( Altabacales bajos) Cortijo Nicola-Casa de los guardas-Fuente el saucillo-Cascadas el saucillo
near Guadalmansa, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Comenzamos aparcando junto al cortijo Nicola, subimos y lo visitamos , seguimos camino y a 100 metros en el cruce seguimos por la derecha hacia el antiguo camino de Igualeja, cuando llegamos al arroyo seguimos paralelos a su curso durante un km, hay que cruzarlo varias veces pero es una arroyo con muy poca agua ( este tramo es el tramo estrecho que se comparte con ciclistas) enlazamos con la vereda del camino de Igualeja, seguimos subiendo hasta llegar al carril de los altabacales bajos, hay una senda paralela que te lleva a la casa de los guardas, cogemos por la senda y subimos hasta la casa de los guardas, seguimos de frente y en la cancela abierta, mejor dicho que ya no está, solo los soportes , cogemos por la senda a la izquierda y subimos , hasta llegar al carril de los altabacales bajo, giramos a la izquierda y ya todo resto durante 3 km, despues desandamos el camino y vuelta al Cortijo Nicola, solo que esta vez volvemos por el carril atravesando el chaparral mejor conservado del termino de Estepona.
Waypoints
Aparcamiento
Aparcamos junto al cortijo Nicola y subimos a verlo coordenadas 36.47531947881231, -5.114337677500114 a veces no se puede subir hasta aqui entonces tendriamos que dejar el coche como un km más abajo justo al lado del puente de la autopista en las coordenadas 36.472522035602346, -5.109698257776488 la diferencia sería que habría que subir un km y despues bajarlo por el carril
Cortijo Nicola
El Cortijo de Nicola, ubicado en uno de los alcornocales mejor conservados del término de Estepona, es uno de los elementos de mayor interés etnográfico de todo el municipio, tanto por la entidad de la construcción como por el papel representado a lo largo de su historia, ya que actuó como elemento vinculador entre los asentamientos rurales del valle del Castor y el valle del Velerín, con una posición de privilegio por estar muy próximo al Camino de Igualeja y cercano a la Vereda de Jubrique, importantes vías históricas de comunicación entre la costa y el interior de la serranía. El complejo actual parece haberse iniciado con la construcción en 1.780 del lagar que conforma buena parte de su fachada norte, y que es uno de los mayores del municipio, dando idea del grado de implantación de esta actividad en la zona. Aunque el cultivo de vides y la producción de vinos y pasas en Estepona se ha venido haciendo desde muy antiguo, fue en el período comprendido entre la mitad del s. XVIII y el final del s. XIX cuando la expansión del viñedo y el desarrollo de las tecnologías de procesado y transformación de la uva tuvo un protagonismo preeminente. El Nomenclátor de Estepona de 1860 aporta noticias del importante peso que el sector vitivinícola tenía en la economía del municipio en este periodo, con noventa y nueve referencias a «Casas de viña», la mayoría de ellas correspondientes a lagares, paseros, bodegas y alambiques situados en el pie de monte de Sierra Bermeja. Tras la grave crisis del sector a finales del s. XIX, esta construcción servirá de base para el cambio que se da hacia otros usos alternativos que han llegado hasta nuestros días, como los forestales y ganaderos, circunstancia que se vio favorecida por quedar avecindado al «Carril de la Sierra», ejecutado por la Compañía Sevillana de Maderas. Fuente https://www.estepona-natural.es/cortijodenicola/
Seguimos por la izquierda
Seguimos por el camino de la izquierda, hay dos ramales uno hacia abajo y otro de frente seguimos de frente
Llegamos al arroyo
LLegamos al arroyo y en este cruce seguimos por la derecha paralelos al arroyo hay que cruzarlo varias veces pero es pequeño y tiene algunos puentes de madera puesto por los ciclistas
Seguimos por la derecha
Seguimos por la derecha, subimos el repecho y cogemos a la izquierda cruzamos el arroyo buscando el camino de Igualeja
Vereda camino de Igualeja
Seguimos por la derecha y entramos en zona quemada, va recuperandose poco a poco
Casa de los Guardas
Llegamos a la Casa de los Guardas. En ella vivían los guardas forestales con sus familias en pequeñas dependencias en torno a un patio, al que también miraban las cuadras para las caballerías, imprescindibles para estos vigilantes de la sierra en su faena de control del monte público, del ganado suelto, la tala de árboles, la caza o el contrabando. El regreso al punto de inicio es por el mismo itinerario. Fuente . turismoestepona.es
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