Alquézar y cañón del Vero, circular por Abrigos de Regacens

Hermosa circular que puede ser apta para hecer en verano ya que existen dos puntos donde se cruza el río Vero y te puedes dar un baño.
A destacar en esta ruta la visita a los Abrigos de Regacens, donde existen pinturas rupestres y un mirador hermoso y aéreo sobre el cañón del Vero.

La ruta la comenzaremos en la parte alta de Alquézar, estacionando en el parking de unas 200 plazas y así evitaremos meternos en el centro donde por cierto la Guardia Civil tuvo que cortar el paso ya que la cantidad de coches que intentan entrar es bestial en verano.

Por la calle que baja al centro entramos en el casco urbano y disfrutamos de la espectacular villa que es uno de los pueblos más bonitos de España.

De una u otra manera iremos hasta las proximidades de la Colegiata, con vistas al profundo barranco de Poyuela por el que se desciende a las populares Pasarelas del Vero. En mi caso no descendí hacia las pasarelas, simplemente me acerqué a la fuente de Monchirigüel y desde ésta remonté un poco unas escaleras para plantarme en el sendero que conduce a Villacantal. Este tramo se podría haber hecho directamente desde la parte alta de Alquézar, pasando junto al Refugio ERA de la Federacion Aragonesa de Montañismo.

Pasada la fuente de antes, se recorre un tramo hormigonado y amurallado y se entra en una senda un poco abrupta para llegar a un colladito, desde el que se ve muy bien la fortísima bajada que tenemos hasta el puente de Villacantal. Existen suficientes señales en el recorrido, además esta senda descendente está bien arreglada e incluso dispone de barandillas de madera.

En poco rato llegaremos al puente y allí mismo aprovecho a darme el primer baño en las muy frías aguas del Vero. Es una buena manera de afrontar la fuerte subida en adelante, ya que es un día caluroso.

Desde el puente se inicia una fuerte subida por el encañonado barranco Lumos, es todo muy bonito pese al esfuerzo. Un poco mas arriba encontraremos carteles indicativos hacia el barranco, hacia Lecina y hacia Asque que es por donde iremos.

Continuamos la breve pero fuerte ascensión por un camino forestal restringido a la circulación, hasta alcanzar un cruce donde existe un pequeño refugio de piedra. En este lugar se toma el sendero hacia los abrigos de Regacens, señalizado.

El sendero ahora se toma el lujo de descender bastante, es un poco rayante puesto que en verano no apetece bajar y luego tener que volver a subir. Peor es lo que toca si quiero ver las pinturas rupestres.

Un trecho más abajo el sendero está bastante sucio, parece no llegar nunca el abrigo ese pero finalmente trazaremos una extraña lazada y se alcanza este recóndito lugar.

Visito las pinturas (no se ve gran cosa quizá por falta de información, pero consigo fotografiar algunas marcas interesantes) y también el cercano e impresionante mirador del Vero, justamente sobre la zona de las pasarelas.

Toca retroceder hasta la caseta refugio de piedra, es un esfuerzo importante por la calurosa tarde, luego tomo el camino de Asque y antes de entrar en el pueblo me desviaré a la derecha en busca del camino hacia el puente de Fuendebaños. La bajada es larga y el camino pedregoso y caluroso, si bien me espera en el fondo del barranco el segundo baño refrescante

Visito el puente donde hay algunas personas bañándose. Me tomo todo el tiempo necesario para enfriar el cuerpo y de paso que se haga un poco mas tarde y baje el sol, pues me tocará hacer el último repecho de sendero hasta la Villa de Alquézar, donde además hay que recordar que el coche está... ¡en la parte más alta del pueblo!

Bueno una muy interesante ruta, da igual la época puesto que da mucho de sí sea cual sea la estación, pero yo la haría o en invierno para no pasar calor, o en verano y darme los baños que haga falta, je je je.