Alto del Golobar-Pico Valdecebollas (2143m)-Cueva del Cobre/Nacedero del Pisuerga-Santa María de Redondo (Palencia)
near Brañosera, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Segundo y último día de tour por los montes palentinos con el club Artarrai. Hoy nos dirigimos a un punto muy elevado: el Alto del Golobar (1840m). Para llegar hasta allí, primero tenéis que desplazaros hasta Brañosera, que posee el honor de haber sido considerado como el ayuntamiento más antiguo de España, remontándose su origen al año 824. Desde allí, seguís por una estrecha carretera que, en fuerte pendiente, os llevará hasta un parking, al lado de un edificio. Desconozco si era un refugio o algo destinado a una estación de esquí. Lo único seguro es que finalmente se dejó abandonado.
A poco de llegar al puerto, veréis un cartel que pone "carretera cortada", pero realmente se puede continuar. Está pensado para el Invierno, aunque lo mantienen puesto todo el año.
A diferencia de ayer, hoy la caminata es una travesía, no una circular. Esto puede suponer un gran inconveniente para quien quiera realizarla si se desplaza en un único vehículo, ya que luego no vais a tener los medios para poder volver. En nuestro caso, con el autobús, todo es mucho más fácil.
En caso de querer ir y volver punto de partida, podéis hacer una ruta lineal, por ejemplo, del Alto de Golobar hasta el Pico Valdecebollas, o alargarlo hasta la Cueva del Cobre y volver por el mismo camino, o partir desde Santa María de Redondo y subir a la cueva, o incluso hasta el Valdecebollas.
Así pues, comenzamos desde el alto de Golobar. Aquí había varios perros custodiando un rebaño de ovejas. Al principio algunos nos ladraron como intrusos que éramos, pero luego se calmaron, y otros, como una pareja de mastines, se acercaban a nosotros felices, incluso se dejaban tocar.
Ascendemos por un estrecho sendero de tierra y piedras, rodeado de hierba. La pendiente al inicio es bastante llevadera aunque luego se empina algo más. Dicho sendero está marcado con hitos de piedra, especialmente en la parte más elevada del monte, así que no hay forma de equivocarse.
Pronto, llegamos a un collado, y nos detenemos unos minutos para disfrutar de las vistas. De todos modos, la mejor panorámica la vamos a tener en nuestro siguiente objetivo, el Pico Valdecebollas.
Giramos a la izquierda, y poco después a la derecha. Ascendemos un último repecho por camino de piedras, y enseguida llegamos a la cruz cimera del Pico Valdecebollas (2143m), el monte de mayor elevación de esta Sierra de Hijar.
Descomunales vistas desde lo alto, pudiendo ver montes y sierras como el Espigüete, Curavacas, Lezna (que subimos ayer), el macizo de Picos de Europa, Pico Tres Mares, y muchos montes más, tanto de Palencia como de Cantabria.
Tras las fotos de rigor, ponemos rumbo al objetivo principal de hoy, la Cueva del Cobre y el Nacedero del Pisuerga.
Volvemos sobre nuestros pasos, bajando hasta el último de los repechos, y luego, giramos a la izquierda, para descender hacia una campa herbosa. Aquí hay un montón de enormes bloques de roca, que junto los numerosos montes de los alrededores, hace que las vistas y el entorno sean espléndidos.
Cruzamos un arroyo y una alambrada, y seguimos cuesta abajo hasta llegar a otra campa herbosa. Aquí nos desviamos del que aparentemente sería el camino principal, y continuamos por la derecha, cuesta arriba. Todavía sigue habiendo hitos de piedra señalizando el camino.
En varios momentos nos metemos de lleno entre matorrales, a ratos cuesta avanzar, pero estos tramos son muy cortos, y enseguida volvemos a andar con libertad. No obstante, esa libertad tiene un precio, y es que en muchos momentos no vemos el sendero, por lo tanto tiramos de track para ir por el lugar correcto. A priori, seguía habiendo los mencionados hitos, pero en este tramo no llegamos a verlos.
