Aldeaquemada. La Cimbarra. Mirador del desfiladero. Arroyo Martín Pérez. La Cimbarrilla

Bellísima ruta en un entorno de auténtica excepción, que puede ser acortada iniciándola en el aparcamiento de La Cimbarra, aunque el camino de tierra desde Aldeaquemada al aparcamiento de la Cimbarra nos parece bonito y permite valorar mejor la geomorfología del lugar. Puede que también merezca la pena recordar que llegamos aquí desde Castellar de Santiago, por una carretera de velocidad limitada como protección para algunos habitantes de la zona (linces y ciervos como más notorios) y atravesando un muy bonito pasaje serrano, que abre el apetito caminador.
Aunque la pequeña población de Aldeaquemada, cuyos primeros habitantes fueron colonos centroeuropeos que se rigieron durante varios decenios por un Fuero especial (el de Nuevas Poblaciones), es bastante moderna, el municipio del mismo nombre, situado en el centro de la Sierra Morena oriental, fué habitado de antiguo, ya en época prehistórica, existiendo abundantes pinturas rupestres y restos de utensilios como prueba. También los romanos dejaron algunos restos de su paso, pero lo que hace especial a este municipio es una de las más bellas cascadas que se puede encontrar en Estado: La Cimbarra, una caida del río Guarrizas, de unos 40 metros de altura, en cuyo fondo se encuentra una laguna de notable profundidad (más de 30 metros, aunque no hay datos comprobados y se dice que las sondas que se han introducido nunca han llegado al fondo), está al lado de una falla cláramente visible, en una orografía interesantísima, en la que no puede faltar la visita al desfiladero del río Guarrizas y tampoco debería hacerlo un precioso paseo por el barranco labrado por el arroyo Martín Pérez, donde encontraremos una bonita, aunque más reducida, cascada que recibe el nombre de La Cimbarrilla.
La ruta comienza en Aldeaquemada, aunque sólo se ha grabado una parte de la ruta ciudadana, para después seguir por la prolongación de la Avenida de Andalucía hasta la ribera del río Guarrizas, a cuyo lado sigue el sendero por un tiempo, hasta llegar al Abrigo de la Tabla de Pochico, señalizado al lado del río, desde donde es accesible, y que es el yacimiento con pinturas rupestres más accesible de los existentes en la zona (protegido por una verja, es visitable tras solicitarlo al Ayuntamiento de Aldeaquemada). Unos 300 metros más adelante llegaremos al aparcamiento donde se puede dejar el coche y se inicia el sendero que llega a La Cimbarra.
El sendero va perdiendo altura suavemente, hasta llegar a un mirador sobre la parte alta de La Cimbarra, las marmitas que forma el río antes de la cascada, y la parte anterior del curso fluvial. Poco más adelante el descenso se hace más agresivo y nos permite acceder al ahora reconstruido Molino de la Cimbarra, donde ya encontramos excelentes vistas de la cascada, que mejorán aún más cuando seguimos descendiendo para llegar a un pequeño mirador sobre la laguna que recibe la cascada. En ella está el comienzo del desfiladero que talla más adelante el río Guarrizas, con la inestimable ayuda de una falla perfectamente identificable al oeste de la cascada. El lugar es bellísimo y se merece un tiempo sentado para disfrutarlo.
Cuando reanudamos la marcha debemos subir hasta cerca del mirador superior, para luego continuar por nuestra derecha hacia el Mirador del Desfiladero, por un muy bonito sendero empedrado con lajas de pizarra, por las que llegaremos a una tabla de piedra caliza, con extraordinarias vistas desde casi cualquier punto, en cuya punta se encuentra un pequeño mirador protegido desde el que se disfruta de una de las mejores vistas sobre la Cascada, la falla y su entorno, con los enormes estratos de cuarcita armoricana entre los que el río ha labrado su paso.
Continuamos la marcha bajando por un bonito sendero hacia el abrigo del arroyo Martín Pérez, en algunos puntos casi irreconocible por el suelo de roca, sin huella notable, y en otros por la vegetación y la presencia de otros trazos de sendero. Aquí es importante seguir el trazado de la ruta o estar muy atento a las posibles salidas, para evitar extravíos o posibles zonas de peligro. Tras una bajada no muy exigente llegaremos a una mesa de roca donde ya podemos ver al fondo La Cimbarrilla, y antes el pequeño desfiladero por el que pasan las aguas del arroyo Martín Pérez. Es otro lugar bonito, aunque evidentemente no tanto como La Cimbarra, y también es un lugar rico en flora y fauna.
Siguiendo por el sendero unos 600 metros llegaremos a la entrada del paraje, desde donde saldremos a un camino no asfaltado que sube hacia el aparcamiento de La Cimbarra, desde donde volvemos por el camino inicial a Aldeaquemada, a csuya entrada termina la grabación.
Una muy bonita ruta, en un maraviloso entorno, cuyo interés podría aumentar algo con una visita a la Tabla de Pochico, poco apropiada para personas con vértigo y poco adecuada para niños pequeños o personas con movilidad restringida. El resto encontrarán aquí un lugar único, de lo más bonito que conocemos.
Calzado de montaña, bastones, agua según necesidad y cierto cuidado, sobre todo si está mojado, cuando la roca puede ser resbaladiza, o al acercarse a los desniveles, parecen recomendables.