ALPUJARRA - CADIAR “LAS ACEQUIAS DE LA ALQUERÍA DE MORAYMA”
near Caserío Bulumor, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
SENDERO LOCAL“LAS ACEQUIAS DE LA ALQUERÍA”
‘SL-A 49’ ALQUERÍA DE MORAYMA – Cádiar –ALPUJARRA.
Tiempo: 1h. Distancia: 2 Km. Desnivel: 75 m. Señalizado con rayas blancas y verdes.
El sendero sale enfrente del pintoresco edificio donde se encuentra el lagar y la almazara en el centro agroturístico Alquería de Morayma, justo en donde también se hallan sus alojamientos de las Flores y de la Bodega.
Muchas de las plantas que florecen en el campo, son representadas en bonitas imágenes, plasmadas dentro del edificio de la bodega. En el lagar se aprecian unos 50 azulejos de plantas medicinales, aromáticas y culinarias que aparecen en la propia finca y por los alrededores de la Alquería de Morayma. Muestran estos azulejos las distintas plantas que se distinguen en este recorrido como el cantueso, hinojo, tomillo, ajoporro, llantén... y arbustos, incluso con fama de sagrados, como el espino albar (majoleto), y el serval.
Delante de este edificio, el sendero cruza una balsa, toma la parata que sube y va transcurriendo esta primera parte de la ruta entre lomas de almendros y barranquillos de encinas. Muchos de estos árboles se encuentran adornados por bellos líquenes en su tronco, dándole un colorido especial. Le van acompañando las hermosas flores del rosal silvestre (o sus rojos frutos de ‘tapaculos’), la amorosa madreselva y la rubia (rubia peregrina), una de las lianas más comunes del bosque mediterráneo.
Desemboca esta parata a una loma abierta por la que transcurre el sendero subiendo unos 50 m. para continuar por la parata de la derecha. Por ella va adentrándose en un hermoso barranco: primero lo recorre descendiendo por su margen derecha, debajo de numerosas encinas y mostrando también un aladierno (árbol que suele acompañar a los encinares) y algunos sauces; más abajo cruza al otro margen justo debajo de la sombra de un serval.
Al salir del encinar aparece a la orilla izquierda un antiguo plantel de almendros, si lo recorremos entre febrero y marzo nos sorprenderá un amplio manto de narcisos blancos (Narcisus cantabriun) junto al bosquecillo de fresnos. Y a la derecha surgen, entre abril y mayo, la orquídea de flores blancas, la “Cephalanthera longifolia”.
En este camino aparecen varias madrigueras y, en un claro, entre paratas de olivos, un cortijillo. Un cortijo de aperos a ultranza: de sus dos cuartillos uno de ellos con chimenea y el otro para los mulos. Desde la puerta del cortijo la senda baja entre jaras hasta la acequia. Un pequeño puentecillo cruza su cauce presidido por un alto almez. Toma a la derecha, para remontar por la senda que va acompañando a la encantadora acequia, toda rodeada de fresnos, moreros y almeces.
A la derecha de la acequia discurre la finca de la Alquería con una vegetación típica de bosque mediterráneo, a la izquierda las choperas acompañan al cauce del río Cádiar. Las olorosas violetas y las tóxicas emborrachacabras le dan un especial matiz al camino.
La acequia de los Tomeses desemboca en la vereda que sube desde el río a la Alquería Morayma. Toma por esta senda a la derecha y tras remontar un hermoso desnivel, que pasando junto a las paratas de olivos y dejando a la izquierda primero una casa y luego la granja de la Alquería, llega a su lugar de partida.
‘SL-A 49’ ALQUERÍA DE MORAYMA – Cádiar –ALPUJARRA.
Tiempo: 1h. Distancia: 2 Km. Desnivel: 75 m. Señalizado con rayas blancas y verdes.
El sendero sale enfrente del pintoresco edificio donde se encuentra el lagar y la almazara en el centro agroturístico Alquería de Morayma, justo en donde también se hallan sus alojamientos de las Flores y de la Bodega.
Muchas de las plantas que florecen en el campo, son representadas en bonitas imágenes, plasmadas dentro del edificio de la bodega. En el lagar se aprecian unos 50 azulejos de plantas medicinales, aromáticas y culinarias que aparecen en la propia finca y por los alrededores de la Alquería de Morayma. Muestran estos azulejos las distintas plantas que se distinguen en este recorrido como el cantueso, hinojo, tomillo, ajoporro, llantén... y arbustos, incluso con fama de sagrados, como el espino albar (majoleto), y el serval.
Delante de este edificio, el sendero cruza una balsa, toma la parata que sube y va transcurriendo esta primera parte de la ruta entre lomas de almendros y barranquillos de encinas. Muchos de estos árboles se encuentran adornados por bellos líquenes en su tronco, dándole un colorido especial. Le van acompañando las hermosas flores del rosal silvestre (o sus rojos frutos de ‘tapaculos’), la amorosa madreselva y la rubia (rubia peregrina), una de las lianas más comunes del bosque mediterráneo.
Desemboca esta parata a una loma abierta por la que transcurre el sendero subiendo unos 50 m. para continuar por la parata de la derecha. Por ella va adentrándose en un hermoso barranco: primero lo recorre descendiendo por su margen derecha, debajo de numerosas encinas y mostrando también un aladierno (árbol que suele acompañar a los encinares) y algunos sauces; más abajo cruza al otro margen justo debajo de la sombra de un serval.
Al salir del encinar aparece a la orilla izquierda un antiguo plantel de almendros, si lo recorremos entre febrero y marzo nos sorprenderá un amplio manto de narcisos blancos (Narcisus cantabriun) junto al bosquecillo de fresnos. Y a la derecha surgen, entre abril y mayo, la orquídea de flores blancas, la “Cephalanthera longifolia”.
En este camino aparecen varias madrigueras y, en un claro, entre paratas de olivos, un cortijillo. Un cortijo de aperos a ultranza: de sus dos cuartillos uno de ellos con chimenea y el otro para los mulos. Desde la puerta del cortijo la senda baja entre jaras hasta la acequia. Un pequeño puentecillo cruza su cauce presidido por un alto almez. Toma a la derecha, para remontar por la senda que va acompañando a la encantadora acequia, toda rodeada de fresnos, moreros y almeces.
A la derecha de la acequia discurre la finca de la Alquería con una vegetación típica de bosque mediterráneo, a la izquierda las choperas acompañan al cauce del río Cádiar. Las olorosas violetas y las tóxicas emborrachacabras le dan un especial matiz al camino.
La acequia de los Tomeses desemboca en la vereda que sube desde el río a la Alquería Morayma. Toma por esta senda a la derecha y tras remontar un hermoso desnivel, que pasando junto a las paratas de olivos y dejando a la izquierda primero una casa y luego la granja de la Alquería, llega a su lugar de partida.
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