Alto de la Tejera y Pico Renorios (Aller)

Ascensión a los cordales de Coto Bello y Conforcos en el concejo de Aller

Por la carretera AS-112 del valle de Aller y poco antes del km 11, hay que coger el desvío a la derecha que en 10 kms nos lleva a la amplia explanada de Coto Bello, popularizada por la ascensión en el año 2.010, de una etapa de la Vuelta Ciclista a España.

Mayáu Renorios / Coto Bello (1.194 metros) - La Xugosa (1.335 metros) - Alto de la Tejera (1.557 metros) - La Xugosa (1.335 metros) - Collado Fogares (1.267 metros) - Pico Renorios (1.334 metros) - Mayáu Renorios /Coto Bello (1.194 metros)

Desde Coto Bello (Mayáu Renorios) comenzamos a caminar hacia el Sur por un amplio camino, hecho este que ya será norma durante todo el día, porque toda la zona pertenece a una explotación minera de "cielo abierto", que perteneció a Hunosa, ya cerrada hace años y rehabilitada, tanto a nivel de pastos como de pequeños bosques, que se van conformando con el paso del tiempo. Lo que en su día fueron pistas por la que circulaban vehículos industriales, hoy son caminos tapizados de verde y muy bien conservados, que sirven para el disfrute de un entorno realmente privilegiado.
Manteniendo la dirección Sur vamos ascendiendo por suaves pendientes, mientras vemos siempre al frente nuestro objetivo: el Alto de la Tejera. Aparecen en nuestro camino las primeras "manchas" de nieve y que a partir de los 1.300 metros, ya será una constante hasta la cumbre. Pasamos junto al espectacular aljibe de La Xugosa, antes de acercarnos a la ladera norte de La Tejera, la cual hemos de bordear hacia la derecha por un camino que nos conduce a la collada (1.522 metros) previa a la cumbre. Ya estamos en la cresta cimera del Cordal de Conforcos con los picos de los Pozos y Jurvio hacia el Sur y "nuestro" Alto de la Tejera hacia el Norte del que nos separan poco mas de 50 metros de desnivel.

Un vértice geodésico y restos de un belén son las señales de la cumbre. No es una montaña relevante, tampoco sus contornos son atractivos, pero sus horizontes son difícilmente superables. Estamos en invierno y las grandes cumbres de la Cordillera aparecen en todo su esplendor, el puerto de San Isidro con el Pico Torres emergiendo con sus verticalidades blancas, el Estorbín de Valverde con sus cordales que descienden hacia el valle de Santibáñez, el Macizo de Ubiña y la mas lejana Sierra del Aramo. Hacía el Este y por encima del Retriñón aparece la cumbre de Peña Santa de Castilla, y aunque menos evidente el Macizo Central de los Picos. Mas cercana y con el tono claro que el sol dispone por su conformación caliza, la Peña Mea, separando o uniendo (según se aprecie) comarcas y valles mineros.

Descendemos por nuestras huellas, con mas esfuerzo porque la nieve está afectada por el sol y el caminar se hace mas difícil. Después de la Majada de Fuente Frieres y el aljibe de la Xugosa nos encontramos con los caminos mas limpios, un poco mas de descenso y nos desviamos a la izquierda a la altura de un abrevadero aislado y rectangular, para alcanzar el cordal de Coto Bello. Siguiéndolo hacia el Norte, cruzamos el amplio Collado Fogares para alcanzar a continuación nuestra segunda cumbre del día, el Pico Renorios.

Parece modificada por la rehabilitación, es un montaña redondeada, verde, limpia y espaciosa, un vértice geodésico y un gran antena de comunicación con edificio de servicios (de Telefónica/Movistar), son visibles a gran distancia. Es también punto de partida por su características, para los aficionados al parapente.

Desde aquí ya solo nos queda un corto descenso hacia la explanada del Mayéu Renorios, por entre pastizales y pequeños grupos de hayas, evitando los amplios rodeos que forman los antiguos caminos mineros.

Recomendable es el invierno, como época mas atractiva para hacer este recorrido, perfectamente asequible por sus desniveles, y por la estratégica situación de estos bonitos cordales alleranos.