Aliaga, Boca Infierno, Estrecho Valloré y Mirador de Montoro. Pasarelas, cadenas y tramo nadando

Excursión divertidisima si vas preparado. Recorres un tramo por senda junto al Río Guadalope pasando junto a la Boca del Infierno, un núcleo montañoso precioso. Luego te introduces varias veces por el cauce, mojándote hasta las rodillas hasta que llegas al Estrecho de Valloré donde obligatoriamente tendrás que nadar unos cien metros para seguir (ojo, si hay mucha corriente, porque luego has de volver contra corriente y entonces no será fácil). De cualquier forma hemos visto ya avances en las obras, para colocar en este tramo complicado, escaleras y barandillas y así facilitar el paso seco, hacia la zona de Montoro (dicen que en octubre 2022 se prevé estén finalizadas estas pasarelas). Una vez hemos salido del agua, nos quitamos el neopreno y comenzamos a hacer un bucle en sentido dextrògiro para ascender hasta el Mirador de Montoro y acabar aquí en el Estrecho. Se trata de un fuerte ascenso y luego descenso en los que encontraremos tramos equipados con escalones de ferrata, cadenas y cuerdas, muy útiles para evitar riesgos de caídas o resbalones en pasos un poco complicados. Antes de empezar este subidòn disfrutaremos de unos cientos de metros fàcilones de las pasarelas de madera y escalones sobre el Río Guadalope yendo dirección a Montoro, hasta que nos topemos con una señal de palas que indique “Mirador”. Una vez hayamos subido a ese Mirador y bajado por la otra vertiente, saldremos al Estrecho de Valloré. Nos metemos en el agua de nuevo, para regresar por donde hemos venido, y esta vez, nadando contra corriente y luego deshaciendo el camino de sendero hasta donde hemos aparcado, un poco más allá de la Boca del Infierno. Un Rutòn muy completo, diseñado por Pepino ACN, actualmente, sòlo apto para aventureros, pero que a partir de octubre 2022 será mucho más accesible a todo tipo de senderista, ya que no hará falta llevar equipo estanco, ni neopreno utilizando las pasarelas nuevas, vamos, que será otra cosa, menos exigente, más llevadera y también igual de divertida, con su toque justo de esfuerzo y trepaditas que tanto motiva al senderista experimentado.