ALTA - NARBAJA -Sierra de Elguea- ARANTZAZU

La villa de Narbaiza hoy, es parada y comienzo de nuestra ruta. Blasones en grandes casonas nos publicitan la “fama” que, en un tiempo ya pasado, tuvieron sus propietarios. Cruzamos Narvaja siguiendo nuestro itinerario hacia un lejano santuario, que no va a estar exento de exigencia deportiva. La mañana es esplendorosa.
Comenzamos por carretera asfaltada dejando detrás en pleno trabajo, granjas repletas de vacas frisonas. Pasado un km, a la izda. en el prado del Molino, continuamos por sendero-camino marcado como RT. El camino para maquinaria, llega al corral de Zolokotxe giramos a la dcha. cruzando uno de los muchos regachos que hoy saltaremos. El camino ancho y embarrado nos lleva al corral de Beltran. Comienza el ascenso al cresterío de Sierra de Elgea. Un corta fuegos, en fuerte pendiente, separa en línea recta un rodal de pino carrasco a la izda. y un bosque arbolado con soto autóctono a la dcha. Terminado el “duro” corta-fuegos, el ascenso se “suaviza” prosiguiendo por un sendero que corta el matorral de aulagas hasta el tozal de la Sierra de Elgea. La cima del Larrangoiti 1.118 m pone fin por el este al parque eólico de Elgea. El horizonte “a nuestro alcance” al este la muralla del Aitzgorri cerrando las campas de Urbia, al oeste el icono, pirámide, blanca, gigante, el Amboto.
La Gr-121 es la perimetral de Guipúzcoa, clara referencia que seguimos. La senda bien marcada recorre con subidas y bajadas las cimas que se suceden sin fuertes desniveles, Atxuintxa 1.160 m, Trango 1.179 m, Zurkuntz 1.214 m, Napar Basoko 1.224 m, Urkitza 1.160 m y, el comienzo de la bajada por el hayedo de la ladera norte del Uruburu hasta el collado Burdinkurutz. Dejamos la Gr-121 para continuar por la izda. bajando el barranco por un sendero horadado por el paso de subida y bajada de animales a los pastos altos y que, sin pierde nos conduce en un rápido descenso al fondo del vallejo de Otxarri, donde transcurre el “pacífico” la mayor parte del año Urkullu Erreka, tumultuoso por estas fechas nos obliga, si queremos cruzarlo sin descalzarnos, a buscar un vado, así que toca subir por la ladera y rodear el pequeño embalse suministrador de agua a Arántzazu. Un puente unos metros más adelante, salva el inconveniente. Por pista todo-uno, seguimos a nuestro destino.
Un desnivel positivo nos recuerda que nos quedan 200 ms. Aún no hemos llegado.