Aldeanueva de Barbarroya - pasado el viaducto de Azután - Aldeanueva
near Aldeanueva de Barbarroya, Castilla-La Mancha (España)
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Itinerary description
Salimos del apeadero de Aldeanueva de Barbarroya, donde hay un vagón de tren junto al apeadero diseñado en los años 20 del siglo pasado, como parte de la vía férrea Madrid-Badajoz, que nunca recibió un solo tren.
Desde Aldeanueva hasta Caleras y Chozas se atraviesan varios túneles y puentes o tramos elevados -sobre todo el viaducto de Azután sobre el río Tajo, impresionante en sus meandros entre montañas repletas de encinas- por los que debían ir las vías del tren.
La guerra civil, el desarrollo de las carreteras y la despoblación hicieron que este proyecto ferroviario quedara como la ruta verde del “tren fantasma” y sin duda tiene ese halo entre tanta calma, verdor, árboles, túneles y zonas umbrías.
En cuanto a la ruta de hoy, llegamos tarde -hacia las 14 horas- con el perro, un cachorro de cocker spaniel inglés que disfrutó del entorno incluso más que nosotros corriendo y rastreando todo el trayecto y haciéndonos caminar algunos tramos a alto ritmo.
Comimos justo antes de cruzar el puente sobre el Tajo y dimos la vuelta a los 6,75 K por la caída del sol, no llegando esta vez al apeadero de Silos (buena excusa para volver).
Un total de 13,5 K, entre ida y vuelta, quedándome sin batería en el regreso.
Es una vía perfecta para ir con niños, tanto caminando como en bicicleta, y la distancia puede ser tan alta -a una y otra dirección de Aldeanueva- como queráis.
Preciosa zona los montes de Toledo y sus estribaciones en la Jara toledana, así como la cuenca del Tajo en esta zona y ya en Extremadura con el parque de Monfragüe.
Poco transitado. Un lujo extraño.
Desde Aldeanueva hasta Caleras y Chozas se atraviesan varios túneles y puentes o tramos elevados -sobre todo el viaducto de Azután sobre el río Tajo, impresionante en sus meandros entre montañas repletas de encinas- por los que debían ir las vías del tren.
La guerra civil, el desarrollo de las carreteras y la despoblación hicieron que este proyecto ferroviario quedara como la ruta verde del “tren fantasma” y sin duda tiene ese halo entre tanta calma, verdor, árboles, túneles y zonas umbrías.
En cuanto a la ruta de hoy, llegamos tarde -hacia las 14 horas- con el perro, un cachorro de cocker spaniel inglés que disfrutó del entorno incluso más que nosotros corriendo y rastreando todo el trayecto y haciéndonos caminar algunos tramos a alto ritmo.
Comimos justo antes de cruzar el puente sobre el Tajo y dimos la vuelta a los 6,75 K por la caída del sol, no llegando esta vez al apeadero de Silos (buena excusa para volver).
Un total de 13,5 K, entre ida y vuelta, quedándome sin batería en el regreso.
Es una vía perfecta para ir con niños, tanto caminando como en bicicleta, y la distancia puede ser tan alta -a una y otra dirección de Aldeanueva- como queráis.
Preciosa zona los montes de Toledo y sus estribaciones en la Jara toledana, así como la cuenca del Tajo en esta zona y ya en Extremadura con el parque de Monfragüe.
Poco transitado. Un lujo extraño.
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