Aldea en Cabo: hacia el Berrocal por el camino de la mina

ATENCIÓN: dificultades importantes y atractivos aun mayores.

Lo peor: (1) El camino antiguo está perdido; no lo habríamos identificado sin el GPS. Tiene obstáculos múltiples: anegado, tapado por bardales, con portillas plegables en muchos sitios; es preciso entrar en los prados colindantes abriendo portillas y/o saltando tapias. (2) Nos topamos con el latifundio: tuvimos que regresar por el mismo camino porque la cómoda pista que pensábamos tomar, que se ve en el mapa y en la fotografía aérea, está dentro de una finca de caza privada, cerrada por una valla casi inexpugnable. (3) Una vez en el alto, la complicada orografía y la vegetación hacen difícil seguir el rumbo deseado; sin el GPS probablemente nos habríamos perdido.

Lo mejor: (1) A pesar de sus obstáculos, el camino es muy atractivo. Cuando al dejar atrás la zona de prados temíamos que se tornara totalmente impracticable, cuando nos internamos por un estrecho desfiladero entre colinas, como si hubiéramos entrado en el reino de La Bella Durmiente el camino se volvió calzada empedrada, enlosada en muchos tramos, flanqueada aquí y allá por pretiles, que nos habría hecho pensar que fuera calzada romana si algo hubieran tenido que hacer los romanos por estos parajes perdidos. (En el pueblo nos explicaron luego que la razón de la calzada era una antigua mina situada en el cerro Berrocal.) (2) El encanto de los prados atravesados, de los paisajes de grandes berrocales y las vistas del valle del bajo Alberche desde arriba compensan de los esfuerzos para sortear obstáculos. (3) Los obstáculos nos hacen mover músculos olvidados.

Las fotos y sus comentarios pretenden reflejar fielmente los pros y contras de esta marcha. El desarrollo total es de 12,8 km y el desnivel acumulado (con nuestro vagabundeo tratando de ganar la pista) de 475 m.