ALHAMA DE GRANADA-TIERRA DE ROCA Y AGUA

Ruta 9 correspondiente a las I Jornadas de Senderismo de la S.D. SENDEROS DE JUBILADOS DE CajaGRANADA.

Nuestra ruta número 9 nos acercó hasta la comarca del Poniente Granadino, concretamente a Alhama de Granada, donde visitamos sus famosos baños termales, hicimos un recorrido circular por el casco histórico para conocer sus principales monumentos religiosos y civiles y, después de caminar por el bello cañón natural que conforman Los Tajos, terminar comiendo en la Pantaneta.

Cuarenta valerosos y esforzados senderistas nos dimos cita junto al puente de la A-402 que salva el río Marchán o Alhama, para comenzar la ruta bajando por un camino paralelo al río, y a escasa distancia, saludar al puente romano construido en época de Octavio Augusto en el s. I a.C. como ya hicieran durante siglos los viajeros que se encaminaban hacia el Mediterráneo y, quién sabe si también, Hernán Pérez del Pulgar cuando se dirigió hacia Granada junto a quince caballeros y su escudero, se infiltró en la ciudad y clavó en la puerta de la mezquita principal un cartel en el que se podía leer “Ave María”.

A continuación, volvimos sobre nuestros pasos para tomar la estrecha carretera que da entrada al cañón y se va abriendo paso entre las rocas, hasta llegar a los afamados Baños de Alhama. Los almendros nos recibieron y nos escoltaron engalanados con sus flores blancas y rosáceas, que contrastaban con el azul intenso del cielo, dejándonos con las bocas abiertas, pero también con la preocupación del cambio climático, ya que parece como si el invierno hubiese desaparecido para dar paso a la primavera.

Tras cruzar un puente de moderna construcción, desde el que se puede observar a la gente bañándose en varias pozas, continuamos a la izquierda por un amplio paseo con abundante vegetación entre la que predominan enormes plátanos y tilos, hasta llegar al Baño Nuevo. Este Baño se creó después de que brotara un nuevo manantial cuando en 1884 se produjo el terremoto de Andalucía.

Por un cómodo camino asfaltado, volvimos hasta el Baño Viejo donde tuvimos la oportunidad de visitar el Baño Árabe, levantado sobre restos romanos del s. I a.C. con arcos califales del s. XII y el Baño de la Reina. Y todo esto fue posible gracias a Juan Jáspez que hizo todas las gestiones posibles para facilitarnos su visita, ya que, en estas fechas, se encuentra cerrado al público.

Toca ahora volver sobre nuestros pasos hasta el punto de inicio de la ruta, desde donde tuvimos la suerte de contemplar una bella panorámica de Alhama de Granada teniendo en el horizonte y al alcance de la vista, la alta torre de la iglesia de la Encarnación que nos sirve de referencia y, como telón de fondo, las elevadas cumbres nevadas de Sierra Tejeda.

Tomando todas las precauciones habidas y por haber, caminamos por un pequeño tramo de la carretera A-402, para dirigirnos a Alhama por el Camino de Granada, entrar en ella por la Puerta de Granada y llegar al Paseo del Cisne, lugar en el que se encuentra el Castillo, ya en el centro de la población, y sitio elegido para nuestra obligada parada de avituallamiento.

Una vez repuestas las fuerzas, nos acercamos hasta la Oficina de Turismo, junto al Ayuntamiento, donde habíamos quedado con Amparo, la guía que nos acompañaría para realizar un recorrido circular por el casco histórico para darnos a conocer sus principales monumentos religiosos y civiles, así como su historia, forjada a través de los siglos entre asedios, reconquistas y reinos perdidos.

Comenzamos el recorrido en el Mirador de los Tajos de las Peñas, balcón natural de Alhama, desde donde pudimos vislumbrar una de las mejores panorámicas sobre esta singular manifestación geológica, el pueblo colgado en el filo de una hoz de tal modo que su caserío de piedra, teja y cal aparece ante el espectador alzándose en un tajo sobre molinos harineros centenarios que antaño, aprovechaban la energía hidráulica proporcionada por el río Alhama.

