Aldeanueva de Atienza - Condemios de Arriba

Tomamos una amplia pista que comienza justo antes de atravesar el río San Cristobal. Mientras ascendemos cómodamente vemos, a través del denso pinar, el Alto Rey, con sus características antenas, a la derecha. Continuamos hasta llegar casi a la GU-147 y ahí tomamos el camino de la izquierda. Siempre entre pinares, el arroyo de Aldeanueva de Atienza nos acompaña varios kilómetros a un lado y a otro de nuestros pasos. Los trabajos forestales se aprecian, con multitud de pinos talados y marcados y con mucho desbroce de ramas, cuyos restos reposan en el suelo. De nuevo vemos el pico, que según nuestros mapas parece ser La peña Negra (1502), a la derecha. Pronto llegamos a un cruce, donde encontramos la primera señal del trayecto, que nos llevará sin dificultad hasta nuestro destino, el campamento juvenil de Condemios de Arriba. Descendemos por una pista fácil hasta el Pelagallinas, todavía poco caudaloso y denominado aún arroyo de las Majadillas, que parte cerca del Mojón cimero. Continuamos sin prisa, disfrutando del sonido de los pajarillos y el aroma a jaras y a resina, tan característico de la primavera en la Sierra Norte de Guadalajara. Tras un sosegado ascenso, el paisaje cambia de manera radical, aparecen las pizarras desmenuzadas bajo nuestros pies comenzamos un descenso entre encinares. A lo lejos, se ve Condemios de Arriba, un pueblo que ha sabido reinventarse con el Campamento juvenil, en el que se realizan todo tipo de actividades, desde tiro con arco a paseos a caballo, pasando por un sinfín de actividades al aire libre. El camino hasta el campamento, que también es un albergue juvenil HI, atraviesa varias explotaciones ganaderas, cuyas puertas hay que abrir y, por supuesto, cerrar.
Ruta fácil y muy cómoda en la que no hemos encontrado ni caminantes, ni animales, ni trabajadores forestales, ni nada, con lo que hemos podido desconectar a la perfección del ajetreo de la capital.