Más adelante, detectamos la presencia de un peñasco rocoso. Justo debajo, se sitúa la Cueva del Cobre. Para llegar hasta allí, descendemos por el lado izquierdo, a través de numerosos zig-zags. La pendiente es muy elevada, y el terreno muy roto, repleto de arenilla y piedras, que hace que sea muy fácil patinar. Mucho cuidado si venís por aquí estando el terreno mojado, es recomendable usar bastones.
Bajamos con cuidado, hasta llegar a un pequeño arroyo. Se trata del cauce del río Pisuerga.
El verdadero origen del Pisuerga procede de la cuenca glaciar de Covarrés. El agua, procedente de manantiales y el deshielo que se acumula en el fondo de la cuenca, forma
pequeñas lagunas y regatos que desaguan en una sima. Tras un recorrido subterráneo de 3000 metros, el caudal reaparece en la Cueva o Fuente del Cobre.
Nos adentramos un poco en ella, por su enorme abertura. Impresionante lugar.
Retrocedemos unos metros, y paramos unos minutos para comer y beber algo.
Ahora si, retomamos la marcha, para dirigirnos hacia nuestro destino, el pueblo de Santa María de Redondo. Para ello, seguimos de principio a fin un PR llamado "Senda de Fuente Cobre", señalizada con marcas amarilla y blanca.
El camino es muy cómodo y sencillo. Avanzamos a ratos entre arboledas y a ratos a cielo abierto, por un estrecho sendero de tierra/piedras. Al principio, vamos cuesta arriba, y luego ya cuesta abajo hasta el final, siempre en suave pendiente.
A media bajada, conectamos con otro sendero más ancho, y así seguiremos hasta llegar al bonito pueblo de Santa María de Redondo, el cual atravesamos de lado a lado, hasta alcanzar nuestro bus, y finalizar así esta preciosa ruta. Muy recomendable.
He calificado la ruta como MODERADO únicamente por el tramo de subida con matorrales y el de bajada previo a la Cueva del Cobre. En el primero cuesta un poco dar con el camino correcto, es conveniente mirar el track con frecuencia. Y en el segundo, hay que ir con mucho cuidado para no resbalar y llevarse un buen ostión, y eso en seco, en mojado ni os cuento. El resto del recorrido es muy cómodo y sencillo de realizar.
A poco de llegar al puerto, veréis un cartel que pone "carretera cortada", pero realmente se puede continuar. Está pensado para el Invierno, aunque lo mantienen puesto todo el año.
A diferencia de ayer, hoy la caminata es una travesía, no una circular. Esto puede suponer un gran inconveniente para quien quiera realizarla si se desplaza en un único vehículo, ya que luego no vais a tener los medios para poder volver. En nuestro caso, con el autobús, todo es mucho más fácil.
En caso de querer ir y volver punto de partida, podéis hacer una ruta lineal, por ejemplo, del Alto de Golobar hasta el Pico Valdecebollas, o alargarlo hasta la Cueva del Cobre y volver por el mismo camino, o partir desde Santa María de Redondo y subir a la cueva, o incluso hasta el Valdecebollas.
Así pues, comenzamos desde el alto de Golobar. Aquí había varios perros custodiando un rebaño de ovejas. Al principio algunos nos ladraron como intrusos que éramos, pero luego se calmaron, y otros, como una pareja de mastines, se acercaban a nosotros felices, incluso se dejaban tocar.
Ascendemos por un estrecho sendero de tierra y piedras, rodeado de hierba. La pendiente al inicio es bastante llevadera aunque luego se empina algo más. Dicho sendero está marcado con hitos de piedra, especialmente en la parte más elevada del monte, así que no hay forma de equivocarse.
Pronto, llegamos a un collado, y nos detenemos unos minutos para disfrutar de las vistas. De todos modos, la mejor panorámica la vamos a tener en nuestro siguiente objetivo, el Pico Valdecebollas.
Giramos a la izquierda, y poco después a la derecha. Ascendemos un último repecho por camino de piedras, y enseguida llegamos a la cruz cimera del Pico Valdecebollas (2143m), el monte de mayor elevación de esta Sierra de Hijar.
