Alto de la Zaragozana

En este valle donde estamos hoy nace el río Sollavientos, que empieza a tener caudal apreciable a partir de la fuente de Santa Isabel, bajo la ermita de donde parte la ruta.
Es una zona de intensa ocupación humana a lo largo del tiempo, ya que era y sigue siendo una importante área de agostada para los rebaños trashumantes. Esto se traduce en la abundancia de masías (22), casetos (2), majadas (2) y corrales (4).
En la parte alta del Valle está el alto de Cuarto del Prado, zona que vierte a tres cuencas hidrográficas diferentes; Mijares, Ebro y Turia.
Está enmarcado por dos alineaciones: al oeste, Alto de la Nave, la Zaragozana y el pico Villarroya que hace de divisoria de aguas con el Ebro.
Al este limitado por la Quebrada, Castillo del Mas de Sancho, pinar de Peralta y el Maraño, que lo separan del Valle de Motorritas y de la Rambla de las Umbrías.
Hoy ascenderemos a la Zaragozana, cuya canal vista desde la ermita está pidiendo que la subamos.
Aparcamos el vehículo junto a la recoleta y solitaria ermita y tras cruzar la carretera tomamos un camino que remonta por los prados hacia el corral del Molar y lo seguiremos hasta el Collado de la Zaragozana. Estamos en la cabecera del barranco del Tajo, ya de la Cuenca del río Ebro. Es una ligera vaguada entre el alto de la Nave, donde hay un vértice geodésico llamado también Zaragozana y nuestro objetivo el Alto de la Zaragozana.
A partir de aquí dejamos el camino para seguir por los prados sorteando las manchas de sabina rastrera hacia el único grupo de pinos que hay bajo del alto.
Subimos hacia una canal herbosa que se ve para alcanzar la cumbre.
Arriba hay un montón de piedras marcando la cima.
Rodeamos las canteras en búsqueda de una canal pedregosa para bajar este primer escalón.
Seguimos sobre la verde alfombra hasta la gran Canal hoy marcada por dos caballos que se recortaban sobre el horizonte.
Aunque tiene cierta pendiente es una lengua herbosa amable de bajar que desemboca en los prados.
En lugar de ir hacia el corral y tomar el camino seguimos serpenteando por los prados para salir al camino más abajo y evitar el ganado que ahora rodeaba el corral.
Este recorrido al realizarse por zona de pastos se puede hacer por diferentes itinerarios. Los únicos puntos de paso obligado serían las canales de subida y bajada para evitar las canteras.
Otros aspectos a tener en cuenta es la abundante presencia del ganado y la falta total de sombras. Eso sí la amplitud de las vistas es apabullante, podríamos decir que es una ruta más ancha que larga.