Aldeas abandonadas 3 (A Godela)

Comienzo la ruta en la Iglesia Parroquial de Aguasantas en busca del Camiño das Moas,al llegar descubrí que dicho camino se ha convertido en un río,decido dar la vuelta y buscar un camino alternativo para llegar al río Barbeira,siguiendo el cauce del río se pueden encontrar molinos,alambre es púas, caballos,más alambre de púas y por fin A Ponte do Peso,donde se puede enlazar con la Ruta da Liberdade,o seguir (como hice yo) la del río Barbeira. Poco después se llega a donde yo quería llegar,la aldea de A Godela,esta pequeña población aislada mantiene tan solo dos casas habitadas. El resto se encuentran completamente abandonadas. Se trata de construcciones del siglo XVIII que fueron habitadas hasta la década de los 30 del siglo XX.Además de las dos casas habitadas hay,más separadas de estas, cinco casas, tres hórreos y un peto. La primera casa que me encontré,está envuelta en maleza y en ella se puede adivinar un pequeño hórreo. Destacan los huecos del palomar,que se encuentran sobre una de las paredes de la casa y que pertenecen al desván. Aún existen muestras de que estuvo habitada hasta no hace mucho, como, por ejemplo,los cables y contadores de electricidad. Detrás de esta se ven las ruinas de otra. Si seguimos un poco más veremos dos edificaciones rectangulares de considerables dimensiones que tenían planta baja, piso y desván. Las dos casas tienen hórreo aunque el de la primera se encuentra casi arruinado,la segunda y más interesante es la conocida como A Casa da Peste,en ella destaca, sobre lo demás, la presencia de un pórtico formado por dos impresionantes arcos de medio punto creados, probablemente,por canteros locales.Una fecha escrita sobre un dintel nos indica la época de construcción de la casa,año 1721. Merece la pena ver también las viejas “lareiras” y los huecos en las paredes. Un viejo carballo preside el conjunto principal de la Casa da Peste.

El peto de ánimas del siglo XIX es todo un espectáculo,se encuentra en un cruce de caminos desde el que podremos ver la fachada trasera de la Casa da Peste ya que existe un “carreiro” que se dirige hasta otra construcción abandonada. En esta parte de la casa resalta la gran balconada de forja y poquito más adelante el impresionante y noble hórreo construido completamente en granito y que cuenta con cuatro pares de pies. Si seguimos el camino llegaremos Forxa do Martín, también a punto de derrumbarse.

El camino que pasa al lado de a Forxa me llevó,de nuevo,al Camiño das Moas,que esta vez si seguí,a pesar del agua.
Ruta corta y fácil,es recomendable hacerla en verano.