Alto de Alarilla y Cerro del Colmillo desde Alarilla

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Reseña de la ruta en Adventoorer: Alto de Alarilla y Cerro del Colmillo desde Alarilla.

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La última ruta de hoy me lleva a Alarilla, un pueblo conocido por los parapentistas y aladeltistas, que suelen saltar desde el Alto de Alarilla, a cuyos pies está el pueblo.

Sigo la carretera que sube hacia el monte y empiezo a andar justo al acabar el pueblo. La carretera se transforma en pista de hormigón. Los que saltan desde la planicie de la cima necesitan transportar mucha parafernalia, así que se puede llegar arriba en coche. Este cerro es otro tepuy, como la Dehesa, que subí hace un rato, pero aquí no hay vegetación. O no ha habido nunca, o la han limpiado para poder subir los vehículos.

Llegar en coche no tiene mucho sentido. Andando tampoco, la verdad. Subes la pista y enseguida estás arriba. Pues vale. Aquí hay vistas amplísimas. Veo el Cerro de Hita y el Ocejón. Se alcanza a ver muy a lo lejos por todas partes, porque aquí no hay apenas montañas.

Recorro la planicie de la cima, completamente vacía salvo por un pequeño edificio que los parapentistas deben de usar para tomarse algo entre salto y salto, y alguna estatua. También hay una pequeña plataforma que debe de servir para coger velocidad al saltar. Tras un rato por aquí, vuelvo por donde he venido. Ahora voy hacia el Cerro del Colmillo, la última cumbre del día. Atravieso el pueblo y sigo por una pista que lleva a los cultivos de la zona.

A los pies del cerro, atravieso un sembrado por la parte más estrecha que encuentro, para no pisar demasiado. Una vez en la ladera, subo por donde veo mejor. No hay sendero de ninguna clase, pero la subida no tiene dificultad.

Arriba, mucha mosca y otra vez vistas muy amplias por los cuatro costados. Aquí hay una especie de búnker de tierra medio deshecho. Tal vez de tiempos de la Guerra Civil.

Me canso de espantar moscas y bajo de nuevo al camino. Voy por el lado este. No hay mucha diferencia con el camino de subida. Los dos son igual de buenos. Los dos son igual de malos.

De nuevo en el sendero, regreso al pueblo y doy por finalizada la jornada.

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