido de suros, que recibe un nombre muy apropiado: La Barrancada, y que nos conducirá hasta el Alto de Pedralba, una zona en la que, tras dejar el GR y seguir un sendero menos marcado y con abundantes senderos alternativos o atajos, encontraremos abundantes trincheras en estado de abandono, pero perfectamente reconocibles y visitables. Al llegar a la cima giramos a la derecha y pasamos a continuación por el Altico de Pedro Molina, donde cruzamos el GR que habíamos abandonado previamente, antes de llegar al Pico del Casalet, una zona donde volvemos a ver trincheras e identificamos notables acúmulos de piedras de rodeno. Algo más adelante encontraremos una notable referencia: una antigua calera, también mal mantenida; el pico que está justo al sur tiene el nombre apropiado a la geología del lugar: su nombre es El Rodenal, y no ha sido necesario calentarse mucho la cabeza para buscar nombre a la zona que seguimos cruzando hacia el este: El Rodeno.
Aqúi vamos cresteando la Mallada de la Serra, hasta llegar a la parte final, donde se encuentran las mayores alturas de esa bonita Serra con excelentes vistas, que se hacen excepcionales en el mirador que hay al final de la cresta, donde aprovechamos para hacer nuestra parada para beber y comer algo; nosotros nos llevamos nuestra basura, pero vemos muchas pieles de naranja por el suelo, algunas seguramente de hace meses; es difícil entender por qué personas que aman la naturaleza la ensucian con tanta frecuencia cuando tan fácil es evitarlo. Desde aquí el sendero se complica un poco, al tiempo que comienza a descender hacia los Órganos, que empezamos a entrever aún bastante tapados por el bosque. Algo más adelante el sendero se abre al vacío y los grandes monumentos de rodeno nos ofrecen toda su belleza; ahora es fácil entender por qué esta zona se llama El Rodeno, lo que es muy difícil es resistir la llamada del impactante paisaje que nos lleva a todos a asomarnos al vacío en busca de las mejores vistas de los desgarrados acantilados, o de las tablas de piedra con mejor exposición. Al fondo, cientos de metros más abajo, las aguas del embalse de Onda, el curso del río Veo o la aldea de Benitandús constituyen un bellísimo adorno añadido al soberbio impacto visual de los Órganos. No es una imagen que pueda ser ofrecida directamente a las personas con vértigo, y se recomienda tener máximo cuidado en los movimientos por la zona para evitar que una caída inoportuna acabe en tragedia, pero este es un lugar que merece una visita, si puede llegar aquí.
Pero hay que marcharse, y ahora llega tal vez la parte más complicada de la ruta: el descenso es muy agresivo y es necesario ir con tranquilidad y mucha atención para evitar el riesgo de resbalones y caídas. El entorno es precioso, pero es mejor pararse en lugar seguro para mirarlo, y no seguir caminando sin prestar atención al suelo. El descenso dura unos 1200 metros, y acaba cuando llegamos a la carretera CV-223, que aquí rodea el lado oeste del embalse de Onda. Al llegar a ella seguimos por la derecha, en dirección a Benitandús, por el lateral de la carretera (con poca circulación, pero sin arcén, por lo que hay que ir con mucho cuidado durante unos 500 metros. Al llegar a la aldea giramos a la izquierda, cruzando un puente sobre el río que nos lleva hacia una plaza donde hay una portada de una iglesia desacralizada; al fondo a la derecha se encuentra una calle estrecha, entre dos casas, por la que sigue el sendero (son las Huertas de Benitandús) en dirección al cauce del río Veo, que en esta zona es de roca viva en buena parte, con algunas pozas superficiales ocasionales. Algo más allá, en la zona de El Puntalet, nos encontraremos una bifurcac donde reaparece el dilema de los dos GR: por la izquierda seguiríamos por el GR-233, que hace un curso más largo a la izquierda del río, mientras que por la derecha sigue el GR-36, que más adelante cruzará el lecho del río (hoy con muy poca agua) sobre unas piedras, para a continuación remontar y seguir por la ladera derecha del valle en dirección a Veo. Esta última opción es la que tomamos, para seguir hasta El Muladar, donde primero volvemos a juntarnos con el GR-233, salimos brevemente a la carretera, y volvemos a salir pocos metros más adelante, por la pista asfaltada que sale por la izquierda en una nueva bifurcación. Pasamos por el camino que sale por la izquierda hacia la Fuente de la Pistola y continuamos hasta la salida, unos 450 metros después de esa última referencia, de un camino empedrado que sube por la derecha hasta llegar a un estrecho sendero, que poco después sigue el curso de la acequia de Veo, durante poco más de 1 km, con pasos más y menos fáciles, que no serán del agrado de personas con vértigo; en muchos sitios el desnivel lateral es escaso, o inexistente, pero en otros hay incluso varios metros de desnivel, y el camino es estrecho, por lo que hay que ir con cuidado al avanzar (nunca he visto caerse a una persona aquí, pero mejor evitarlo). Al final nos encontraremos una nueva senda empedrada, que sale por la derecha y nos llevará hacia el puente de Alcudia, donde tenemos el coche aparcado y termina la ruta.
En conjunto una muy bella y divertida ruta, de longitud media y desnivel moderado, con dificultad técnica moderada, fundamentalmente por el descenso desde los Órganos y el paso por la acequia, aunque para cualquier persona con cierta experiencia no hay dificultad ninguna. Si desea evitar el paso por la acequia (lo que sería aconsejable para personas con vértigo, aunque estas también deberían evitar los órganos de Benitandús) se puede seguir por la carretera desde Veo a Alcudia de Veo. Buen calzado de montaña (no necesariamente botas), bastones. agua suficiente y algo de comida son recomendaciones lógicas. Si ha llovido mucho, o está lloviendo puede ser mejor evitar la ruta (los resbalones siempre son un riesgo importante con suelo mojado); en cualquier caso, probablemente sea preferible no seguir por el GR-36 en la parte final del recorrido si el río lleva mucha agua, pero no creo que ese sea un problema significativo en otras condiciones (en cualquier caso recuerde que siempre puede seguir por el GR-233, aunque caminará unos cientos de metros más).