Alto Couto-Formigueiros-Vieiros-A Seara-Lucenza-Fonte do Cervo-Alto Couto

Ruta partiendo desde el Alto del Couto, lugar que permite dejar los vehículos.
Al poco de coger el amplio camino que nos lleva a la Devesa da Rogueira, subimos por el sendero realizado por Orlando , hay que ir atentos pues hay que encaramarse un poco, no está muy visible.
Esta senda nos lleva hasta Formigueiros, es un tramo exigente, y que hay que trepar en un par de puntos de su tramo final, pero sin problema para personas familiarizadas con el monte.
Desde Formigueiros descendemos por la antigua senda, que baja perpendicular a la pista, pero que está casi en desuso, recomiento coger la que hay a la derecha de esta, mucho mas definida y amplia, una vez llegado a la pista que viene desde la campa de la Lucenza, giramos a la izquierda y continuamos por la pista y se enlaza con la que hicimos nosotros.
Este tramo nos lleva hasta Vieiros, con la cascada mas bonita del Caurel.
Desde aquí cruzamos el río Selmo y subimos hasta A Seara, bello conjunto de viviendas muy bien conservadas y restauradas, que reflejan la arquitectura propia del antiguo Cajurel, de piedra, madera y pizarra.
El camino nos hace sufrir un poco, pues hasta la campa da Lucenza no hay descanso, solo un pequeño parentésis para ver la laguna.
Desde la Campa da Lucenza optamos por seguir la pista, el sendero que en otras ocasiones hemos utilizado no esta muy despejado y hay que evitarlos por el riesgo de coger garrapatas, esto es un consejo que se puede aplicar también al tramo de bajada de Formigueiros.
Esta pista nos lleva hasta el desvío del mirador de Polín, que en esta ocasión hemos dejado de lado, pues la Devesa da Rogueira en estas fechas aún no ha despertado de su letargo invernal, pero si se va con fuerzas y la naturaleza está en un momento de esplendor, vale la pena.
Cogemos a la derecha hasta la fuente do Cervo, para después volver al sendero y continuar hasta el Alto del Couto. Este tramo cruza toda la parte alta de la Devesa, y a pesar de que la primavera no ha hecho aparición, siempre guarda la belleza de los árboles de hoja perenne, como los tejos y acebos.
Terminamos en el punto de salida, compartiendo el tramo inicial unos trescientos metros.