Descomunales vistas desde lo alto, pudiendo ver montes y sierras como el Espigüete, Curavacas, Lezna (que subimos ayer), el macizo de Picos de Europa, Pico Tres Mares, y muchos montes más, tanto de Palencia como de Cantabria.
Tras las fotos de rigor, ponemos rumbo al objetivo principal de hoy, la Cueva del Cobre y el Nacedero del Pisuerga.
Volvemos sobre nuestros pasos, bajando hasta el último de los repechos, y luego, giramos a la izquierda, para descender hacia una campa herbosa. Aquí hay un montón de enormes bloques de roca, que junto los numerosos montes de los alrededores, hace que las vistas y el entorno sean espléndidos.
Cruzamos un arroyo y una alambrada, y seguimos cuesta abajo hasta llegar a otra campa herbosa. Aquí nos desviamos del que aparentemente sería el camino principal, y continuamos por la derecha, cuesta arriba. Todavía sigue habiendo hitos de piedra señalizando el camino.
En varios momentos nos metemos de lleno entre matorrales, a ratos cuesta avanzar, pero estos tramos son muy cortos, y enseguida volvemos a andar con libertad. No obstante, esa libertad tiene un precio, y es que en muchos momentos no vemos el sendero, por lo tanto tiramos de track para ir por el lugar correcto. A priori, seguía habiendo los mencionados hitos, pero en este tramo no llegamos a verlos.
Más adelante, detectamos la presencia de un peñasco rocoso. Justo debajo, se sitúa la Cueva del Cobre. Para llegar hasta allí, descendemos por el lado izquierdo, a través de numerosos zig-zags. La pendiente es muy elevada, y el terreno muy roto, repleto de arenilla y piedras, que hace que sea muy fácil patinar. Mucho cuidado si venís por aquí estando el terreno mojado, es recomendable usar bastones.
Bajamos con cuidado, hasta llegar a un pequeño arroyo. Se trata del cauce del río Pisuerga.
El verdadero origen del Pisuerga procede de la cuenca glaciar de Covarrés. El agua, procedente de manantiales y el deshielo que se acumula en el fondo de la cuenca, forma
pequeñas lagunas y regatos que desaguan en una sima. Tras un recorrido subterráneo de 3000 metros, el caudal reaparece en la Cueva o Fuente del Cobre.
Nos adentramos un poco en ella, por su enorme abertura. Impresionante lugar.
Retrocedemos unos metros, y paramos unos minutos para comer y beber algo.
Ahora si, retomamos la marcha, para dirigirnos hacia nuestro destino, el pueblo de Santa María de Redondo. Para ello, seguimos de principio a fin un PR llamado "Senda de Fuente Cobre", señalizada con marcas amarilla y blanca.
El camino es muy cómodo y sencillo. Avanzamos a ratos entre arboledas y a ratos a cielo abierto, por un estrecho sendero de tierra/piedras. Al principio, vamos cuesta arriba, y luego ya cuesta abajo hasta el final, siempre en suave pendiente.
A media bajada, conectamos con otro sendero más ancho, y así seguiremos hasta llegar al bonito pueblo de Santa María de Redondo, el cual atravesamos de lado a lado, hasta alcanzar nuestro bus, y finalizar así esta preciosa ruta. Muy recomendable.
He calificado la ruta como MODERADO únicamente por el tramo de subida con matorrales y el de bajada previo a la Cueva del Cobre. En el primero cuesta un poco dar con el camino correcto, es conveniente mirar el track con frecuencia. Y en el segundo, hay que ir con mucho cuidado para no resbalar y llevarse un buen ostión, y eso en seco, en mojado ni os cuento. El resto del recorrido es muy cómodo y sencillo de realizar.
Waypoints
Comments (2)
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I have followed this trail verified View more
Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Track perfecto 👌,sin problemas
Hola @ramoneslazo, me alegro que todo te haya ido bien. Espero que te haya gustado el recorrido, a nosotros nos encantó.
Un saludo, y gracias por tu valoración.