74. Alrededores de San Pedro de Arlanza
near Hortigüela, Castilla y León (España)
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Itinerary description
⚠️ AVISO PREVIO
Nuestro objetivo principal era visitar el monasterio de San Pedro de Arlanza, los restos de la ermita de San Pelayo, los miradores 'naturales' sobre el río y la Fuente Azul.
Dado que la ruta era corta, y para complementarla, la extendimos en varios puntos. Lo hicimos exploratoriamente; monte a través en algunos casos. Intencionadamente.
Disfrutamos de la ruta tal cual; en su totalidad. Entendemos, no obstante, que los apéndices exploratorios pueden añadir algo de incomodidad y desorientación.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 40 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 293 metros (inferior al que estima Wikiloc).
Ruta realizada el 25 de julio de 2021 (publicada en Wikiloc el 18 de marzo de 2022). Tomamos como guía la información y los mapas en ‘Sendas de Burgos’ (http://sendasdeburgos.blogspot.com/2020/09/canon-del-arlanza-fuente-azul-y-san.html). Pero, dada la escasa longitud de la ruta original (5,4 km), la extendimos en varios puntos (5,5 km más): el monte al norte de Valleconde hacia la Sierra de las Mamblas, y también en la zona del mirador sobre el río Arlanza, sobre todo; y, en menor medida, en la orilla del Arlanza y en los alrededores de ermita de San Pelayo.
Aun así, el recorrido no resulta largo (11 km) y la pendiente es moderada (poco más de 400 m); para una excursión tranquila. Todo ello complementado con una visita sosegada al monasterio. En conjunto, la excusión puede calificarse como relativamente ‘Fácil’. No obstante, complicamos algo la orientación y la exigencia física, intencionadamente, en la ladera boscosa de la sierra: monte-a-través, sin sendero, durante 1 km (entre el km 1,7 y el 2,7). Nos gustó la sensación de estar totalmente rodeados de arbustos, encinas y sabinas; como encerrados, sin visibilidad exterior; pero sabiendo que había una pista cercana, como ‘salvavidas’.
La ruta comienza junto al Monasterio de San Pedro de Arlanza, en restauración. Ascendemos por el suave barranco de Valleconde, internándonos en los bosques de la ladera sur de la Sierra de las Mamblas. Retornamos por encima del barranco hasta un mirador, a nuestra izquierda, y luego otro sobre el Arlanza, a nuestra derecha. Descendemos por una pista forestal hasta la carretera y, sin llegar pisarla, nos desviamos hacia la ribera del Arlanza. Caminamos por ella hasta un recodo en el que se halla la Fuente Azul (apenas si nos detuvimos, porque había otras personas aposentadas en ese bello paraje). Retornamos y, llegados de nuevo a la carretera, nos desviamos a la derecha hacia la ermita de San Pelayo. Desde allí bajamos a visitar el monasterio, muy cerca.
Fue una excursión sin hechos singulares o sorpresivos que tuvieran el rango de anécdotas; pero amena, agradable, bonita y, además, instructiva. En ella encontramos, primero, bellos y variados paisajes de naturaleza virgen: La frondosidad y el verdor del inicio estival en el valle y los cañones del Arlanza; el placentero paseo a la vera del río; la surgencia de la Fuente Azul (que no pudimos fotografiar adecuadamente, para no importunar a quienes allí estaban albergados); el embrujo del bosque en la falda de Las Mamblas y su heterogénea vegetación; los acantilados del barranco que desciende de ellas y los roquedos sobre la hendidura del río; las panorámicas de la Sierra de Carazo e, incluso, las de Cervera y Tejada.
Y, segundo, como complemento, hallaremos historia humana, cultura y arte de excelencia. Por un lado, está la ermita de San Pelayo. Incluso en ruinas, trasmite entereza y señorío; allá, encaramada sobre un espigón, encima de un meandro del río, como un castillo. La ermita se construyó en el siglo X sobre restos romanos y visigodos anteriores. En la cueva que hay debajo de la ermita se han encontrado vestigios de instrumentos tallados en sílex o pedernal, cuyo origen ha sido datado en 37.500 años (en el Paleolítico Medio).
Por otro, tenemos el propio monasterio, una joya arquitectónica y escultórica. Fue fundado en el año 912 como eremitorio, originalmente. Las obras de su iglesia románica se iniciaron en el año 1080. Varios condes (como Fernán González) y reyes (como Fernando III el Santo) de Castilla lo favorecieron, siendo considerado como “cuna de Castilla”. Posteriormente, fue reformado y ampliado con formas góticas y renacentistas. Estuvo en funcionamiento hasta la desamortización de Mendizábal en el 1835. En 1931 fue declarado Monumento Histórico-Artístico. Hoy continúa en lenta restauración.
Nuestro objetivo principal era visitar el monasterio de San Pedro de Arlanza, los restos de la ermita de San Pelayo, los miradores 'naturales' sobre el río y la Fuente Azul.