Seguidamente nos acercamos hasta la iglesia del Carmen, antiguo convento de los Carmelitas Descalzos de estilo renacentista y barroco, junto a la cual se encuentra la Pila de la Carrera, tradicionalmente usada como abrevadero para los animales de carga, así como del ganado lanar y cabrío.

Más tarde, por la Calle Llana, donde se localizan varias casas blasonadas, llegamos a las Mazmorras, cavidades circulares excavadas en la roca por los árabes para usarlas como mazmorras y silos. Ya de vuelta, pasamos por la iglesia de las Angustias, que presenta un estado de total abandono y su construcción se llevó a cabo en el último tercio del siglo XVII; por el Caño Wamba, construido en el siglo XVI, muestra los escudos de armas de los Reyes Católicos y del Emperador Carlos I; hasta llegar al Hospital de la Reina, iniciado en 1485 y que fue el primer Hospital de Sangre del Reino de Granada ya que su función era atender a los heridos en el campo de batalla.

Desde aquí nos acercamos a la Plaza de los Presos, donde se encuentra el Pósito, construido sobre el solar de una antigua sinagoga, y la antigua Cárcel, levantada en tiempos de Carlos II y actualmente ocupada por el CIAG (Centro de Interpretación de Alhama de Granada) donde pudimos visionar un vídeo sobre Alhama de Granada.

También se encuentra en esta Plaza la iglesia Mayor de Santa María de la Encarnación, Ss. XV y XVI, mandada edificar por los Reyes Católicos sobre el solar de la antigua mezquita mayor, de estilo gótico tardío. La salida de la Plaza la hacemos pasando bajo la sacristía, que queda unida a la iglesia por medio de una elegante crujía. Unos metros más adelante pasamos junto a la Casa de la Inquisición, excelente y singular muestra del gótico Isabelino, para finalizar esta magnífica visita junto a la iglesia del Carmen.

A continuación, descendimos por la Cuesta del Carmen hasta el río Alhama, donde encontramos multitud de antiguos molinos harineros que aprovechaban la fuerza de sus aguas para mover sus maquinarias. Entre los elementos más curiosos que pudimos ver, estaban unos peculiares lavaderos horadados en la roca, que eran utilizados antiguamente para lavar la ropa.

Seguimos por una vereda paralela a una acequia y tras un pequeño ascenso, llegamos al camino de los Ángeles, así llamado por encontrarse allí la ermita del mismo nombre, semi excavada en la roca, que posee la curiosa leyenda del Salto del Caballo y que Juan se prestó a contarnos en sus dos versiones.

Avanzamos río arriba disfrutando de unas estupendas panorámicas en un paraje de gran riqueza geológica, de fauna y flora, que culmina en la carretera de Játar, junto a la Pantaneta, que alberga numerosas especies de aves acuáticas, por lo que fue declarada Humedal de Andalucía en 2010.

Para terminar, nos acercamos hasta el hotel rural El Ventorro, una antigua venta de arrieros, donde pudimos reponer fuerzas como ya lo hacían éstos en el s. XVII, degustando la Olla Jameña, plato emblemático hoy día en la comarca, que con sus ingredientes naturales y colindantes entonaron al más pintado, haciéndonos olvidar cualquier esfuerzo realizado.

DATOS DE LA RUTA:

 Fecha: Miércoles, 12 de febrero de 2020.
 Senderistas: 40
 Recorrido: Lineal de 9,34 km.
 Desnivel acumulado: Positivo: 224 m. Negativo: 177 m.
 Tiempo en movimiento: 02:44 h. Detenido: 03:17 h.
 Velocidad media en movimiento: 3,4 km/h
 Dificultad: Moderada.