Dado que la ruta era corta, y para complementarla, la extendimos en varios puntos. Lo hicimos exploratoriamente; monte a través en algunos casos. Intencionadamente.
Disfrutamos de la ruta tal cual; en su totalidad. Entendemos, no obstante, que los apéndices exploratorios pueden añadir algo de incomodidad y desorientación.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 40 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 293 metros (inferior al que estima Wikiloc).
Ruta realizada el 25 de julio de 2021 (publicada en Wikiloc el 18 de marzo de 2022). Tomamos como guía la información y los mapas en ‘Sendas de Burgos’ (http://sendasdeburgos.blogspot.com/2020/09/canon-del-arlanza-fuente-azul-y-san.html). Pero, dada la escasa longitud de la ruta original (5,4 km), la extendimos en varios puntos (5,5 km más): el monte al norte de Valleconde hacia la Sierra de las Mamblas, y también en la zona del mirador sobre el río Arlanza, sobre todo; y, en menor medida, en la orilla del Arlanza y en los alrededores de ermita de San Pelayo.
Aun así, el recorrido no resulta largo (11 km) y la pendiente es moderada (poco más de 400 m); para una excursión tranquila. Todo ello complementado con una visita sosegada al monasterio. En conjunto, la excusión puede calificarse como relativamente ‘Fácil’. No obstante, complicamos algo la orientación y la exigencia física, intencionadamente, en la ladera boscosa de la sierra: monte-a-través, sin sendero, durante 1 km (entre el km 1,7 y el 2,7). Nos gustó la sensación de estar totalmente rodeados de arbustos, encinas y sabinas; como encerrados, sin visibilidad exterior; pero sabiendo que había una pista cercana, como ‘salvavidas’.
La ruta comienza junto al Monasterio de San Pedro de Arlanza, en restauración. Ascendemos por el suave barranco de Valleconde, internándonos en los bosques de la ladera sur de la Sierra de las Mamblas. Retornamos por encima del barranco hasta un mirador, a nuestra izquierda, y luego otro sobre el Arlanza, a nuestra derecha. Descendemos por una pista forestal hasta la carretera y, sin llegar pisarla, nos desviamos hacia la ribera del Arlanza. Caminamos por ella hasta un recodo en el que se halla la Fuente Azul (apenas si nos detuvimos, porque había otras personas aposentadas en ese bello paraje). Retornamos y, llegados de nuevo a la carretera, nos desviamos a la derecha hacia la ermita de San Pelayo. Desde allí bajamos a visitar el monasterio, muy cerca.
Fue una excursión sin hechos singulares o sorpresivos que tuvieran el rango de anécdotas; pero amena, agradable, bonita y, además, instructiva. En ella encontramos, primero, bellos y variados paisajes de naturaleza virgen: La frondosidad y el verdor del inicio estival en el valle y los cañones del Arlanza; el placentero paseo a la vera del río; la surgencia de la Fuente Azul (que no pudimos fotografiar adecuadamente, para no importunar a quienes allí estaban albergados); el embrujo del bosque en la falda de Las Mamblas y su heterogénea vegetación; los acantilados del barranco que desciende de ellas y los roquedos sobre la hendidura del río; las panorámicas de la Sierra de Carazo e, incluso, las de Cervera y Tejada.
Y, segundo, como complemento, hallaremos historia humana, cultura y arte de excelencia. Por un lado, está la ermita de San Pelayo. Incluso en ruinas, trasmite entereza y señorío; allá, encaramada sobre un espigón, encima de un meandro del río, como un castillo. La ermita se construyó en el siglo X sobre restos romanos y visigodos anteriores. En la cueva que hay debajo de la ermita se han encontrado vestigios de instrumentos tallados en sílex o pedernal, cuyo origen ha sido datado en 37.500 años (en el Paleolítico Medio).
Por otro, tenemos el propio monasterio, una joya arquitectónica y escultórica. Fue fundado en el año 912 como eremitorio, originalmente. Las obras de su iglesia románica se iniciaron en el año 1080. Varios condes (como Fernán González) y reyes (como Fernando III el Santo) de Castilla lo favorecieron, siendo considerado como “cuna de Castilla”. Posteriormente, fue reformado y ampliado con formas góticas y renacentistas. Estuvo en funcionamiento hasta la desamortización de Mendizábal en el 1835. En 1931 fue declarado Monumento Histórico-Artístico. Hoy continúa en lenta restauración.
Waypoints
Comments (2)
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Ruta imposible de seguir.
No se deben subir rutas por campo a través y sin ninguna lógica de dirección con idas y vueltas sin sentido.
Abstenerse de subir rutas como esta
Gracias, Navalei, por tu comentario. No lo comparto, pero, en atención a él y en consideración hacia tu honesto criterio, he añadido un Aviso al inicio de mi crónica.
.../... Buscando más lados positivos en este normal (des)encuentro: Mirando tus rutas, veo que hemos compartido interés en unas cuantas. Que dure. Saludos.